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14 de abril de 2013

¿Qué es un folletín? -DEFINICIÓN DE FOLLETÍN


¿Qué es un folletín? -DEFINICIÓN DE FOLLETÍN
Folletín: obra crítica o narrativa publicada de manera periódica en un órgano de prensa, revista o periódico. Destinada al gran público, alcanzó su apogeo en el siglo XIX, influyendo en el propio proceso de la escritura y en el comportamiento de los lectores.
 Suele distinguirse entre la publicación por entregas y el folletín de prensa. El folletín constituía una sección concreta de las publicaciones periódicas francesas del siglo XIX, en las que aparecían trabajos como ensayos, críticas de libros, relatos de viajes o memorias que, debido a sus dimensiones, se publicaban por partes. Poco después de su difusión en Francia, el resto de los periódicos europeos y americanos contenían ensayos y, sobre todo, novelas publicadas fragmentariamente.
 La novela por entregas, por su parte, surgió cuando los directores de las publicaciones periódicas se dieron cuenta del potencial publicitario que podía representar la novela de un escritor conocido que se publicaba de modo periódico, o cómo podían quedar atrapados los lectores ante un relato de misterio bien escrito. Uno de los mayores éxitos, y casi el primero, de la novela por entregas fue la publicación de Los misterios de París, de Eugène Sue (140 episodios en 1842-1843). Éxito que tuvo continuidad en El judío errante, del mismo autor, aparecido en 1844-1845.
 A partir de entonces, en Francia los grandes autores del momento no dudaron en publicar por entregas sus obras, como ocurrió con Alfred de Musset, Chateaubriand o el maestro absoluto del género, Alexandre Dumas. Lo mismo ocurrió con figuras indiscutibles, como Honoré de Balzac y Émile Zola; y en Inglaterra, sobre todos los demás, con Charles Dickens. Destacó Arthur Conan Doyle, autor de las famosas aventuras del detective Sherlock Holmes, un personaje al que su autor mató en una de las entregas, pero debido a las exigencias del público, tuvo que resucitar mediante recursos poco creíbles, pero de tremendo impacto.
 En España, donde utilizó técnicas folletinescas hasta el propio Benito Pérez Galdós, también a mediados del siglo XIX, se inició la publicación de obras en fragmentos de extensión variable y con periodicidad que podía ser mensual, bimensual o semanal. No se incluían en la prensa escrita, sino que se editaban sueltas y el público recibía en sus casas cada entrega o la retiraba de puntos previstos, acompañadas en ocasiones de regalos, lo que en cierto modo prefigura ciertas técnicas de mercadotecnia actuales.
 Por regla general, en las novelas por entregas, que gozaron de gran popularidad hasta fines del siglo XIX, el editor fijaba el argumento de la primera entrega, así como el título, con objeto de enganchar a suscriptores. Contaban con un público variado, esencialmente popular, aunque también las leían miembros de las clases medias y altas. Los temas de estas obras eran variados y sus autores, unos eran especialistas en la novela popular y otros gozaban de renombre, pero encontraron en estas manifestaciones literarias un modo de ganarse la vida. Sin embargo, aunque no todos cedieron a las presiones económicas, la independencia de los creadores muchas veces quedaba en peligro debido al propio sistema de publicación. Habitualmente les dejaban poco tiempo para realizar investigaciones, y el ritmo de trabajo que imponían era sostenido y regular.
 El folletín imponía, por otra parte, argumentos y esquemas narrativos simples, como los idilios amorosos o la multiplicación de las complicaciones de la acción. Exigía la aparición de un elemento misterioso al final de cada episodio, una visión maniquea del mundo con una simplificación entre el bien y el mal resuelta de modo tosco, y de comportamientos estereotipados.
 Hoy en día, aunque algunas obras, sobre todo las de carácter policiaco, aparecen en la prensa popular, el género ha sido superado por las series televisivas, sus herederas.

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