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3 de marzo de 2011

Simbología: La cigüeña o garza

Simbología: La Cigüeña o garza.
Aunque el Levítico
(1 1,18-19) la califica de inmunda
la cigüeña es casi siempre un ave de
buen augurio. Es un símbolo del amor filial,
pues se pretende que alimenta a su padre en
la vejez. Se asegura, en ciertas regiones, que
trae a los niños; lo que podría no estar exento
de relación con sus hábitos de ave migratoria,
cuyo regreso corresponde al despertar
de la naturaleza. Pero en la misma perspectiva
y por la misma razón se atribuye a su
sola mirada el poder de causar la concepción.
En la China se dice algo parecido de la
garza real.
La garza, la cigüeña y el ibis son aves
destructoras de serpientes. Son pues los adversarios
del mal, animales antisatánicos y
en consecuencia símbolos de Cristo. En el
antiguo Egipcio el ibis era un aspecto de
Thot, personificación de la Sabiduría, y el
fénix, símbolo del ciclo solar y de la resurrección,
podría muy bien haber sido la garza
real purpúrea. La actitud de estas aves,
erguidas, inmóviles y solitarias sobre un solo
pie evoca naturalmente la contemplación.
En el Extremo Oriente. y especialmente
en el Japón la cigüeña se confunde fácilmente
con la grulla, y aparece como un
Símbolo de inmortalidad.
Es por lo menos el símbolo más corriente
de la longevidad. Se le atribuye el poder de
alcanzar una edad fabulosa. Pero cuando llega
a seiscientos años ya no come más, contentándose
con beber para vivir; a partir de
los dos mil años se vuelve toda negra. Es,
con la liebre y el cuervo, un animal que gusta
a los alquimistas taoístas.