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1 de abril de 2012

Resumen y análisis de Juan Muraña de Jorge Luis Borges


Resumen y análisis de Juan Muraña de Jorge Luis Borges

Resumen: El narrador, Borges, a través del encuentro casual con un ex compañero de escuela, Emilio Trápani, se entera de la siguiente historia: Trápani es sobrino de Juan Muraña, el más famoso cuchillero de Palermo de fines del siglo XIX. Luego de la muerte del malevo, su viuda -la tía Florentina- se traslada a su casa para vivir con él y su madre.
Su tía vive en un altillo del cual casi nunca sale. Su madre comienza a tener problemas económicos y a temer, por consiguiente, que el dueño de la casa -un barbero de Barracas llamado Luchessi- los desaloje por falta de pago. La tía Florentina repite obsesivamente que "Juan" no permitiría semejante injusticia.
Una noche, Trápani tuvo un sueño en el que ve que el malevo, en lugar de una mano, tiene una garra de buitre. Al día siguiente, su madre lo invita a ir con ella a Barracas a pedir una prórroga a Luchessi y al llegar a la casa de éste, se enteran de que el hombre ha sido asesinado de una puñalada. La policía, por su parte, no encuentra nunca al culpable.
Un día de lluvia, Trápani se acerca hasta el altillo de su tía y la mujer le asegura que su tío vive; para demostrarlo saca el puñal del malevo de un cajón. Entonces Trápani descubre la verdad: la tía ha sido la ejecutora del asesinato; una noche salió furtivamente de la casa y cometió el crimen con la daga, símbolo de Muraña, a quien ella consideraba siempre vivo.

Análisis 
Tema central del cuento: Testimoniar la existencia del
mito del arrabal porteño a través de un personaje arquetípico:
Juan Murana, de una historia y de un símbolo: el cuchillo del compadrito.

Otros temas que surgen del cuento:
· Noción panteísta a través de la idea de que la historia de un hombre puede ser la síntesis de la historia de todos los otros hombres.
· Posibilidad de sobrevivir a través del recuerdo.
· La ley del cuchillo, única reconocida por el compadrito porteño.
· El coraje, religión y ley de la mitología del arrabal porteño.
· Fascinación de un niño ante la revelación de la muerte.
· El barrio, portavoz de las historias individuales de sus habitantes.
 • Los sueños como premonición de los hechos que sucederán en el futuro.

De acuerdo con el contenido, el cuento puede dividirse en las siguientes partes:

 Introducción: encuentro de Borges y Trápani.

Relato de la historia:

a)Presentación de los protagonistas y el contexto.
b)Asesinato de Luchessi.
c)Descubrimiento del culpable.
Juan Muraña es el nombre del malevo, quien, a pesar de haber muerto es convocado nuevamente para ser acto, pasión, a través de su puñal, símbolo de coraje.
Por tratarse de una narración breve, cuyos ingredientes convergen hacia un final intenso y emotivo, pertenece al subgénero cuento; pero, por otra parte, la intervención reflexiva del autor nos hace pensar en un ensayo. En realidad, Borges es el creador de un género propio que participa de las características del cuento y del ensayo.
El relato se halla en el límite de la llamada "literatura fantástica" en donde lo mágico, lo imposible, entran sorpresivamente dentro de la cotidianeidad, integrán­dola. El crítico Tristán Todorov, en Introducción a la literatura fantástica, dice al respecto: " ... es necesario que el texto obligue al lector a considerar el mundo de los personajes como un mundo de personas reales y a vacilar entre una explicación natural y una explicación sobrenatural de los acontecimientos evocados".
Si bien Juan Muraña participa en alguna medida de estos atributos, no resulta prototípico dentro del género, tal como son o ros cuentos del mismo Borges, por ejemplo: El Aleph y El jardín de senderos que se bifurcan.
Temas Principales:
 Dos son los temas centrales del cuento: el coraje y el tiempo. El coraje es encarnado a través de un símbolo --el puñal- el cual, como todo símbolo, posee una característica esencial: la intemporalidad. De esta manera, puede seguir actuando a través de todos los tiempos, como si fuera autónomo, como si tuviera vida propia. Por otra parte, se alude constantemente a lo largo de la obra al tema del tiempo. La frase más reveladora al respecto, y que puede ser la clave de la postura de Borges frente a este tema, es la siguiente: "Una vez, tu finado padre -le recuerda Trápani al escritor- nos dijo que no se puede medir el tiempo por días, como el dinero por centavos o pesos, porque los pesos son iguales y cada día es distinto y tal vez cada hora".
Temas secundarios: el azar; la locura; el amor; el odio; el crimen; la muerte.
Personaje Principal:
 No se puede hablar de un personaje real, concreto, como es lo común en las obras narrativas. Aquí el personaje central, Juan Muraña, es un arquetipo del compadrito. Por ello no evoluciona a lo largo del relato sino que permanece fiel a sí mismo. Todos sus atributos son los que corresponden a un compadrito ideal y su rasgo esencial, el coraje, aparece simbolizado en su cuchillo que es el que lo sobrevive y el que actúa más allá de su muerte.
Personajes secundarios:
La tía Florentina: es la viuda del malevo. Aparece retratada como una mujer solitaria, retraída, quien hasta le "tenía miedo al aire". Este retrato se contradice con la acción de matar al barbero, que requiere destreza, fuerza y energía. A través de esta contradicción, puede sospecharse la existencia real del compadrito como fuerza motora del puñal; Florentina no sería más que la ejecutora pasiva de un mandato del malevo y la que, por la fuerza de su amor, lo salva del olvido a través del crimen.
Borges y Trápani: estos dos personajes se enfrentan, contradictoriamente, repre­sentando mundos opuestos: el primero -autor- se presenta a sí mismo como el intelectual que escribe sobre malevos apoyándose en documentos (recuerda su libro sobre Evaristo Carriego, poeta del arrabal); Trápani, por su parte, representa al hombre común que ha participado vitalmente de una parte de la historia argentina, ya que ha convivido con personajes del arrabal porteño. El distanciamiento, la indiferen­cia entre los dos protagonistas, señalados por Borges al principio de la obra, no hace más que anticipar el abismo existente entre ambos mundos.
Marcos referenciales
Geográfico:  La historia se desarrolla en una vieja casona de Buenos Aires ubicada en el barrio de Palermo y se mencionan algunas de sus calles (San Salva­dor, Thames). Es esa la zona de influencia del malevo Juan Muraña. Se alude también a otro barrio de Buenos Aires, Barracas, donde habita el dueño de casa asesinado. Cabe reflexionar sobre la distancia entre ambos barrios, sobre todo en la época en que transcurre la acción: es evidente que una fuerza sobrenatural ha arrastrado a la tía Florentina a ejecutar semejante crimen en lugar tan alejado de su casa.
En forma incidental se menciona a Morón, barrio de las afueras de la capital, adonde se dirige Borges en tren y en donde encuentra a su condiscípulo Trápani. La imagen que evoca Borges es la de un Buenos Aires de principios de siglo XX, con sus casonas y su incipiente urbanización ("me pareció que había más gente, más tráfico y menos terrenos baldíos").
Histórico. El relato alude a diversos marcos temporales: en la Introducción Borges menciona un trabajo suyo sobre Eva­risto Carriego fechado en 1930; por lo tanto el encuentro con Trápani es posterior a su publicación.
Durante el relato de la historia se ubica la figura de Juan Muraña en vida, a fines del siglo XIX, y el desarrollo de la acción durante el Centenario, es decir, en 1910.
La reflexión final de Borges vuelca el relato a un plano de intemporalidad: transforma la historia en un símbolo que, como tal, está más allá de toda dimensión temporal.
Social: El sector social culto, intelectual, está representado por el propio Borges. Recuerda, por ejemplo, que desde chico ha estado rodeado de libros pertenecientes a sus padres y a sus abuelos.
El grupo social marginado del arrabal porteño está encarnado en la figura de Juan Muraña, pero la alusión no es concreta, sino que el autor presenta a ese sector como si fuera una abstracción.
La atmósfera que rodea al cuento es ambigua, misteriosa, alucinante, llegando a comunicar un sentimiento de estupor cuando se revela el desenlace de la historia.
De esta manera, Borges proyecta lo individual (la historia de un malevo) sobre un plano más amplio, generalizándolo (el mito del malevo).
Tipo de prosa. El relato se caracteriza por su prosa ágil y vivaz. Solamente en la Introducción del cuento y en las Reflexiones finales del autor se utiliza la frase larga,  compleja. En general, se trata de reproducir la sencillez de una simple conversación.
La lengua corresponde a la de un hablante urbano rioplatense. Estos elementos están presentes en el tono coloquial del cuento; en el contenido de los vocablos y en la particular cadencia que surge del ordenamiento sintáctico de las palabras .
· Uso del voseo: ... B0rges, vos, qué podés saber de malevos?
· Oraciones parentéticas: Palermo del cuchillo y de la guitarra andaba (me aseguran) por las esquinas.
Un crítico de la obra de Borges, Jaime Alazraki, al hablar del estilo de este autor, dice: "Para Borges el estilo no es orfebrería sino herrería, no ornato, sino función, uso, eficacia". Efectivamente, existe una íntima correspondencia entre lo que relata y cómo lo relata.
En Juan Muraña hay una clara intención de dar a la historia visos de verosimili­tud; por ello, aparece el nombre de calles concretas, presenta datos de la realidad argentina o el mismo autor se incluye en el relato. Todo esto entra en contradicción con la presencia de otros elementos imprecisos, como el sueño premonitorio de Trápani. A través de estos recursos, el autor logra crear un mundo -muy borgeano- ambiguo y alucinante.
· Adjetivación expresiva: Palabras sigilosas.
· Presencia de datos contradictorios para crear ambigüedad: Yo no había estado nunca en Barracas; me pareció que había más gente, más tráfico y menos terrenos baldíos.
· Uso del color con alguna connotación intencional: Juan Muraña iba trajeado de negro; a la tía Trápani la recuerda siempre de negro; Luchessi aparece descripto como esa figura con ropa negra. Los integrantes de la trágica trilogía aparecen vestidos con el color de la muerte.
· Retratos concisos y sugerentes: Flaca y huesuda, era, o me parecía, muy alta y gastaba pocas palabras.
· Presencia activa del autor en el relato: Me había enseñado, ahora me acuerdo, los rudimentos del lunfardo de entonces.
· Descripción de ambientes: La pieza olía a humedad. En un rincón estaba la cama de fierro, con el rosario en uno de los barrotes: en otro, una petaca de madera para guardar la ropa.