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14 de enero de 2009

El Popol-Vuh - LOS LIBROS DEL PUEBLO MAYA


El Popol-Vuh - LOS LIBROS DEL PUEBLO MAYA
Los mayas habitaron el sur de México, en la Península de Yucatán. La cultura maya se carac­terizó por la construcción de maravillas arqui­tectónicas que todavía hoy pueden contemplarse.
En los libros del Chilam Balam (la palabra chilam significa "sacerdote") se transcribieron las profecías con respecto a la llegada de los es­pañoles. Como estos textos se pusieron por escri­to con caracteres latinos en el siglo XVI, resulta dudoso su carácter profético. El más conocido de estos textos es el Clúlam Balam de Chumayel (Chumayel es el lugar donde fueron encontra­dos). La copia que ha llegado hasta nuestros días pertenece al siglo XVIII.
Los mayas asignaron a la habilidad de escribir un origen divino: el dios Itzamná, señor de los cielos, fue su creador. El Popol-Vuh es el más importante documento escrito perteneciente a es­te pueblo y se lo considera como el equivalente de la Biblia, del Corán, y de otros textos sagra­dos. Tradicionalmente se tradujo el título como Popol = "comunidad", "consejo", y Vuh = "li­bro". Un traductor reciente, el indio bilingüe A­drián Chávez, rectificó esta traducción y propuso otra: Pop = "tiempo", y Wuj = "libro", "escritu­ra".
La versión que hoy conocemos y que ha si­do la más difundida es la compuesta a partir de una traducción francesa hecha por el profesor Georges Raynaud. Esto demuestra el complica­do camino que siguieron estos textos hasta nues­tros días, y la dificultad para la interpretación que aún encierran. El texto original no tuvo divi­siones, pero en la actualidad se lo ha publicado precedido por un prólogo al que siguen once "tradiciones" .
Las once "tradiciones" pueden ser agrupadas en tres partes:
en la primera se narra la creación del mundo y las sucesivas creaciones y destruc­ciones de distintos ensayos del género humano; en la segunda se narran las aventuras de dos hé­roes míticos, Junajup (el Cerbatanero) e Ixba­lamque (el Tigre), que luchan en el reino de las sombras, Xibalba; en la tercera se cuenta la apa­rición de las principales familias mayas, sus pe­regrinaciones, sus sucesivos asentamientos, sus luchas contra la naturaleza hostil y los enemi­gos, hasta la conquista realizada por Pedro de Alvarado, en 1524.
El Popol- Vuh es considerado como un relato en clave de las distintas etapas vividas por el pueblo maya. Por ejemplo, los cuatro intentos que realizan los dioses para crear a los seres que deberán alabarlos han sido interpretados de la si­guiente manera: la primera vez, crean animales que no son capaces de pronunciar los nombres divinos y, por lo tanto, se los condena (primeros asentamientos indígenas en la Península de Yuca­tán). La segunda vez, se crean hombres de barro que hablan sin sensatez y que son destruidos (se­gundo asentamiento). La tercera vez, se crean hombres de madera, sin sangre y sin sabiduría que no alaban a los dioses y que, por lo tanto, también son destruidos (tercer asentamiento).
Fi­nalmente, se crea al hombre definitivo, que es a­limentado con maíz, cuyo cultivo marcaría el surgimiento definitivo del pueblo maya.

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