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9 de octubre de 2009

Análisis -Resumen de San Antoñito de Tomás Carrasquilla

Análisis- resumen de San Antoñito
de Tomás Carrasquilla

Carrasquilla revela ya una mayor conciencia artística que los autores anteriores. Lo importante de este cuento no es tanto la trama con su desenlace inesperado, sino la creación del ambiente de un pueblo y de una ciudad provinciana de fines del siglo XIX. 

El autor logra captar el espíritu religioso y el ritmo soporífero de la vida colombiana de esa época con un estilo que corresponde al asunto a las mil maravillas. Las oraciones suelen ser muy largas debido al uso de: 

1) series de adjetivos o de frases paralelas: “Sobre tan buenas partes era Damiancito sumamente rezandero y edificante, comulgador insigne, aplicado como él solo dentro y fuera de la escuela, de carácter sumiso, dulzarrón y recatado”; 

2) combinaciones bimembres a base de “y” y hasta palabras bimembres “rodillijunto y patiabierto” y “ojicerrado”; 

3) la repetición del mismo vocablo: “y toda, toda ella se dio a los asuntos de iglesia y sacristía”; “aquella alma que había de remontarse serena, serena”; “y discurriendo, discurriendo cómo rompería la diabólica maraña”; 

4) la aliteración: “repicar recio”; “prendas tan peregrinas como edificantes, fueron poderosas...”; “cual astro de sabiduría y santidad”. 

Además del ritmo soporífero, la prosa de Carrasquilla se distingue por su sabor popular derivado del uso de giros pintorescos y arcaicos y de una variedad de diminutivos y de otros sufijos: 

1) “La no mucha abundancia de su protectora”; “una vez adquiridos los dineros, no se durmió Aguedita en las pajas”; “un curita de misa y olla”; “Juancho le consiguió con mucha rebaja los textos y útiles en la Librería Católica, y cátame a Periquito hecho fraile”; “unos ñoes”; 

2) San Antoñito, Aguedita, Damiancito, curita, pasadita de edad, intriguillas, mocosuelo aviejado y paliducho —una figurilla, el santico, holgadillos, sonrisilla.

Carrasquilla crea el ambiente ultrarreligioso de la vida provinciana con el propósito de burlarse de él. Aunque el fin es inesperado, hay indicaciones anteriores que sólo tienen significado para los que conocen a Carrasquilla. El mismo título indica que el protagonista va a ser adorado por todas las mujeres. Por mucho que su actitud pasiva justifique su apodo, hay alguna que otra nota que hace sospechar al lector de que no se trata exclusivamente del amor religioso: “en quien vino a cifrar la buena señora su cariño tierno a la vez que extravagante, harto raro por cierto en gentes célibes y devotas”. 

Se habla de las “seducciones” de Aguedita y de “la seducción del santo”. La insinuación más directa, e irónica a la vez, del desenlace se nota en la frase de Fulgencia: “y esa modestia: ni siquiera por curiosidad ha alzado a ver a Candelaria”, seguida de un párrafo que explica cómo las señoras vigilaban a la bien parecida Candelaria contra las asechanzas de los hombres. 

La nota del amor sensual que hace contraste con la fealdad ascética de Damián sigue hasta el desenlace : el cubrecama para el lecho de la desposada; los mimos “un tanto sensuales y antiascéticos” de Fulgencia; la angustia de Damián al saber que va a dejar la casa para entrar en el Seminario; y “una carta muy interesante para Aguedita”.

Para captar la impresión violenta que produce el descubrimiento del crimen de Damián, Carrasquilla abandona la narración descriptiva y presenta la acción por medio de una combinación de frases y párrafos cortos con un diálogo muy realista y pintoresco.
“—¡Nos co-mió el ce-bo el pen-de-je-te!” “... Jártalo de almuerzo hasta que reviente.” 

Aunque la trama del cuento no es nada extraordinaria, su elaboración artística lo sitúa por encima de los otros cuentos realistas. El tono ameno, los personajes de lo que podría llamarse la clase media, la afición por lo pintoresco, las descripciones detalladas y el regionalismo en general corresponden al realismo del siglo xix. La conciencia artística de Carrasquilla, que lo distingue de sus contemporáneos de otros países, además de ser propia del genio del hombre, lo pone junto a los grandes hablistas colombianos que han dado a ese país la fama de lucir el mejor conocimiento del idioma español de toda Hispanoamérica.

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BIOGRAFÍA DE TOMÁS CARRASQUILLA
[1858-1940]

Colombiano. Nació en un pueblo de Antioquia de una familia rica y aristocrática. Sus estudios de leyes fueron interrumpidos por la Revolución de 1874. Fue secretario del juzgado municipal y luego juez. A excepción de dos visitas a Bogotá (1896, 1915-1916), pasó toda la vida en Antioquia. Sus obras literarias son productos de una edad madura. Clasificado por mucho tiempo con los costumbristas hispanoamericanos que siguieron las huellas de Pereda, Carrasquilla ha sido “descubierto” últimamente como uno de los primeros novelistas y cuentistas artísticos. Aunque escribe sobre los personajes y el ambiente de su región, su obra tiene más trascendencia que la de los otros costumbristas. Es que se interesa más en la realidad y menos en la caricatura y luce un gran dominio del idioma. Autor de la novela histórica La marquesa de Yolombó (1928); de tres novelas regionales, Frutos de mi tierra (1896), Grandeza (1910) y Hace tiempos (1935-1936); y de varios cuentos largos. “San Antoñito” fue escrito en 1899 pero no se publicó hasta 1914 en España en una colección de seis cuentos de Carrasquilla titulada El padre Casafús.

Fuente: SEYMOUR MENTON

El Cuento Hispanoamericano
ANTOLOGÍA CRÍTICO-HISTÓRICA
COLECCIÓN POPULAR
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO-1992