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22 de julio de 2012

Análisis- resumen de La insolación de Horacio Quiroga


Análisis- resumen de La insolación de Horacio Quiroga

En 1908 Horacio Quiroga publica en la revista "Caras y Caretas" uno de sus cuentos más perfectos, La insolación, en el cual introduce por primera vez el ambiente del monte (este cuento aparece posteriormente en su libro Cuentos de amor, de lo­cura y de muerte, de 1918).




La insolación contiene diversos núcleos temáticos que se relacionan con re­tos posteriores contenidos en otros libros de Quiroga (El desierto, Anaconda, Los desterrados). Dentro de una posible clasificación de su obra, La insolación es en parte,   un:
·   Cuento de selva o monte (el monte chaqueño, la naturaleza que vence al hombre).
·   Cuento de animales (los personajes principales son como perros).
·   Cuento de terror (la muerte aparece en un ámbito sobrenatural).
·   Cuento de aventureros (Mr. Jones es un extranjero que se mueve en un ambiente extraño y hostil para él y busca en el alcohol consuelo para su soledad).

LOS DOS PLANOS DEL CUENTO: LO REAL Y LO FANTÁSTICO
El propio título del cuento apunta a uno de los planos del mismo: la muerte que provoca el sol en un hombre. Éste es el plano real. La participación de los perros nos introduce desde la primera frase en otro mundo, opuesto a aquél plano fantástico. Entonces, se puede esquematizar el cuento en dos planos que al final se unen:


Surge así una doble perspectiva del cuento: en un plano verosímil o real, Mr. Jones muere por los efectos del sol abrasador (y el alcohol); en un plano irreal o fantástico, Mr. ]ones muere porque la Muerte se encuentra con la figura que andaba buscando y que es su doble.

LOS PERSONAJES EN LOS DOS PLANOS

·                El plano real se basa en la presencia de un hombre, Mr. ]ones, que ha ido al Chaco a trabajar, con peones a su cargo, en el cultivo del algodón. Ha­bita una casa o chalet de dos pisos y acude al whisky como única com­pañía, ya que se lo advierte alejado de los demás personajes. Éstos, por el contrario, están unidos por la situación social (peones) o racial (indios). Esa soledad se confirma con la fugaz aparición de un tío, Mr. Moore, quien después de la muerte de aquél, está sólo una hora en la chacra para luego vender todo y regresar a Buenos Aires.

·                 El plano fantástico se basa en la presencia de la Muerte, figura que apa­rece y desaparece ante los ojos de los perros. Old, el más cachorro de los cinco, la confunde en la primera aparición con su patrón, como si ca­reciera de la perspicacia psicológica o la experiencia de los perros mayores. La Muerte aparece tres veces: en la primera, se desvanece en el aire; en la segunda, se conforma con la muerte del caballo; en la tercera, se funde con su doble físico (Mr. Jones). En las tres ocasiones provoca te­rror en los animales que gruñen, ladran, lloran a coro, se desesperan.

Lo sobrenatural, ausente al principio en el cuento, domina el proceso que lleva al desenlace. Como en otros cuentos de Quiroga, lo insólito se inserta poco a poco, mediante pequeños incidentes. La maestría del autor consiste en manejar una técnica especial para llevar al lector entre esos dos planos y mantenerlo en suspenso frente a lo verosímil y lo inverosímil. El acontecimiento que provoca el desenlace -la muerte de Mr. Jones- tiene por esa razón dos explicaciones: una natural (la insolación) y otra sobrenatural (el encuentro con el propio doble que lo busca). El personaje fantasmal (La Muerte) posee, además, la extraña condición de ser visto únicamente por los perros.

Las alucinaciones y delirios que inspiraron cuentos fantásticos en la literatura europea (Hoffman, Maupassant) y americana (Edgar Allan Poe), han sido ubi­cados aquí en "la mente" de los perros. Con este procedimiento, Horacio Quiroga, logra que sea más verosímil la acción del cuento, pues sólo se presenta al lector como una visión animal dentro del terreno de lo fantástico.


EL TIEMPO
El tiempo en que se desarrolla la acción es cronológico y se cumple en dos etapas.
La primera comienza al amanecer y se cierra a la noche. Es un día completo, pero conciso, porque el narrador ha reducido ese tiempo cronológico a su mínima expresión, tomando solamente los momentos culminantes destinados a poner en evidencia cómo la carrera del sol modifica el ambiente. El clima, sujeto a esa parábola solar, afecta a hombres y animales:
(los perros) se alejaron con lentitud a echarse de nuevo al sol. Pero el calor creciente les hizo presto abandonar aquél por la sombra de los corredores.
(los peones) ... volvieron a las dos a la carpición, no obstante la hora de fuego, pues los yuyos no dejaban el algodonal.

La segunda etapa comienza también al amanecer (del día siguiente) y cul­mina a la hora de la siesta. El sol ahora es "fundente", la siesta "pesaba, agobiada' de luz y silencio". En esta segunda jornada, el narrador acentúa los tonos dra­máticos del clima asfixiante que tiende a aniquilar a Mr. Jones y a los animales:
Sentíase en el aire, como si dentro de la cabeza le empujaran el cráneo hacia arriba. Se mareaba mirando el pasto.
A veces, asfixiados, deteníanse en la sombra de un espartillo; se sentaban pre­cipitando su jadeo, pero volvían al tormento del sol.
... el pico abierto y las alas apartadas del cuerpo, cruzó el patio incandescente con su pesado trote de calor.

La acción temporal del cuento, unida desde el principio hasta el fin en estas dos jornadas, en nada demora la tensión de lo narrado.
Después de la muerte de Mr. Jones el tiempo cronológico se detiene para avanzar  precipitadamente en el desenlace. En el último párrafo el narrador nos dice que Mr. Moore estuvo una hora en la chacra, que en cuatro días liquidó  todo y que, después, los indios se repartieron los perros. El narrador que estaba  situado en un pretérito indefinido en las dos jornadas anteriores, se desentiende ahora de la sucesión cronológica hablándonos de una acción global de mayor amplitud temporal.

EL NARRADOR

El narrador asume el papel de narrador objetivo y omnisciente. El estilo de la narración es indirecto ya que el relato predomina sobre los diálogos, los cuales se desarrollan exclusivamente entre los cinco perros. Están contentos cuando la Muerte se aleja y aúllan de terror cuando se acer­ca el patrón. La preocupación de esos animales (nos dice el narrador) es mantener una situación que depende de la vida del amo, pues luego de la Muerte y el cambio de dueño, vendrán "las miserias, "las patadas" .. "
Esos diálogos son breves y directos. El lenguaje que utilizan los perros para hablar entre sí tiene la característica de no ceder ante localismos o rasgos pintorescos de la región. Quiroga, en la mayoría de sus cuentos, hace hablar a sus personajes, humanos o animales, en un castellano "neutro".
El punto de partida del cuento parece extraído de una creencia popular que refiere que "cuando una cosa va a morir, -aparece antes". Esta creencia, que perturba la vida de los perros, es sabiamente utilizada por el narrador, quien tran­sita con naturalidad por el plano real y el plano fantástico en una actitud objetiva y veraz.
El otro punto de partida del cuento se vincula con la experiencia del propio Quiroga como pionero del cultivo de algodón en el Chaco.