Vanguardias
y manifestaciones vanguardistas en el siglo XX
Análisis
del poema Tren expreso de Oliverio
Girondo
Introducción
El vanguardismo surge en torno de la Primera Guerra Mundial (1914), en un momento en
que el hombre pierde seguridad, se
desorienta en el orden espiritual y moral, en el orden estético e ideológico y se produce una crisis de fe en las
instituciones sociales y en los valores tradicionales. En este contexto y desde el punto de vista sociocultural, las vanguardias surgen como una
reacción contra la sociedad burguesa, cuyas
aspiraciones habían conducido a la guerra en Europa. Gloria Videla de Rivero (2011) sostiene que, en un sentido particular, se entiende por
vanguardias una serie de movimientos, de
acciones, a menudo colectivas (a veces individuales), que agrupando a
escritores o artistas se expresan por manifiestos, programas y revistas y se
destacan por un antagonismo radical frente al orden establecido en el dominio literario
(formas, temas, lenguaje, etc.) y –a veces– en el plano político y social. Esta
revolución trasciende con frecuencia lo estético y mira también a las
costumbres y a la ética.
Las vanguardias fueron en general movimientos o
"ismos" de corta duración, que a pesar de su multiplicidad, tenían en
común la búsqueda de la ruptura total con las formas expresivas que habían
adoptado la música, la pintura, la literatura, la arquitectura y el cine.
En
el siglo XX y durante la década del ‘20, Buenos Aires participa de un
movimiento de renovación intelectual. Jorge Luis Borges regresa de Europa en
1921 y comienza a difundir el ultraísmo,
movimiento surgido en España alrededor de
1918 como reacción contra el Modernismo de Rubén Darío y por la influencia de otros
movimientos literarios de vanguardia. Ultra significa 'más allá': los escritores intentan inventar un mundo que
esté más
allá del
real y, al mismo tiempo, avanzar hacia el futuro.
Como características del
ultraísmo podemos mencionar las siguientes: la poesía es síntesis, fusión en
uno de varios estados anímicos; quiebra la continuidad del discurso lógico;
traslada a la naturaleza los atributos del hombre; sobrevalora la imagen y la
metáfora; suprime la rima (verso libre);elimina los nexos sintácticos; ignora
los signos de puntuación; prefiere el sistema tipográfico de blancos y de
espacios; recurre al sustantivo abstracto; evita los adjetivos inútiles;
suprime lo narrativo.
En Argentina, entre los escritores adeptos al ultraísmo
encontramos a: Ricardo Güiraldes (1886-1927); Oliverio
Girando (1891-1967); Pablo Rojas Paz
(1896-1956); Ricardo E. Molinari (1898); Jorge Luis Borges (1899-1986) ; Leopoldo
Marechal (1900-1970) ; Eduardo González Lanuza (1900-1976);
Francisco Luis Bernárdez (1900-1978); Norah Lange (1906-1972).
En el presente trabajo analizaremos el poema El tren expreso de Oliverio Girondo,
poema que pertenece a Calcomanías (1925),
publicado cuando “la modernidad
internacionalista instala la máquina en cada recodo de la vida cotidiana,
acelerando los ritmos (…) Los nuevos
medios de comunicación (desde el automóvil y el tranvía hasta la radio y el
cine) exageran ese mito de la velocidad y permiten una visión simultánea de la
realidad, imposible hasta entonces (Geraci, 2004).
Análisis del poema El tren expreso de Oliverio Girondo
En el poema El tren expreso (ver anexo) –del poemario Calcomanías (1925) –, el yo lírico se
encuentra en un medio de transporte: un lento y parsimonioso tren encargado de
recorrer los suburbanos pueblos españoles. Lo más cercano a la urbe es el interior del tren, sitio en el cual la voz
poética es un pasajero más, es parte del plural (“nos”) que configura el espectáculo interior, representación
a pequeña escala de la ciudad. El carácter
vanguardista de la representación no se encuentra en las imágenes mismas
sino en los ojos que las descubren y les vuelven a dar forma: en tanto que las arañas/realizan sus
ejercicios de bombero/alrededor de la lamparilla/que se incendia en el techo.
Dentro del tren, son los objetos los que modelan tortuosamente a los
pasajeros, imágenes insólitas y humorísticas en las que se concretiza el proyecto
deshumanizador girondiano: En los
compartimentos de primera, /las butacas nos atornillan sus
elásticos/y nos descorchan un riñón.
Para radicalizar aún más la visión
deshumanizante del hombre dentro del tren ( objeto moderno), el proceso de reificación
del sujeto opera a través del siguiente hecho: es un loro el único pasajero
que protesta por la demora, mientras el resto de la gente repite -
como distracción- los números de la lotería.
Todo el poema
puede leerse como una irónica crítica a la desaceleración, a la lentitud que caracterizó en la época al
pueblo español, hecho que contrasta desde el título del poema con el calificativo "expreso”,
adjetivo que alude a la rapidez propia de la máquina urbana. Sin
embargo, lo que realmente se encuentra
problematizado en esta composición es el
tema de la velocidad ya que continuamente
la idea de estatismo está presente en las siguientes imágenes: "las casas de los aldeanos.../ se anestesian de siesta"; "a
riesgo de que el viaje termine para siempre,
/ la locomotora hace pasar las piedras/ a diez y seis kilómetros/ y cuando ya
no puede más, / se detiene,
jadeante."// ¿Llegaremos al alba, o mañana al atardecer...? // y las chicas que vienen a ver pasar el tren/ porque
es lo único que pasa/. El último verso -"¿España? ¿1870?... ¿1923?..”.- recalca esta inmovilidad
esencial en el país ibérico: 53 años de tiempo fosilizado.
El tren expreso es una auténtica calcomanía: el poeta prepara convenientemente algunas
imágenes "coloridas" del espacio observado desde el tren y se
entretiene trasladándolas de un lugar a otro del poema como una parodia verbal de lo que sería la fotografía
de ese paisaje suburbano que se repite incesantemente. El calcógrafo no se
detiene y cuando la ausencia de luz imposibilita su visión, son los sonidos
los que traen las imágenes: “Se oye/
(...): el canto de las mujeres que mondan las legumbres / el ronquido de los soldados/ que, sin
saber por qué, / nos trae la seguridad/ de que se han sacado los botines; / los
números del extracto de lotería, /que todos los pasajeros
aprenden de memoria.”
Los objetos se presentan antropoformizados. La visión del clásico paisaje
español es caricaturizada mediante imágenes que remiten a elementos autóctonos
y que son fusionados a lo humano; "Jamelgos
que llevan una vida de asceta; chanchos enloquecidos de flacura que se creen una Salomé porque tienen las nalgas muy rosadas;
las casas de los aldeanos se arrodillan a los pies de la
iglesia, se aprietan, se anestesian; las vides sacan una mano
amenazante debajo de la tierra...".
En la estrofa octava, el tren ha
parado en una estación y el largo y agotador viaje lleva catorce horas de
demora (retardo es igual a
entorpecimiento). El viajero, cuando el tren recupera su tranquilo andar, espera una imagen distinta para distraerse
pero solo ve, sorpresivamente, lo mismo que ya ha visto durante todo el viaje
(se repiten las estrofas y las imágenes ya mencionadas).
La versificación es libre y, en cuanto a su estructura externa, el poema consta de diecinueve estrofas:
trece originales y seis que son copia- “calco”
- en las cuales se incorporan sutiles
cambios. En la estrofa décima octava,
una nueva estación e idénticos versos para describirla calcográficamente,
únicamente se modifica el verso quinto pero
tiene una justificación: "por las
veintisiete horas de retardo”. Los siguientes pares estróficos no presentan ninguna alteración: 2ª y 10ª/ 4ª y
12ª/ 3ª y 11ª/ 6ª y 14ª. Por último, en
la estrofa decimonovena se repite "de repente”- lo repetido: la composición
es circular y alude, toda ella, a aquello que no se modifica, que es monótono, que es perfectamente igual, siempre.
Conclusión
El carácter experimental de
manifestación vanguardista (Bürger, 2000) llevó
a Oliverio Girondo, poeta comprometido con esta
estética, a violentar al lenguaje, a “hacerlo
decir más” a través
de la utilización recursos vanguardistas
correspondientes al ultraísmo: fusión
de varios estados anímicos (estatismo/velocidad); quiebre de la
continuidad del discurso lógico( repetición de estrofas); traslado a la
naturaleza de los atributos del hombre (personificación); sobrevalorización
de imágenes y de la metáfora; supresión
de la rima (verso libre); el
sistema tipográfico de blancos y de espacios ( división en estrofas y el
último verso fuera de la estructura
lógica del poema) ; supresión del elemento narrativo.
BIBLIOGRAFÍA
·
BÜRGER,
Peter (2010): “La obra de arte
vanguardista” en Teoría de la vanguardia, Buenos Aires, Las Cuarenta..
GERACI, Luciana
(2004): Inefable Oliverio en La Trama de la
Comunicación, Vol. 9, Anuario del Departamento de Ciencias de la Comunicación.
Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional
de Rosario, UNR Editora.
GIRONDO, Oliverio (1968): Obras completas, Buenos
Aires, Ed. Losada.
VIDELA DE
RIVERO, Gloria (2011): Direcciones del vanguardismo hispanoamericano. Estudios
sobre poesía de vanguardia: 1920-1930. Documentos. 3ª ed. Mendoza: Editorial de
la Universidad Nacional de Cuyo – Ediunc.
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