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4 de febrero de 2009

Análisis de Amor secreto de Manuel Payno


Análisis de Amor secreto de Manuel Payno

“Amor secreto”, a pesar de todos los ingredientes románticos, se salva por su sinceridad y por su técnica. Hoy día, la trama puede parecer ridícula: el amor es imposible porque Alfredo es humilde y Carolina rica; la fatalidad impide que él se declare; la idealiza tanto que continúa queriéndola aun después de saber que ha tenido ocho amantes; la sigue a la tumba y vive sumido en la mayor tristeza por un amor que nunca se atrevió a confesar. 

La trama sentimental va acompañada de las descripciones netamente románticas, las exaltaciones, las exclamaciones y los desmayos. Sin embargo, el cuento no deja de tener interés. Aunque nos cuesta identificarnos con Alfredo, su actitud es completamente sincera. El descubrimiento de la frivolidad de Carolina podría ser el desenlace, pero la persistencia del amor de Alfredo convierte lo que sería un cuento de final ingenioso en un cuento de emoción verdadera. A diferencia de muchas novelas sentimentales, la acción es rápida debido a las pocas descripciones, al uso frecuente del pretérito y a los diálogos que forman un marco alrededor del cuento.
Para un cuento escrito en la etapa primitiva del género, “Amor secreto” tiene una estructura muy bien planeada. En el primer párrafo, el autor narra la historia en primera persona. Entra Alfredo y en el diálogo que sigue, poco a poco Alfredo va dominando la escena hasta sustituir al autor como narrador. Durante la narración, sólo dos veces se siente la presencia del autor (“has experimentado...”; “como te he repetido”) pero esas dos ocasiones son necesarias para justificar la pregunta del autor en la última página y en la oración final del cuento. Dentro del marco, algo artificial, de los diálogos entre Alfredo y el autor, la narración de Alfredo tiene una unidad muy estrecha basada en la primera y la última noche que éste vio a Carolina y en el resumen de una sola frase que hace de su amor en la última página: “la seguí a la tumba, como la había seguido a los teatros y a las máscaras”. La mención del título en la primera frase que dice Alfredo y otra vez, pasada la mitad del cuento, también sirve para reforzar la estructura.
Un rasgo estilístico que da al cuento no sólo unidad, sino también cierto ritmo artístico es el uso de series o frases paralelas de tres. Sirvan de ejemplo: “Es una tontería, un capricho, una quimera...”; “esta pasión ardiente, pura y santa...”; “Carolina bailó, platicó con sus amigas, sonrió...”; “Que no siente, que no ama, que ni aun conoce...”; y “tan hermosa, tan alegre y tan contenta...”.
Teniendo en cuenta que la María de Isaacs y todas sus imitaciones no se publicaron hasta unos veinticinco años después de “Amor secreto”, el cuento de Payno tiene que ser considerado como una de las muestras más importantes da la fase sentimental del romanticismo. Además, el predominio de los sentimientos por encima de la razón del protagonista y la expresión sincera de esos sentimientos son rasgos que contribuyeron a formar toda una tradición dentro de la prosa narrativa de México.

Si necesitas descargar el cuento pulsa aquí:

Biblioteca Amor secreto de Manuel Payno (1)



Biografía de MANUEL PAYNO
[1810-1894]


Mexicano. Hombre activo en la vida pública de su país. Ministro de Hacienda en varias ocasiones, diplomático, senador y periodista prolífico. Luchó en la guerra contra los Estados Unidos; fue perseguido por Santa Anna; contribuyó al golpe de Estado de 1857 contra el gobierno de la Reforma; y reconoció el imperio de Maximiliano. Su obra narrativa abarca medio siglo. Sus primeros cuentos se escribieron entre 1839 y 1845. Su primera novela, El fistol del diablo (1845-1846), demasiado larga, reviste el costumbrismo de fantasía. El hombre de la situación (1861), en cambio, es una deliciosa novelita picaresca sobre las aventuras de un inmigrante español y de sus descendientes. “Amor secreto” y otros cuentos de Payno se publicaron individualmente en 1843 y 1844 en la revista literaria El Museo Mexicano antes de ser recogidos en 1871 en el tomo titulado Tardes nubladas. Su obra maestra es Los bandidos de Río Frío (1889-1891), novela que, a pesar de sus dos mil páginas, todavía hoy se lee con gusto.

FUENTE: SEYMOUR MENTON
El Cuento Hispanoamericano
ANTOLOGÍA CRÍTICO-HISTÓRICA-
COLECCIÓN POPULAR
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO