FLANDES EN EL SIGLO XV: Los principales hechos políticos y síntesis de la evolución artística

FLANDES EN EL SIGLO XV: Los principales hechos políticos y síntesis de la evolución artística

FLANDES BAJO EL DOMINIO  BORGOÑON

1384 - El duque de Borgoña Felipe el Atrevido, al casarse con Margarita, heredera de Flandes, se hizo señor de esta región, a la que ni él ni su sucesor, Juan Sin Mie­do, dedicaron especial atención.

EL REINADO DE FELIPE EL BUENO

1418 - Las cosas cambiaron con la llegada del duque Felipe el Bueno, llamado Gran Du­que de Occidente, que no sólo amplió territorialmente sus dominios con la ane­xión de Brabante, Holanda, Picardía y Luxemburgo, sino que inauguró una políti­ca unitaria y centralizada, dentro del respeto de las autonomías locales. Este pro­grama, una vez vencidas las tendencias negativas y particularistas de los munici­pios flamencos, se tradujo en un período excepcionalmente espléndido desde el punto de vista económico y cultural.

CARLOS EL TEMERARIO

1467- A su muerte, la corona ducal pasó a su hijo Carlos el Temerario, que al tiempo que se afanó en la reconstrucción del antiguo reino de Lotario, logrando en efec­to enlazar Borgoña con Flandes mediante la conquista de la Lorena, inició tam­bién, sobre todo en las comarcas septentrionales, una política despótica que pro­vocó, por ejemplo, la rebelión de Lieja.

FLANDES CON LOS HABSBURGO

1477- Muerto Carlos a las puertas de Nancy, la heredera del ducado fue su hija María, que casó con Maximiliano de Austria; y mientras Borgoña volvió a la corona fran­cesa, Flandes pasó a ser posesión de los Habsburgo (además de pertenecer al Franco Condado).

Síntesis de la evolución artística

No sin intercambios con las realizacio­nes escultóricas de Borgoña, nació la gran escuela pictórica flamenca, pri­mero con Jan Van Eyck y con su her­mano Huberto, y luego con Rogier van der Weyden y con Petrus Christus.

Era una pintura de caballete, ejecuta­da al óleo y que se distingue técnicamente por el admirable dominio de los medios y estéticamente por una pro­funda observación, extendida al am­biente, del dato realista, qué provoca una íntima participación espiritual y afectiva y que es potenciado por el sentido luminoso del color.

La influencia de esta escuela fue fun­damental para la evolución de la pintura europea.