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2 de marzo de 2021

EXPRESIONES: EL ART DECÓ - Definición y características

 

EXPRESIONES: EL ART DECÓ

Definición y características

 


El Art Decó fue una corriente estética influida por las innovaciones de las vanguardias de principios del siglo XX, así como por estilos característicos de geografías consideradas "exóticas". Se expresó con fuerza en la decoración, la arquitectura y la gráfica publicitaria del mundo occidental de posguerra. En la década de 1920, alcanzó su auge en los Estados Unidos y se transformó en un símbolo de la bonanza atravesada por el país, que también se expresó en el cine y la cultura de masas.

 

Origen y evolución de la estética Art Decó

El Art Decó fue, principalmente, un movi­miento de diseño y arquitectura que alcanzó su máximo esplendor en el período de entre-guerras. Originado en París, cobró difusión en las exposiciones de arte de 1908. Sin embargo, su mayor desarrollo se dio en las grandes ur­bes de Estados Unidos, como Chicago y Nue­va York. La estética Art Decó se nutrió de ex­presiones preexistentes, como el Art Nouveau, y las innovaciones de las vanguardias europeas, como el futurismo, el cubismo, el constructivis­mo y la escuela alemana de Bauhaus. Además, integró elementos característicos del arte de áreas coloniales y de civilizaciones antiguas.

Fue un estilo fastuoso que se contrapuso a la forzosa austeridad de la guerra, mostrando la prosperidad, la vitalidad y el consumo masivo de la sociedad estadounidense.

Las primeras obras Art Decó se orientaban a lo monumental y, posteriormente, se incorpo­ró el diseño de objetos de uso cotidiano, como joyas, lámparas o muebles. Los rasgos principa­les de esta corriente fueron:

  La oposición a la línea curva y naturalis­ta del Art Nouveau, adoptando la línea recta, el facetado y la geometría del cubo, la esfera y el empleo del zigzag.

  La expresión de la velocidad como cuali­dad, a través de la representación de animales como gacelas, galgos y panteras.

  La reproducción geométrica de motivos característicos de las culturas mesopotámicas, azteca, egipcia y tribal africana (cactus, palme­ras, flores).

  El uso decorativo de imágenes abstrac­tas, como adornos en forma de rayos lumino­sos, fluidos acuáticos y nubes. Esos motivos adornaban desde carteras y electrodomésti­cos hasta dinteles de puertas o rascacielos.

  El trabajo con nuevos materiales: acero inoxidable, aluminio, cromo, carey, laca y ma­deras duras, como el ébano.

  El acento en el componente aerodiná­mico del diseño, inspirado en tecnologías que por entonces eran novedosas, como la avia­ción o la electricidad.

  La centralidad de la geometría como prin­cipio de diseño y el uso de formas escalonadas para la terminación de edificios y monumentos.

  La recurrencia de ciertos motivos (proas marítimas, astas, ochavas rectilíneas) en la ornamentación de objetos y construc­ciones.

• La concepción atlética de la figura hu­mana como elemento decorativo adosado a los edificios.

 

Los estudios de cine de Hollywood contri­buyeron a la difusión gráfica del estilo Art Decó, adoptado por las estrellas de cine. Las pelícu­las estadounidenses se encargaron de difundir las novedades de la nueva estética. Asimismo, la gráfica publicitaria en auge también se valió del Art Decó para difundir una imagen del hom­bre mundano y la mujer liberada, incorporada al mundo de la producción y al deporte, re­suelta en eventos sociales, vistiendo a la moda, con pelo corto y fumando. Las pinturas feme­ninas de la polaca Támara de Lempicka (1898-1980) fueron los mejores exponentes de la at­mósfera glamorosa del Art Decó.

La sobriedad impuesta por la Segunda Guerra Mundial marcó el ocaso de este esti­lo, que se extendió por Europa, la India, Nue­va Zelanda y América latina.

 

Fuente: Historia 4 ES, Serie Huellas, Ed. Estrada, Buenos Aires, 2013

 

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