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2 de enero de 2013

Análisis- resumen de Edipo rey de Sófocles-Edipo rey de Sófocles: instrumentos para analizar el texto


Análisis- resumen de Edipo rey de Sófocles


La historia de Edipo no es una total invención de Sófocles, aunque él haya sido el creador de la versión más célebre de todas. En las narraciones ­orales y en algunos textos escritos de carácter histórico, ya aparecía mencionado este personaje y se contaban algunos hechos protagonizados por él. Entre toda la información conocida al respecto, Sófocles eligió el momento en que Edipo era rey de Tebas y esta ciudad estaba atacada por una ­peste que aniquilaba a la población. A partir de allí se desarrolla la tragedia, centrada en la búsqueda del asesino de Layo, el rey anterior que había sido atacado por un desconocido en medio de un camino.
Para comprender la tragedia escrita por Sófocles, y en especial la esce­na que van a leer, es preciso conocer ciertos hechos de la vida Edipo anteriores al momento en que se inicia la obra y también otros que forman parte del comienzo de la tragedia.
¿Quién era Edipo?
Edipo creía ser hijo de Pólibo y Peribea, los reyes de Corinto. Sin e1embargo, sus verdaderos padres eran Layo y Yocasta, los reyes de Tebas. De­bido a una profecía, su verdadero padre lo dio -al nacer- a un pastor para que lo arrojara a las aguas, pero el pastor se apiadó de Edipo y lo entregó a los reyes corintios, quienes siempre le ocultaron la verdad.
Un día, al llegar a su juventud, alguien le dijo a Edipo que no se parecía en lo más mínimo a sus supuestos padres. Como era costumbre en esos tiempos, Edipo decidió consultar al oráculo de Delfos, la ciudad donde se encontraba el templo consagrado al dios Apolo, para averiguar qué era lo que le deparaba el destino. La adivina del templo le gritó que se alejara porque su destino era matar a su padre y casarse con su madre. Como Ed:ipo quería profundamente a quienes consideraba sus verdaderos padres, no les deseaba ningún mal, decidió abandonar a Pólibo y Peribea y dejar Corinto para siempre.
Mientras andaba a pie, de pronto, se encontró con un hombre a quien no conocía y que le ordenó que se corriera del camino para dejarle el pa­so. Edipo, quien solo reconocía la autoridad de sus padres y de los dioses, se negó a obedecer. El hombre avanzó entonces con su carro y Edipo, en­furecido, lo derribó del carruaje ocasionando su muerte al ser arrastrado por sus propios caballos. Ese hombre era Layo, el verdadero padre de Edi­po: sin saberlo, este había cumplido una parte del oráculo.
Edipo continuó su camino, que lo conducía hacia la ciudad de Tebas, la cual estaba siendo azotada por la Esfinge, un monstruo con cabeza de mujer, cuerpo de león, cola de serpiente y alas de águila que exigía sacri­ficios humanos por parte de la ciudad. La Esfinge era el castigo que los dioses habían impuesto sobre la ciudad y solo la abandonaría cuando al­gún viajero que pasara por allí resolviera el enigma que el monstruo había planteado: "¿Qué ser, con solo una voz, tiene a veces dos pies, a veces tres, a veces cuatro y es más débil cuantos más pies tiene?". Edipo adivinó inmediatamente la respuesta: "El hombre -contestó-, porque se arrastra a gatas cuando es niño, se mantiene firmemente en sus dos pies en la juventu­d y se apoya en un bastón en la vejez." La Esfinge liberó entonces a la ciudad de su castigo. Agradecidos, los habitantes de Tebas aclamaron rey a Edipo, quien se casó con la reina Yocasta, su verdadera madre. Así, Edi­po cumplió con la segunda profecía del oráculo.

Edipo en la obra de SófoclesFrente a la peste que azota a la ciudad de Tebas, el pueblo le reclama al rey, Edipo, una solución. Edipo envía a su cuñado Creonte, hermano de la reina Yocasta, para que consulte con el famoso oráculo del dios Apolo ­en la ciudad de Delfos. Como respuesta, el oráculo anuncia que la ciu­dad se salvará de la peste si consiguen condenar a los asesinos de Layo, ­el rey anterior. Edipo maldice a los desconocidos asesinos y se propone encontrarlos y develar la verdad. Para ello, pide la ayuda de Tiresias, el ciego adivino que parece saberlo todo. La escena que presentamos es el encuentro entre Edipo y Tiresias, del cual el testigo el coro.

Instrumentos para analizar el texto
Los personajes
En la escena leída, dos son los personajes que dialogan entre sí: Edipo y Tiresias.
Edipo: Es el héroe trágico que protagoniza la obra. Debido a su afán por llegar a la verdad y develar enigmas, hay quienes lo consideran el primer detective de la literatura universal. El hecho de que no se dé cuenta inmediatamente de que el asesino de Layo es él mismo y de que Layo es su verdadero padre no contradice su actividad detectivesca; por el contrario, la estimula cada vez más.
La historia de Edipo demuestra que -para la con­cepción trágico-heroica de la vida humana- el hombre siempre está sometido a la voluntad de los dioses. Por eso, la revelación final confirma que el oráculo de Apolo, por el cual se anunciaba que Edipo mataría a padre y se casaría con su madre, estaba en lo cierto. Cuando Edipo descubre la verdad, se quita los ojos para no ver el horror en que se encuentra.
Tiresias: Es el adivino que desde el comienzo sabe cuál es la verdadera identidad de Edipo. A lo largo de la escena, pone en evidencia que no siempre quien tiene la verdad delante de los ojos puede verla. Por eso, tras su ceguera parece esconderse su poder de adivinación. Además, en la escena está presente el coro de ancianos tebanos que es testigo de toda la acción y el niño que acompaña, a modo de lazarillo, al ciego Tiresias.
En la tragedia Edipo rey intervienen también otros personajes:
Sacerdote: es el personaje que, al comienzo de la tragedia, le cuenta a Edi­po los males que la ciudad sufre a causa de la peste y le implora que averigüe la identidad del asesino de Layo, el rey anterior, para salvar a Tebas.
Creonte: es el cuñado (y tío) de Edipo, el hermano de Yocasta. Edipo lo envía consultar con el oráculo de Delfos y, a su regreso, trae consigo a Tiresias para que ayude a develar el enigma sobre los asesinos de Layo. Edipo lo acusa injustamente de organizar un complot contra él para quedarse con el trono. Yocasta: Es a la vez la esposa y la madre de Edipo, si bien ninguno de los dos conoce este lazo familiar. Cuando ella se entera de la verdad, no puede soportarla y acaba con su vida.
Mensajeros: son personajes frecuentes en las tragedias. Su función es brindar información a los personajes principales, relatando aquello que transcurre fuera de la escena.
Pastor: la figura del pastor es central en la historia de Edipo porque es quien reconoce, hacia e! final de la obra, que Edipo era el hijo de Layo que había sido adoptado por los reyes de Corinto.

El enigma en Edipo reyComo ha sido explicado antes de la lectura de la escena de Edipo, en la vida del protagonista había sido de fundamental importancia el develamiento de enigmas. Es gracias a la resolución del enigma propuesto por la Esfinge, que Edipo accede al trono de la ciudad de Tebas. En la escena elegida, es posible observar cómo Edipo se siente orgulloso de su poder de razonamiento por haber resuelto el acertijo con su propia inteligencia y sin pedir la ayuda de los dioses. Sin embargo, el diálogo que mantiene con Tiresias revela que, pese a su superioridad, el protagonista no pue­de escapar de las leyes del destino. En la tragedia de Sófocles, hay dos enigmas más que se relacionan entre sí: ¿Quién es el asesino de Layo, responsable de la peste que acosa a la ciudad? Y ¿Cuál es la verdadera identidad de Edipo? Para llegar a la solución de estas preguntas, tiene lugar una serie de pe­ripecias que provocan el reconocimiento final.
La peripecia y el reconocimiento
En la tragedia, todos los hechos se organizan manteniendo una relación verosímil. Se llama peripecia a la serie de hechos que se suceden en esce­na y que entablan entre sí una relación sorprendente a pesar de su vero­similitud. Para que haya peripecia es preciso que a una acción la suceda otra que no sea la esperada.
En Edipo rey hay varias peripecias. En la escena leída, Edipo convoca a Tiresias para que lo ayude a descubrir al culpable, pero Tiresias le sugiere que él mismo es el culpable. Esta acción, contraria a la esperada, forma parte de la peripecia.
El reconocimiento es el momento en el que todos, y especialmente el protagonista, conocen la verdad. Se trata de un pasaje de la ignorancia al conocimiento. Hay diferentes maneras de que en la tragedia se produzca el conocimiento: puede ser por una casualidad o debido a una o más pe­ripecias, como sucede en el caso de Edipo. Entre todas las variantes del re­conocimiento, la que produce mayor efecto es aquella causada por la peripecia. En este caso, el reconocimiento tiene su origen en el modo en que suceden los hechos, de manera tal que provocan sorpresa en el lector -espectador.

La Ironía trágica
El diálogo entre Edipo y Tiresias pone al descubierto no solo la identi­dad del asesino de Layo, sino la del mismo Edipo. Sin embargo, el protagonista no está en condiciones de aceptar que él ha asesinado a Layo y, por lo tanto, a su propio padre. Edipo ha querido evitar su destino, pero es imposible. Al destino revelado se lo denomina ironía trágica. En ese sentido, es fundamental que los espectadores y alguno de los personajes conozcan antes que el protagonista la verdad de su historia.

2 comentarios:

Ay, Georgina ¡qué bolazo! dijo...

Hola! cómo estás?
Llego casi un año después de la publiación de esta entrada. No sabes cuánto me has ayudado! Para mañana debo entragar el análisis de la obra. Mejor dicho, de Tiresias en Edipo Rey, y has sido mi salvación!
Eternamente agradecida! Gracias miles!
Muchos saludos!

Adolescente·Soy

Anónimo dijo...

SOY NOE Y ME SALVAST X Q MAÑANA TENGO PRUEVA Y NISIQUIERA LEI EL LIBRO GRAAAAAAAAAACIAS

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