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14 de enero de 2013

La fábula tradicional-La nueva fábula- Actividades y guía de lectura


Leer la siguiente fábula:

LA LIEBRE Y LA TORTUGA (Esopo )  


Cierto día,  una liebre se burlaba de las cortas patas y la lentitud al caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó: «Puede que seas veloz como el viento, pero en una competición yo te ganaría». La liebre, totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta. 
Llegado el día de la carrera, emprendieron ambas la marcha al mismo tiempo.  La tortuga en ningún momento dejó de caminar y, a su paso lento pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, moviéndose lo más veloz que pudo, vio como la tortuga había llegado tranquilamente al final y obtenido la victoria. 

MORALEJA: Con constancia y paciencia, aunque a veces parezcamos lentos,  obtendremos siempre el éxito. 

El texto que acabamos de leer es una fábula, uno de los sub-géneros narrativos de origen oral  más antiguos (4.500 años hasta el presente, tanto en la cultura judeo-cristiana como en la musulmana y oriental). En la fábula, de extensión breve,  se relata un único acontecimiento con un rápido desenlace. En ocasiones aparece, al final, una  sentencia llamada moraleja, en la que se sintetiza la enseñanza del texto. Por otra parte, pueden estar escritas en verso o en prosa. El lugar y el tiempo en que transcurre la acción suele ser indeterminado.

Los temas habituales de las fábulas suelen ser el enfrenta­miento entre el débil y el poderoso, el abuso del poder, la vanidad, el egoísmo, la pereza, la gula, la avaricia, la envidia, la lujuria, la soberbia y los excesos de to­do tipo. Sus protagonistas pueden ser animales u objetos personificados (es decir, humanizados) que reflejan a  la sociedad humana en cuanto encarnan virtudes y vicios de los hombres. El conflicto generalmente se presenta entre personajes con rasgos positivos (inteligencia, astucia, fidelidad, modestia) y otros de carácter negativo (el despotismo, la vanidad, la soberbia, la estupidez). Así, el perro simbolizará  la lealtad; el león, el valor y la fuerza; la zorra, la astucia o la habilidad; el cordero, la mansedumbre y la debilidad; la paloma, la candidez y la pureza; el lobo, la hiena o el tigre, la ferocidad; la violeta, la discreción y la modestia; el ciprés, la tristeza; el roble, la fuerza; la abeja y la hormiga, la laboriosidad; la serpiente la crueldad; el asno, la jactancia y el ridículo, y el mono, la vanidad.
Son famosas las fábulas de Esopo, escritor griego del siglo VI a.C. y de Fedro, fabulista latino del siglo I a.C. Ambos autores tuvieron gran difusión en la Edad Media. De los siglos posteriores, se destaca la obra de Jean de La Fontaine (francés), cuyas fábulas se publicaron a finales del siglo XVII y, en España, Félix María Samaniego, en el siglo XVIII.

En el siglo XX se manifestaron  algunos cambios en el género que desembocaron  en el concepto de nueva fábula. Estas presentan una nueva técnica: en lugar de predicar una moral o educar al lector a través de una moraleja explícita (es decir, expresada directamente), exige que sea el propio receptor quien extraiga la conclusión. Por otra parte, las críticas pueden ir hacia el comportamiento de los seres humanos como así también hacia  el mundo contemporáneo tanto  desde una perspectiva socio-política como desde planteamientos ético-morales.

Uno de los grandes exponentes de este tipo de género es Augusto Monterroso (1921-2003), narrador y ensayista guatemalteco. Considerado como uno de los maestros de la mini-ficción, aborda temáticas complejas y fascinantes con una provocadora visión del mundo,  embarcado en lo que él mismo   denominó  “La cruzada contra la Gran Estupidez Humana”.  El autor intenta eludir en sus textos la moralización demasiado explícita. En este mismo sentido, se expresaba así en una entrevista: «Moralizar es inútil. Nadie ha cambiado su forma de ser por haber leído los consejos de Esopo o La Fontaine. A la gente le encanta dar consejos, e incluso recibirlos, pero les gusta más no hacerles caso».

Entre sus libros destaca La oveja negra y demás fábulas (1969), libro que consta de unas cuarenta fábulas en prosa y del cual extrajimos la siguiente:

El Mono que quiso ser satírico  Por Augusto Monterroso

  En la Selva vivía una vez un Mono que quiso ser escritor satírico (1).   Estudió mucho, pero pronto se dio cuenta de que para ser escritor satírico le faltaba conocer a la gente, y se aplicó a visitar a todos y a ir a los cócteles y a observarlos con el rabo del ojo mientras estaban distraídos con la copa en la mano.
Como era de veras gracioso y sus ágiles piruetas entretenían a los otros animales, en cualquier parte era bien recibido y él perfeccionó el arte de ser mejor recibido aún.
No había quien no se encantara con su conversación, y cuando llegaba era agasajado con júbilo tanto por las Monas como por los esposos de las Monas y por los demás habitantes de la Selva, ante los cuales, por contrarios que fueran a él en política internacional, nacional o doméstica, se mostraba invariablemente comprensivo; siempre, claro, con el ánimo de investigar a fondo la naturaleza humana y poder retratarla en sus sátiras.
Así llegó el momento en que entre los animales era el más experto conocedor de la naturaleza humana, sin que se le escapara nada. Entonces, un día dijo:” Voy a escribir en contra de los charlatanes”, y se fijó en la Urraca, y principió a hacerlo con entusiasmo, y gozaba y se reía y se encaramaba de placer a los árboles por las cosas que se le ocurrían acerca de la Urraca; pero de repente reflexionó que entre los animales de sociedad que lo agasajaban había muchas Urracas y especialmente una, y que se iban a ver retratadas en su sátira, por suave que la escribiera, y desistió de hacerlo.
 Después quiso escribir sobre los oportunistas, y puso el ojo en la Serpiente, quien por diferentes medios lograba siempre conservar, o sustituir, mejorándolos, sus cargos; pero varias Serpientes amigas suyas, y especialmente una, se sentirían aludidas, y desistió de hacerlo.
Después deseó satirizar a los laboriosos compulsivos y se detuvo en la Abeja, que trabajaba estúpidamente sin saber para qué ni para quién; pero por miedo de que sus amigos de este género, y especialmente uno, se ofendieran, terminó comparándola favorablemente con la Cigarra que, egoísta, no hacía más que cantar, cantar y cantar dándoselas de poeta, y desistió de hacerlo.
Después se le ocurrió escribir contra la promiscuidad sexual y enfiló su sátira contra las Gallinas adúlteras que andaban todo el día inquietas en busca de Gallitos; pero tantas de éstas lo habían recibido que temió lastimarlas, y desistió de hacerlo.
Finalmente elaboró una lista completa de las debilidades y defectos humanos y no encontró contra quién enfilar sus baterías, pues todos estaban en los amigos que compartían su mesa y en él mismo.
 En ese momento renunció a ser escritor satírico, y le empezó a dar por la Mística y el Amor y esas cosas; pero a raíz de eso, ya se sabe cómo es la gente, todos dijeron que se había vuelto loco, y ya no lo recibieron tan bien ni con tanto gusto.

(1) La sátira es un sub-género literario que expresa indignación hacia alguien o algo, con propósito moralizador, lúdico (de juego) o meramente burlesco. En la sátira los vicios individuales o colectivos, las locuras, los abusos o las deficiencias se ponen de manifiesto por medio de la ridiculización, la farsa, la ironía y otros métodos; ideados todos ellos para lograr una mejora de la sociedad. Aunque en principio la sátira está pensada para la diversión, su propósito principal no es el humor en sí mismo, sino un ataque a una realidad que desaprueba el autor, usando para este cometido el arma de la inteligencia.

GUÍA DE LECTURA

Nota: Sugerimos escribir las respuestas en la carpeta

1-Completar:
a) Las fábulas son de extensión………………………; en ellas se relata un ………………………….acontecimiento. Puede aparecer una ………………………………. llamada……………………..

b) Pueden estar escritas en ……………...........o………………………………..; el lugar y el tiempo son……………………………………

c) Temas habituales: los……………………………................humanos de todo tipo.

d)Sus protagonistas pueden ser ....................................................................................................................

e) Fabulistas famosos (son cuatro) ..............................................................................................................

f) Nuevas fábulas: Surgen en el siglo…......   

g)La nueva técnica consiste en ………………………………………………………………………………………………

h) El Autor exponente del género es ……………………………………………………………………………………………

i) Obra destacada de este autor:………………………………………………………………………………………….


Análisis de El Mono que quiso ser satírico de Augusto Monterroso

1-  Título: Si el título de la fábula expresa que “El Mono quiso ser satírico” explicar, teniendo en cuenta a qué se llama sátira, qué es lo que quería realizar el Mono .

2-  Tiempo y espacio: La Selva, lugar en que transcurre la acción,  es un lugar indeterminado pero que posee características conocidas por todos. ¿A qué podemos compararla en el ámbito humano?

3-  El mono se presenta con habilidades propias de los hombres: ¿cuáles son esas habilidades? ¿Conserva características animales? ¿Cuáles?

4-  ¿Por qué el Mono decide cambiar de objetivo?

5-  Unir con una flecha las  debilidades y defectos humanos con el animal que los representa, según la fábula leída: 



6-  Recordemos que en el género literario llamado Nueva Fábula la moraleja no está explicitada (dicha) de manera directa y  es  lector quien debe extraer la conclusión: ¿cuál cree que puede ser la moraleja de esta fábula?