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4 de octubre de 2013

Fuentes temáticas en los cuentos de Rubén Darío

Fuentes temáticas en los cuentos de Rubén Darío

Los temas fantásticos –macabros- El tema social- El tema religioso- El tema popular

Se ha señalado que los temas de los cuentos de Darío surgen de sus lecturas o del arte. Enrique Ánderson Imbert determina varias fuentes temáticas:
Leyendas o mitos ("Sa­lomé")
Relatos tradicionales ("Betún y sangre")
Lecturas de teosofía, psiquiatría y ocultismo ("Thanathopia")
Lite­ratura y folklore ("El linchamiento de Puck")
Filosofía ("Cátedra y tribuna")
Cristianismo ("La leyenda de San Martín")
Los sueños ("La larva")
La vida real ("La muerte de la emperatriz de la China")

En todo caso, aunque la fuente no pueda determinarse con precisión, el resorte creador, elaborador, es la fantasía movida por estímulos de naturaleza literaria o artística. Pero este aspecto de la creación de los cuentos no los separa de su  vinculación con la realidad y la vida. En mu­chos de ellos -o en todos-, bajo el origen libresco del tema subyace una experiencia vital y una manera de concebir o padecer el mundo. La selección de motivos tiene un sen­tido: es la que muestran los cuentos, y no otra, porque ésa es la que concuerda con las necesidades del poeta en su experiencia vital. Se trata de una transfiguración de planos al punto que, reducida la simbología y la atmósfera poéti­cas a los términos de realidad que conllevan, es fácil seña­lar en ellos el carácter vital que los sustenta.
Así en "El velo de la reina Mab" -conflicto del artista en el mundo-, o "El rey burgués" -choque de dos eternas actitudes ante la vida-, o "La pesca" -oposición entre utilitarismo y ensue­ño-. Sólo que Darío siente la vida de acuerdo con modos poéticos, y lo dramático de la cotidianeidad existencial se intensifica y transporta en la expansividad infinita de la expresión literaria. Pero bajo los contornos del mundo poé­tico, es perceptible el pulso vital que lo sustenta.
El cuento de Darío es así testimonio, examen y crítica de la condición humana; formas poéticas de realidades dramá­ticas en toda la intensidad y universalidad de que las des­poja la circunstancia. Y justamente, en los momentos de mayor detenimiento artístico, es donde se patentiza una determinada actitud ante el mundo y un estremecimiento de significación humana y vital.
Aquellos cuentos en que se enfrentan las dos actitudes ante la vida: idealidad-utilitarismo, poeta-burgués; como los del tema del amor, resultan un claro examen y una crí­tica del poeta de todo lo que en la realidad o en el hombre se opone a lo que él ha instaurado como ideal de vida.
El tema de la hipocresía, el fariseísmo de la conducta, toma en "La miss" los tonos de una amable pero amarga ironía frente a la falsa pudibundez de un mundo y de una clase social mistificados.
"Las razones de Ashavero" ensaya la crítica política. La razón de fracaso y degeneración de los sistemas políticos reside, según esto, en las calamidades intrínsecas de la con­dición humana.


 Los temas fantásticos –macabros en los cuentos de Rubén Darío. Lo sobrenatural: ocultismo y magia
Vinculados con los temas del tiempo, la muerte y el amor, estos temas contribuyen a que el hombre descubra sus limitaciones y revele dimensiones trascendentes de la existencia, que burlan la costumbre y el convencionalismo, y también la seguridad ensoberbecida de la actitud positivista de la burguesía poseedora y regente. Casos que re­presentan un desafío al orden racional y el rompimiento o desborde de los esquemas con que se rige la mentalidad práctica que cifra el sentido de la vida y de los actos en la riqueza material.
 Por influencia de la teosofía, Darío creía en la realidad de lo sobrenatural. Darío maneja esta temática como oposición a los criterios científicos.

Jamás, desde los tiempos en que florecieron las grandes obras místicas, ha tenido el alma un número mayor de sacerdotes y de soldados; jamás ha habido tanta sed de Dios, tanto deseo de penetrar en lo in­cognoscible y arcano, como en estos tiempos en que

han aparecido (...) los grandes artistas que han sido apellidados Decadentes. A ellos se debe el actual triunfo de la leyenda, por la cual se iluminan olvi­dadas visiones de Poesía; a ellos los santos ímpetus hacia la Fe, y las defensas y los diques delante de los tanteos peligrosos de la tiranía científica.''

Se declara el sentido y el mensaje de esa temática de lo sobrenatural: sacerdocio y militancia, descubrimiento, reve­lación y defensa de valores supremos -"olvidadas visiones de la Poesía"- frente a la suficiencia y soberbia racionalistas y prácticas.
 Es que la realidad tiene un orden percibido o creado, por el sentido común: el orden sometido al interés práctico, percibido por los sentidos y elaborado por la experiencia material y comprobable. La actividad literaria, poé­tica, crea siempre su propia realidad, construye un nuevo orden, descubre otro sentido, otras posibilidades, otros valo­res, contingencias en lo necesario. Y crea mundos propios que simbolizan aspectos del mundo real en esa dimensión contingente. La ficción literaria libera en la realidad poten­cias que le sueña el hombre. En esa ensoñación -aspiración, esperanza, anhelo- consiste la operación poética y es la sus­tancia de la literatura.
La percepción de lo contingente de la realidad se des­mesura en los temas fantástico-macabros o sobrenaturales: alguien puede estar casado con una muerta ("Thanathopia"), o puede tener en sí el tiempo detenido ("El caso de la señorita Amelia"), cumpliendo así la aspiración de ven­cer la finitud e inmortalizar la juventud.
"La extraña muerte de Fray Pedro" desarrolla el tema del castigo de la curiosidad y la audacia racional que se atreve a husmear en los misterios de la religión, a los que sólo puede accederse por la fe.

El tema social en los cuentos de Rubén Darío
Conectado con el sentimiento que el poeta tiene acerca de su ubicación entre los hombres (antagonismo poeta-burgués); con el examen de la condición humana, con la con­ciencia de sí y de los demás y, finalmente, conectado con su propia peripecia personal, se manifiesta el tema social en los cuentos de Darío. No con la forma de protesta carac­terística de la narrativa hispanoamericana, de un programa o activismo de reclamos. Tiene la forma de una honda com­prensión del padecimiento ajeno, que inserta su arte en una corriente de solidaridad, ofrecida como percepción intensificada de la dramática existencia del prójimo.
Darío ha sa­bido volver sus ojos de artista refinado hasta la llaga del padecimiento de los desheredados y, consecuente con la significación de su mensaje poético, ha contrapuesto los va­lores que descubre tras el padecimiento de los miserables a la indiferencia de los poderosos.
"La canción del oro" desenvuelve, dramática y dolidamente, la oposición entre opulencia y miseria y, conjun­tamente, el tema del poder de la riqueza material ("Po­deroso caballero es Don Dinero") unida a la miseria del espíritu. Desgarrante ironía conmueve la palabra del poeta, que finge cantar la gloria del oro de los poderosos, recur­so que pone en evidencia la injusticia por contraposición de los extremos. Darío exalta el oro en el discurso de un poeta, mientras lo que expone es su incontenida indignación por la injusticia.
En "Morbo et umbra" y en "¿Por qué?" se contraponen de nuevo esas situaciones extremas de los hombres,
"El fardo" es quizás el cuento más humanitario de Darío. Relata en él un trágico episodio de la vida de los trabaja­dores del puerto. Confiesa que le fue narrado por un viejo lanchero en el muelle de Valparaíso y que él no hizo sino darle la forma conveniente. Y el caso es que en "esa forma conveniente", en la suerte de detalles y vivencias, estados de ánimo y sentimientos que descubre en los personajes, es donde reside la consustanciación de Darío con el hecho hu­mano que da materia a su cuento. Es el relato donde más le aleja de los gastados refinamientos de estilo; "reflejo de las obras de Zola -confiesa- mas no correspondiendo tal modo a mi temperamento y a mi fantasía, no volví a incu­rrir en tales desvaríos".
 No ha de entenderse por ello que Darío se sintiera ajeno a la sensibilidad social y humana que revela en este cuento, sino ajeno a la forma y estilo desnudos del naturalismo de Zola. Claro que el cuentista manifiesta en el desenlace una decisión de no pensar en ello, como si lo abrumara demasia­do la dolorosa realidad y quisiera evadirse de esa amargura volviéndole la espalda. Pero en el mismo párrafo confiesa el efecto que produce el episodio en su espíritu, conducién­dolo a la meditación. El poeta, conmovido por una situa­ción dramática real, se pone a meditar, a "hacer filosofía" sobre las cosas de esta vida en que los pobres hombres mueren sin explicación alguna.
Ese recurso descubre y hace presentes una zona del hombre y una dimensión del mundo olvidadas.

El tema religioso en los cuentos de Rubén Darío
Poeta cristiano, Darío recurrió a los cuentos para ilus­trar conceptos y conflictos espirituales. "Palimpsesto” expone el triunfo del cristianismo sobre el paganismo. "La prodigiosa historia de la princesa Psiquia" es el tema de la salvación del alma por la gracia, y de la humanidad por el cristianismo. Todo ello constituye variantes de la preocupa­ción por el sentido de la vida y la exaltación de la idealidad y el espíritu.

Los temas populares
Recogiendo tradiciones y tipos populares, con caracteres dibujados por la ironía crítica de la gente de pueblo con algo de costumbrismo y un humorismo que expone las de­bilidades del hombre, Darío ha escrito ''Las albóndigas del Coronel" y "Las pérdidas de Juan Bueno". Con ese enfoque, recogido de los temas populares, la problemática básica de los cuentos se inscribe en una estructura de pensamiento colectivo.
Dentro de esa actitud de preocupación ética, se alinean cuentos que contraponen el bien y el mal, como "El Salo­món negro"; y cuentos de clara intención moralizadora, lección para niños, como "El perro del ciego".
La condición humana, manifiesta en expresiones extre­mas y generalizadas, es el tema de cuentos como "Gerifal­tes de Israel" y "A poblá", cuento éste que cala con honda simpatía en la patética sencillez de los trabajadores. En este caso, se descubre la angustia viva que se aprieta en la callada desgarradura de los inmigrantes.

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