Política. Filosofía política. Ciencia política. Conceptualización y alcance.
La Filosofía Política:
La filosofía política es una parte de la Filosofía.
La Filosofía es un conocimiento humano que contribuye a formar la sabiduría del hombre.
La filosofía política, en consecuencia, es conocimiento humano que concurre a formar la sabiduría política del hombre.
Su distinción con la teología política estriba en que ésta es conocimiento político que viene de Dios, es un saber divino, mientras que la filosofía política es un saber netamente humano.
La filosofía política es un conocimiento especulativamente práctico que busca conocer para dirigir la acción humana.
La filosofía política, por tanto, busca aprehender el FIN y el SENTIDO ULTIMO de lo político y del acontecer político mismo.
Utiliza como método, el buscar las "primeras causas" de la política, vale decir, establecer sus raíces.
Es por ello, que la filosofía política contiene enunciados normativos y éticos. Se sitúa como un componente basal del discurso político.
Más que percibir en fenómeno político, la doctrina política busca crear o elaborar los valores, ideales y grandes objetivos políticos.
La filosofía política no se va por el diagnóstico político (lo que teológicamente sería la denuncia profética), sino que persigue la formulación de los grandes ideales políticos (lo que teológicamente consistiría en el anuncio profético).
Esta característica de la filosofía política, hace que en su formulación tienda más bien al conocimiento puro con mayor frecuencia, sin desdeñar el conocimiento aplicado, el cual también utiliza combinadamente con el primero.
Por lo tanto, su método de conocimiento será el deductivo, a partir de ciertos principios establecidos a priori.
Sin embargo, no dejará totalmente de lado la realidad, de donde también extraerá datos de significación relevante para apoyar sus postulados.
La reflexión filosófica-política ha tenido normalmente su impulso de partida en la necesidad de tener que justificar determinadas formas de gobierno, y para ello, ha focalizado su campo de estudio a nivel de "las esencias", es decir, al nivel "del ser" de la política (aspecto ontológico) y a nivel "moral" (aspecto axiológico).
Lo anterior, ha llevado a algunos estudiosos (Heller) a postular que sólo con un trasfondo filosófico puede la ciencia política pensar el mundo como unidad, de lo que se deduce que la ciencia política no es otra cosa que una rama de la filosofía política, y por cierto, subordinada a ésta.
El pensador de esta corriente jurídico-filosófica más relevante de la modernidad es el filósofo francés Jaques Maritain.
Por el contrario, hay otros pensadores que postulan que la filosofía política ha muerto y que ha sido sustituida por la ciencia política, la cual está libre de ideologismos (escuelas filosóficas positivistas y neopositivistas).
Finalmente, hay quienes sostienen que la filosofía política tiene una función distinta que la ciencia política, y que ambas disciplinas satisfacen necesidades diferentes.
La Ciencia Política:
¿Qué es la ciencia política?
Lo cierto es que no resulta fácil responder esta interrogante.
Definir la naturaleza de la ciencia política ha sido un asunto muy debatido, respecto del cual aún no hay acuerdo.
Se pueden identificar, hoy en día, tres perspectivas desde las cuales se mira a esta ciencia:
La perspectiva teórica-normativa.
Esta perspectiva de la ciencia política da origen a lo que se han denominado los teorías normativas.
Aristóteles, exponente clásico de estas teorías, entiende a lo que hoy día se denomina ciencia política "como la doctrina de la vida buena y justa", y entiende que ella es una prolongación de la ética.
Santo Tomás, quién recogió el pensamiento aristotélico, visualizó lo que hoy llamamos ciencia política, y que en su lenguaje era "la preocupación por la política", como la búsqueda de la recta vida humana de la multitud", o dicho de otra forma, como la construcción del "bien común".
Los que en el presente adoptan esta perspectiva de la ciencia política, como por ejemplo Jaques Maritain, la entienden como una ciencia humana y más precisamente, como una ciencia moral de carácter especulativo-práctico.
A consecuencia de esa forma de entenderla, postulan que la ciencia política se construye a partir de una tensión teórico-práctica entre el bien común (lo teórico) y el poder (lo práctico).
Desde esta perspectiva normativa, se considera entonces a este saber como "una ciencia arquitectónica de la sociedad", que combina el conocimiento especulativo con la realidad práctica.
Se trata, de acuerdo con esta forma de apreciar a la ciencia política, de que ella analice la realidad política buscando la posibilidad de llevar a la práctica el "orden de la recta convivencia humana de la sociedad, acorde con la naturaleza ético-espiritual del hombre".
La perspectiva empírico-analítica.
Desde esta perspectiva, la ciencia política es enfocada dentro de la lógica positivista, según la cual, las categorías científicas pueden adecuarse a las realidades parciales, siempre que se logre identificar los nexos entre unas y otras, anulando de paso cualquier interferencia de carácter subjetiva sobre la apreciación de la realidad.
La visión empírico-analítica de la ciencia política da paso a las escuelas funcionalistas de dicha disciplina (Admond, Coleman) y a las corrientes denominadas de "análisis de sistema" (David Easton y Karl Deutsch).
No es el objeto de este curso indagar en la naturaleza de estas corrientes de la ciencia política de carácter positivista.
La perspectiva crítico-dialéctica. (o crítico-social)
La ciencia política, de acuerdo con esta perspectiva, es observada y entendida como "una praxis política".
Esta praxis política es asimilada o identificada como una "praxis social", por lo que resulta fundamental observar la realidad y a partir de ella, descubrir y formular los contenidos generales de la ciencia política.
Junto con observar la praxis social, se deben también mirar a las instituciones políticas, entendidas éstas como instituciones de dominación propias de una clase social.
En suma, la ciencia política, desde esta perspectiva, se nutre de las categorías analíticas que se extraen a partir del movimiento histórico del proceso social.
Es a partir del conocimiento de ese proceso social que se determina la necesidad de mediar entre las diversas formas de poder político, las diversas formas de reproducción social y aquellos sectores organizados que han adquirido conciencia social.
Representativos de esta escuela de estudio del fenómeno político-social son, entre otros, Marcuse y Althuser.
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