LOS PRIMOS DE LOS SERES HUMANOS - EL GÉNERO HOMO
El
origen africano de los grandes monos, aparecidos hace entre 30 y
25
millones de años, actualmente está probado. Algunas especies pronto se
instalaron en Europa (driopitecinos), donde no subsistieron, y en Asia, donde
evolucionaron hacia los gibones y los orangutanes actuales.
Otras
permanecieron en África, especialmente la de los homínidos (familia que reúne a
los grandes monos africanos actuales —gorilas y chimpancés—, los australopitecos,
los humanos y sus ancestros).
Hace
ocho millones de años, la gran falla del Rift en África oriental sufrió una deformación
que, con la elevación de altiplanos al este, creó una barrera climática, origen
de la divergencia entre la familia humana y la de los grandes monos: mientras
los ancestros de los chimpancés y los gorilas siguieron viviendo en la selva al
oeste, los primates que vivían al este del Rift tuvieron que adaptarse a un
entorno de sabanas secas y se especializaron en la locomoción bípeda, origen de
los homínidos.
Sin
embargo, según los indicios fósiles, las cosas no resultan tan evidentes.
Mientras
que Orrorin (6,2
millones de años) fue encontrado en Kenya y los ardipitecos (entre 5,8 y 4,4
millones de años) en Etiopia, por consiguiente, al este del Rift, el homínido más
antiguo conocido, Touma'i (6-7 millones de años) proviene del Chad, una región
situada muy al oeste del Rift y que, en aquella época, era húmeda y boscosa. Además,
la posición de todos estos primates todavía no está muy bien definida (ancestros
de los chimpancés, o de los gorilas, o bien primates anteriores a la separación
humanos/grandes monos).
El estatus de los australopitecos (entre 4,5 y
2 millones de años) parece más claro. El más antiguo, el Australopithecus anamensis, es muy
primitivo, pero indiscutiblemente bípedo y, en este sentido, demuestra que el proceso
de hominización se inició claramente en África hace más de 4 millones de años.
Se
distinguen cuatro especies de australopitecos en el sentido estricto del término,
todas ellas caracterizadas por una alimentación omnívora de tendencia
vegetariana y por una morfología grácil: se trata de A. afarensis, especie
a la que pertenece el célebre esqueleto de Lucy (de 3.8 a 3.5 millones de años); de Abel
(de 3 millones de años, descubierto en el Chad; y de las especies A. garhi y A. africanus. Otra
familia de australopitecos, llamados ≪robustos≫, o parantropos(Paranthropus robustus, P. aethiopicus y P boisen) marca un retorno a un régimen completamente vegetariano, basado en vegetales duros, como demuestran sus poderosas mandíbulas con anchas muelas.
Los australopitecos convivieron con los primeros
humanos (género Homo) durante varios miles de siglos. Cabe mencionar
un último representante de los homínidos: el kenyantropo, que representa probablemente
una rama aislada.
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