Análisis-resumen de Santos Vega
de Rafael Obligado
TEMA:
El tema pertenece al plano del mito universal Demonio-Tentación,
pero históricamente se ubica en la pampa, alrededor de 1825, y toma como sujeto
de encarnación al payador, cuyo
canto melodioso transforma a quienes lo escuchan. Un instrumento, también regional,
la guitarra, interviene en el desarrollo de la trilogía Mal, Bien, Cantor.
Obligado creía en la existencia de un gaucho payador
de nombre Santos Vega, que según la leyenda vivió en los pagos del Tuyú, al sur
de la provincia de Buenos Aires. Esa leyenda, originada en fuentes populares y cultas,
decía que Santos Vega había muerto cantando "como el pájaro en la rama".
El tema del payador o cantor errante de las pampas
fue incorporado por primera vez como personaje literario por Bartolomé Mitre en
Rimas (1838), libro en el que su autor reúne su producción poética. Ascasubi,
por su parte, lo utiliza circunstancialmente como prestigioso narrador de la
historia de los mellizos de la Flor.
Rafael Obligado retorna el tema del gaucho payador
manteniendo las características de la poesía popular, sin imitar las formas dialectales
y el vocabulario empleado por sus antecesores.
Santos
Vega está escrito en versos octosilábicos, agrupados
en décimas, y comprende cuatro partes: "El alma del payador", "La
prenda del payador"; "El himno del payador" y "La muerte del
payador".
El alma del payador: Obligado
presenta el paisaje pampeano y evoca a Santos Vega a través de los recuerdos y lo
que se cuenta de él. El payador es allí una sombra en la noche o la imagen de
una visión fantasmagórica en las siestas de estío. Luces y sombras marcan el límite
entre lo real y lo fantástico.
La prenda del payador: Traduce la relación
hombre-mujer, gaucho-prenda , mediante la presencia del amor.
El himno
del payador: Aquí el cantor interrumpe el juego del pato y convoca a los criollos a
la empresa de la revolución. Esta parte, incorporada al poema en 1887, contiene
un vibrante llamado a luchar por la patria y un lamento por la condición del
gaucho.
La muerte del payador: En
esta última parte el poema adquiere valores de alegoría política: Juan Sin Ropa
-símbolo del Progreso- anuncia entre espejismos el derrumbe de una edad y el comienzo
de otra. El payador será finalmente vencido por el forastero y morirá, pero su
recuerdo permanecerá vivo a través del tiempo.
EL LENGUAJE : Rafael
Obligado ocupa un lugar inconfundible en la literatura argentina. Admirador de
Echeverría, amante de la tradición y del pasado, cantó en sus versos al progreso
y porvenir de su patria.
En lo que se refiere a la poesía gauchesca, se
aparta de los grandes modelos del género por el lenguaje culto y el estilo
pulido que utiliza invariablemente. En Santos Vega no imita el habla gauchesca;
sin embargo, el lector acepta con naturalidad su lenguaje pulcro y exquisito
en el que aparecen, no obstante, algunos regionalismos.
Dice María Hortensia LACAU: Obligado es
un poeta romántico por sensibilidad, época y escuela. No obstante, como todo en su manera de ser se
expresa a través de un viril pudor, como es además un reflexivo que domina sus
emociones y un hombre de fina sensibilidad y vasta cultura, su poesía, aun dentro de los cánones
románticos de la época, configura una poesía de tono menor en cuanto a las altisonancias
del romanticismo, y dentro de éste, aparece como elaborada y llena de
moderación.
El Santos Vega, incluso algunas de sus poesías aisladas, y muchos
de los recursos que utiliza, indican que si el poeta hubiera ahondado en el camino
que alguna vez tomó, su obra poética podría haberse orientado por los ámbitos del
premodernismo.
LACAU, María Hortensia. Estudio preliminar a
Poesías, de Rafael Obligado. Edit. Kapelusz, Colección
G. O. L. U., Buenos Aires, 1965.
Breve biografía de Rafael
Obligado
Rafael Obligado nació en Buenos Aires en 1851 y murió
en Mendoza en 1920. Hombre de letras, profesor de literatura en la Universidad
de Buenos Aires, miembro de la Real Academia Española de la Lengua, fue considerado
"poeta nacional" a partir de la valoración que hiciera de su obra
Joaquín V. González al estudiar las leyendas argentinas.
En 1885 publicó en París su único libro, titulado Poesías,
en el que aparecen la primera, segunda y cuarta parte de "Santos Vega".
A partir de ese año se suceden las ediciones que difunden y popularizan muchas de
sus poesías: "El hogar paterno", "El Negro Falucho", "Al
pampero", "El nido de boyeros" y otras, las que pueden agruparse
en temas familiares y -según la predilección del poeta por los modos heredados
del romanticismo- nacionales, dirigidos estos últimos a exaltar la
naturaleza y la patria.
Entre la casa porteña -en la que se reunían periódicamente
destacados escritores: Rubén Darío, Carlos Guido y Spano, Lucio V. Mansilla, Ricardo
Gutiérrez, Joaquín V. González- y la residencia paterna, a orillas del Paraná
el poeta elaboró una obra escasa pero valedera, sustentada en un entrañable amor
por la tierra natal y su pasado legendario.
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