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25 de julio de 2013

EL LIBERALISMO ECONÓMICO. SINDICALISMO, ANARQUISMO Y SOCIALISMO

Resumen : EL LIBERALISMO ECONÓMICO. SINDICALISMO, ANARQUISMO Y SOCIALISMO


Esta corriente de pensamiento económico se desarrolló durante el siglo XVIII y se expandió a partir de la Revolución Industrial.
El liberalismo propiciado por uno de sus creadores, el inglés Adam Smith (1723–1790), sostiene básicamente los siguientes principios:

􀀀 El Estado no debe intervenir en materia económica, ya que la economía y el mercado se rigen por sus propias leyes naturales (ley de la oferta y la demanda), absolutamente independientes de las decisiones políticas. Los productores y comerciantes deben tener absoluta libertad para fijar los precios de las mercancías que concurren al mercado. Los productos que no se adecuen por precio y calidad a este juego libre del mercado serán eliminados por la competencia.
􀀀 El Estado no debe intervenir en lo social. Por ejemplo, no debe regular las condiciones de trabajo ni la relación entre patrones y obreros. Los liberales sostienen que las funciones del Estado deben ser mínimas. Para los liberales ( y la burguesía triunfante del siglo XIX adhería absolutamente a estas ideas liberales), la riqueza y la pobreza de los hombres eran explicadas como resultado de los esfuerzos individuales. Era pobre quien no tenía capacidad para hacer fortuna.

􀀀 La frase básica que resume el pensamiento del liberalismo es "Dejad hacer, dejad pasar" (laissez faire, laissez passer)."Dejar hacer": significa dar plena libertad de producción. "Dejar pasar": significa establecer la libertad de circulación de mercaderías y riquezas suprimiendo las barreras aduaneras entre los estados.

􀀀 En el aspecto comercial, el liberalismo se expresa en la teoría del librecambio, que fue impulsado por Gran Bretaña y que consiste en la supresión de las barreras (impuestos o aranceles) aduaneros en los distintos estados. Otros estados adoptaron este sistema de librecambio o libre comercio, al que consideraban el único camino para lograr el progreso. Sin embargo, algunos países como Alemania y Estados Unidos protegieron sus industrias mediante fuertes impuestos aduaneros, es decir que adoptaron en su economía el proteccionismo económico, que es lo contrario del librecambio.

SINDICALISMO, ANARQUISMO Y SOCIALISMO

El panorama de injusticia social, en el cual el progreso técnico sólo beneficiaba a un mínimo sector de la población, derivó en el surgimiento de diferentes formas de respuesta en busca del objetivo de lograr una mayor equidad. Así surgieron el Sindicalismo, el Anarquismo y el Socialismo.

Las primeras reacciones de los obreros, especialmente en Inglaterra y en Francia, frente a las terribles condiciones de vida y de trabajo, tuvieron como consecuencia la formación de asociaciones de trabajadores (sindicatos) que luchaban por mejorar la situación de la clase obrera.

Las organizaciones de obreros (sindicalismo) encontraron fuertes resistencias en su origen pero con el tiempo la fuerza de este movimiento fue obteniendo logros a través de las luchas obreras. Los sindicalistas consideraban que los obreros organizados sólo debían buscar la mejora de su condición laboral a través de los sindicatos, con la huelga como medio de presión para negociar con los patrones. A diferencia de socialistas y anarquistas, dejaban de lado las aspiraciones de reforma política.

En el plano intelectual se originó un conjunto de ideas que no solamente criticaban las injusticias existentes sino que proponían diversas formas de lograr una sociedad más igualitaria, esta corriente ideológica es conocida como Socialismo. El socialismo científico (marxismo) fue creado por Carlos Marx con la invalorable colaboración de Federico Engels. En sus obras "El Capital" y "El Manifiesto Comunista", plantearon una dura crítica al sistema capitalista. Partieron de un análisis de la historia desde los comienzos de la humanidad y sostuvieron que la lucha entre las clases sociales poderosas (dueños de los medios de producción) y las clases por ellos dominadas (dueñas solamente de su fuerza de trabajo), eran las que habían provocado los grandes cambios sociales (esclavos contra amos, siervos contra nobles).
En la sociedad industrial esa lucha se daba entre los burgueses capitalistas (dueños de fábricas, de maquinarias) y los obreros o proletariado. Criticaban al sistema capitalista, cuya base es, precisamente, la propiedad privada, y proponían la destrucción violenta del mismo a través de la revolución del proletariado. Eran partidarios de alentar la lucha de clases (obreros contra burgueses) y de que el proletariado participara de la lucha política. Marx señalaba que "la liberación de la clase obrera debe ser obra de los mismos trabajadores".

Esta revolución violenta conduciría a la eliminación de la propiedad privada y por lo tanto a la desaparición de las clases sociales. La revolución del proletariado, originaría el fin del capitalismo y el nacimiento de nueva sociedad igualitaria, sin clases: la sociedad comunista.

Durante la Segunda Internacional, llevada a cabo en París a fines del siglo XIX, quedaron bien definidas dos tendencias dentro del socialismo: los socialistas revolucionarios, que apoyaban las ideas de Marx, y el socialismo reformista, que era partidario de abandonar la lucha violenta y transformar la sociedad a través de partidos obreros que llegarían al parlamento desde donde se sancionarían leyes que gradualmente irían aliviando la dura situación de los trabajadores.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial (1914), solamente los socialistas revolucionarios defendieron el internacionalismo proletario y la oposición a la guerra que llevaría al enfrentamiento entre obreros de distintos países. El Manifiesto Comunista con una frase famosa: "¡Proletarios de todos los países, uníos!" proclamaba el "internacionalismo proletario", porque consideraba que la solidaridad entre los obreros de todos los países era la mejor manera de luchar contra el capitalismo mundial.

La Revolución Rusa (1917), a partir de la acción de Lenin, fue la primera puesta en práctica de la teoría de Marx. Consideraba que la revolución social se iniciaría un los países industrializados, pero la Rusia de los zares tenía un 80% de población campesina, por lo cual las condiciones de base fueron muy distintas.

Otra de las posturas críticas a la sociedad capitalista y sus injusticias fue el anarquismo. El anarquismo, cuyos máximos exponentes fueron Pierre Proudhon y Mijail Bakunin, también deseaba construir una sociedad sin clases sociales. Se centraba en la idea de que todo Estado es opresor (anarquía significa "sin gobierno"). Por lo cual planteaba la desaparición del Estado y no confiaba en prácticas políticas como por ejemplo el voto, la formación de partidos políticos y la existencia de un parlamento o cuerpo de representantes. Su ideal fue una sociedad de hombres totalmente libres, sin Estado (al que consideraban un instrumento de la clase dominante y opresora).
El medio más eficaz de propaganda para difundir su ideario era la lucha constante de obreros, campesinos y estudiantes contra la burguesía. La organización sindical era la herramienta más importante de su lucha, y se manifestaron a favor de la acción directa:
la huelga general y el atentado. Sus consignas de lucha se basaron en el objetivo último de construir una nueva sociedad sin patrones, sin gobiernos y sin religiones.

Aunque las diferencias entre sindicalistas, socialistas y anarquistas fueron de importancia tuvieron en común el objetivo de crear las condiciones para el surgimiento de una nueva sociedad.