EL LABERINTO: RELACIÓN CON OTROS LENGUAJES
ARTÍSTICOS
Un laberinto (del latín labyrinthus,
y éste del griego labrinzos labýrinzos)
es un lugar formado por calles y encrucijadas, construido con intencional
complejidad con el objetivo de confundir a quienes se adentre en él.
EL
PALACIO DE KNOSSOS: ¿ORIGEN DEL MITO DEL LABERINTO?
Los cretenses, con su legendario rey
Minos, fueron un pueblo navegante. Sus actividades comerciales los relacionaron
con Siria, Fenicia y Egipto, regiones con las que no sólo intercambiaban
objetos sino conceptos de arte. Por esta razón, no sorprende que aparezcan
representaciones de laberintos en los sellos de algunas tumbas del antiguo
Egipto o en la Italia etrusca.
Creta fue una civilización cuya forma de
gobierno era la monarquía. El famoso palacio emplazado en su capital (Knossos)
dejó las huellas arquitectónicas más puras de su estilo.
Los arqueólogos que han rastreado sus
capas sucesivas, desde sus modestos comienzos hasta las complicadas estructuras
de su etapa final, nos ilustran sobre el progreso que había conseguido esta región
y el lujoso modo de vivir de su corte.
Llama la atención que el Palacio de
Knossos no guarde un criterio de reparto simétrico de sus dependencias. Era un
gran edificio monumental desprovisto de murallas, sin ningún tipo de defensa.
Construido con piedras cuadradas, muestra en sus sillares representaciones del
símbolo de la doble hacha. Por esta razón se supone que el nombre de laberinto
fue un derivado de labrix (hacha).
Su estructura constituye un verdadero laberinto
de espacios cerrados y corredores y es difícil orientarse respectoal destino y
la correlación de sus numerosas cámaras y habitaciones. Todo el complejo se
aglutina en torno a un patio central de unos cincuenta metros de longitud y se divide
en dos grandes conjuntos, oriental y occidental, separados por sendos accesos
al norte y al sur.
Por un largo corredor se llega a la sala
del trono con un majestuoso sitial de piedra colocado en lugar destacado y bancos
adosados a las paredes, destinados a dar comodidad a los más altos dignatarios
de la corte o consejo real. Posee también una pintura mural deslumbrante.
Antes de llegar a la sala del trono, en su
antecámara, un gran cuenco de roca compacta y dura nos hace rememorar las
purificaciones rituales que en sus aguas debieron realizar los cortesanos. Esta
sala está situada en un sector privilegiado, dotado de excelente iluminación,
que posiblemente simbolice la concentración de poder que dio razón de ser a tan
espléndida construcción.
En el lado opuesto, a través de un
verdadero vericueto de otros pasadizos, se llega a lo que se supone fue el
dormitorio de la reina, adornado por el maravilloso fresco de los delfines.
También posee una sala de baño con una especie de bañera de arcilla, y la cámara
de aseo con las letrinas. Hay también, en la planta inferior, otro gran
corredor donde se hallaron dispuestas en filas grandes tinajas. Debió ser un
almacén de víveres. Este complicado edificio, atrae la atención de muchos
arqueólogos y arquitectos que aún hoy intentan descifrar el uso de muchas de
sus habitaciones.
SIGNIFICADOS
CULTURALES DE LOS LABERINTOS
En la historia de la humanidad, los
laberintos siempre han aparecido rodeados de múltiples simbolismos. Ya en la
prehistoria, los laberintos dibujados en el suelo permiten interpretar posibles
juegos o danzas llevadas a cabo por los hombres como manifestaciones rituales.
También se los asocia a ritos de
iniciación, ya que el paso de una etapa a otra implica, para quien la va a
transitar, un largo peregrinaje de enigmas y equivocaciones que, en sentido
figurado, es el recorrido de la vida.
En la Edad Media, el laberinto se asoció a
la búsqueda de Dios; representaba el arduo y difícil camino del hombre desde su
nacimiento hasta que lograba el ansiado encuentro con la divinidad. Luego del
vuelco de ideas que tiene lugar durante el Renacimiento, el hombre se convierte
en el centro del sistema. La idea de laberinto entonces comienza a asociarse
con la propia persona, y el centro será el autoconocimiento.
En la actualidad, el laberinto aparece en
las actividades lúdicas, tanto en escenarios reales como ficcionales. Un buen
ejemplo de esto es la serie de juegos de Tomb Raider.
FUENTE: Literatura: 4º año Secundaria, cosmovisión mítica,
épica y trágica / Estela Marta Roca y María Luisa Iglesias. - 1a ed. -
Ituzaingó : Maipue, 2011.
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