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30 de abril de 2019

Qué es una cosmovisión en la literatura


Qué es una cosmovisión en la literatura
Una cosmovisión consiste en las nociones (creencias, pensamien­tos, etc.) con las que un individuo, una cultura determinada o un momento histórico particular analiza y describe los diversos aspec­tos de la vida: políticos, científicos, filosóficos, teológicos, etc.
En el caso de la literatura, ese conjunto de nociones permitirá un ordenamiento de los textos que el ser humano emplea para confi­gurar su comprensión del mundo. Los textos así ordenados respon­den a esa forma de comprender la realidad y, a la vez, proyectan una nueva luz para retroalimentar ese ordenamiento de lo existente. Por ejemplo, Edipo rey, de Sófocles, es un texto que plantea una visión del mundo trágica, ya que desarrolla el enfrentamiento infructuoso de un individuo con su destino; pero a la vez, lo que se lee en la obra enriquece o modifica la propia cosmovisión trágica del lector.
Las posibilidades de organizar los textos en cosmovisiones son variadas: mítica, épica, trágica, realista, fantástica, cómica. Como podrá observarse, las diferentes variables tienen en cuenta diversos aspectos: a veces, una determinada forma de representar el mundo; en otros casos, ciertas constantes ligadas al género, pero siempre brindan una forma de entender e interpretar la experiencia.

La cosmovisión mítica: características
La cosmovisión mítica permite agrupar todos aquellos textos que brindan una explicación "sagrada" que está más allá de la ló­gica racional sobre la existencia del mundo, de los hombres, de la vida natural y social.
Las historias narradas suelen ser de carácter sagrado, ejemplares y significativas. Son sagradas, porque forman parte de las creencias del pueblo; ejemplares, porque funcionan como ejemplo para que los hombres se comporten de una determinada manera; y significativas, porque dan a esa cultura la razón de ser de su existencia.
Los mitos permiten entender la creación primera: la del univer­so. Rememoran brevemente los momentos esenciales de la creación del mundo, el comienzo absoluto de todo lo existente; pero también plantean un posible fin de la realidad, que siempre implica un nue­vo comienzo. Los cataclismos míticos narran cómo los dioses casti­gan al hombre con la destrucción total, excepto por una pareja hu­mana que es salvada para asegurar una nueva refundación.
La cosmovisión mítica nos permite comprender la visión del mundo que han tenido los hombres a lo largo del tiempo, las verda­des que han mantenido viva a la humanidad; nos ayuda a entender nuestras raíces y los valores que todos los hombres —de una u otra forma— compartimos, más allá de nuestras específicas creencias.
La cosmovisión épica: características
La cosmovisión épica propone una visión del mundo centrada en la figura de un héroe cuyas hazañas y cualidades —físicas y mora­les— se resaltan. El héroe es un ser humano, a veces hijo de un dios, que se diferencia de los otros mortales. Por lo general, se distingue del común de los hombres por su fuerza, su coraje, su determina­ción, su lealtad y su inteligencia. El héroe representa una guía para el pueblo y pone en juego las cualidades de un gran jefe.
Los textos que pertenecen a esta cosmovisión proponen que el héroe se templa a través de una serie de pruebas que lo desafían, y que debe superar para su propia transformación y la de su pueblo.
El periplo de este personaje puede leerse como modelo de la existencia humana ya que los hombres, día a día, se ven enfrenta­dos, en la vida cotidiana, a pruebas que deben superar para crecer y transformarse. De esta forma, el héroe funciona no solo corno mo­delo social —en tanto representa los valores de peso para la socie­dad que relata sus hazañas—, sino también como ejemplo de vida, va que es un individuo que no se detiene ante las adversidades.
El viaje heroico es una puesta en movimiento del héroe desde un punto de partida problemático hacia un punto de llegada que simboliza el triunfo sobre las dificultades planteadas, y una nueva situación personal o social para el individuo.
La cosmovisión trágica
La cosmovisión trágica propone una mirada ligada a los hechos terribles e irreparables que arrasan con la vida humana. Cier­tas circunstancias dolorosas —la guerra, la enfermedad, la muer­te— parecen enfrentar al hombre con sus propios límites, lo dejan inerme, sin posibilidad de reaccionar y con la sensación de que nada de lo que pudiera hacer modificaría lo que le sucede.
Sos­tiene la escritora española Rosa Montero (1951), en su libro La ri­dicula idea de no volver a verte (Seix Barral, 2013), que lo trágico es un "dolor que es tan grande que ni siquiera parece que te nace de dentro, sino que es como si hubieras sido sepultada por un alud”. De eso se trata la cosmovisión trágica que nos permite agrupar no solo aquellos textos que se denominan, genéricamente, tragedias —las griegas, las de Shakespeare, las de los autores clásicos france­ses, entre otras—, sino también textos poéticos, como las elegías, poemas de amor desesperados, y textos narrativos que plantean lo inexorable del sufrir que marca el devenir de una vida de ficción.
El cine también permite la agrupa­ción de sus obras en cosmovisiones. Así, Apocalypto (2006), am­bientada en la cultura maya, narra el rito de la guerra florida y el de­clive de la civilización americana; plantea una cosmovisión mítica de la realidad.
La película 300 (2007) reprodu­ce el episodio histórico en que los espartanos se enfrentan a los per­sas. Esta película podría ser agru­pada junto con otras dentro de la cosmovisión épica. La elegancia del erizo (2009) narra el encuentro de un hombre y una mujer maduros que descubren el amor, hasta que un accidente acaba con la vida de uno de ellos. La cosmovisión trágica es mos­trada en este filme a través de una niña muy particular.
Fuente:  AA.VV, Activados 5, Puerto de Palos, Buenos Aires, 2014



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