LA FORMACIÓN DEL
IMPERIO AZTECA
Resumen:
Los aztecas fueron un pueblo guerrero originario del norte del actual
territorio mexicano. Tras asentarse en el valle de México, lograron construir
el imperio centralizado más importante de Mesoamérica. Durante 200 años, hasta
la llegada de los españoles, sometieron a sus vecinos, cobrándoles tributos.
Al llegar a! valle de
México, los aztecas se instalaron en una isla del lago Texcoco y fundaron, en
el año 1325, la ciudad de Tenochtitlán. Luego de su instalación, iniciaron una
guerra contra los pueblos vecinos.
Realizaron una alianza con las ciudades de Texcoco y Tlacopán, también
ubicadas en la ribera del lago y sometieron y controlaron a las ciudades del
valle.
Con el tiempo, los aztecas fortalecieron cada vez más su poder sobre
los otros pueblos, expandiéndose a nuevas regiones por medio de alianzas o de
la conquista. A partir del siglo XV, consiguieron formar un imperio que incluía a más de
300 ciudades.
Los aztecas imponían al resto de las ciudades el pago de un tributo en
especie y obligaban a los hombres a trabajar en las obras públicas. Sin
embargo, cada una de ellas mantuvo su gobierno y su organización.
EL GOBIERNO DEL IMPERIO AZTECA
El estado azteca estaba
gobernado por un rey llamado tlatoani, que tenía bajo su cargo los
asuntos religiosos y militares: gobernaba de por vida, pero su cargo no era
hereditario.
Para controlar y
gobernar el territorio conquistado, el imperio fue dividido en provincias
administradas por miembros de la nobleza azteca.
La necesidad de
conquistar tierras fértiles, de disponer de una población que pagara tributos y
de esclavos para los sacrificios que ofrecían a sus dioses, hacía inevitable la
guerra permanente con los pueblos vecinos. Esas guerras, llamadas "guerras
floridas", tenían un carácter ritual. El ejército se transformó, por
lo tanto, en un elemento muy importante para el imperio, para emprender nuevas
guerras y para controlar a la población dominada.
Los aztecas
desarrollaron un sistema de escritura pictográfica, compuesto por signos ideográficos,
en los que cada pintura o dibujo representaba una idea. Dichas pinturas
eran realizadas sobre pieles de animales.
Las guerras floridas
La religión dirigía la vida de los hombres y, por esto, las fiestas dedicadas
a las divinidades eran tan importantes. Dentro del panteón de los aztecas,
los dioses que ocupaban el lugar más importante eran Huitziopochtli (dios de
la guerra y de la muerte), Tlá-loc (dios de la lluvia y la agricultura) y
Quetzalcoátl (dios principal del panteón azteca). Las ceremonias eran públicas
y, en ellas, se ofrendaba a Sos dioses comida ritual. Creían en la necesidad de
alimentar a los dioses con sangre para asegurar la sucesión de los días y las
noches. Por eso, en las ceremonias, se realizaban sacrificios humanos, y el corazón
y la sangre eran entregados a los dioses.
Con el fin de continuar con los rituales y asegurar la marcha del mundo,
requerían de hombres para realizar los sacrificios, que obtenían de las
guerras libradas en forma periódica con sus vecinos, en las que no se trataba
de matar enemigos, sino de capturar prisioneros.
La principal actividad económica de los aztecas fue la agricultura.
Para cultivar utilizaron la técnica de roza en los montes, el riego en los Manos, y construyeron terrazas en las sierras.
Pero debido a la escasez de tierras, los aztecas desarrollaron un sistema que
les permitió practicar la agricultura sobre el agua y, para eso, construyeron
jardines flotantes en las partes más bajas de los lagos. Ese sistema fue
llamado chinampa, que
eran construcciones similares a una balsa. Construidas a partir
de una estructura de troncos y ramas,
sobre la que colocaban tierra fértil para practicar la agricultura. Estas
estructuras flotaban y se
anclaban con palos.
El comercio fue muy
importante para los aztecas. El intercambio
a larga distancia era una actividad muy prestigiosa, y quienes lo emprendían
ocupaban un lugar destacado dentro de la sociedad.
Desarrollaban esta actividad
los mercaderes o pochtecas, quienes realizaban intercambios a través del
trueque, utilizando como moneda semillas de cacao, mantas u oro. Los pochtecas
también actuaban como espías en las ciudades con las que comerciaban. A
veces actuaban como un ejército, y en algunos casos, realizaban conquistas. Por
medio de ellos, los aztecas lograron intercambiar bienes materiales y
culturales con los mayas.
Por otro lado, existían
mercados locales, a los que concurrían los habitantes de las ciudades para conseguir
alimentos y artesanías.
Una sociedad
estratificada
La sociedad azteca
estaba compuesta por veinte clanes llamados calpulli, integrados
por grupos de parientes. Cada clan o calpulli contaba con tierras para
la agricultura, un templo y un jefe (aprobado por el soberano). Este jefe se
encargaba de registrar las tierras de cada comunidad, controlar la distribución
entre las familias y supervisar los trabajos de labranza.
La sociedad estaba
compuesta por tres grupos sociales jerárquicamente diferenciados. El primer
grupo en la escala era el de la clase dirigente o pilli, integrada por
sacerdotes, guerreros y funcionarios del gobierno. Los miembros de este grupo
tenían la propiedad de la mayor parte de las tierras, que eran trabajadas por
campesinos, porque ellos no realizaban tareas manuales y tampoco pagaban
tributo. El tlatoani o emperador también pertenecía a este grupo.
En el segundo grupo,
llamado macehualtín, se encontraba la gente común, como los
artesanos, los campesinos y los comerciantes. Pagaban tributo al Estado, tanto
en alimentos (especie) como en trabajo. Es decir, entregaban al Estado parte
de la producción, que era destinada a los miembros del grupo dirigente. A su
vez. tenían la obligación de trabajaren las obras públicas y en las tierras de
los pilli.
En último lugar estaban
los esclavos. En su mayoría, eran obtenidos en las guerras. Otros eran
personas que cumplían una pena por haber cometido algún delito.
Fuente: Historia 2, ED,
Mandioca, Buenos Aires, 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario.