LA POESÍA LÍRICA ROMÁNTICA: La poesía lírica tiene en el Romanticismo un magnífico campo de desarrollo. Principales poetas románticos de la literatura europea:
Jorge Gordon, Lord Byron (1788-1824), es la figura más popular del romanticismo inglés. Independiente, rebelde, orgulloso, llevó una vida original y disipada, llena de viajes y aventuras. Al final de su existencia se alistó en el ejército que luchaba por librar a Grecia del poder turco, muriendo en Misolonghi. Es famosa su autobiografía Peregrinación de Childe Harold y sus poemas El Corsario y Don Juan.
John Keats (1795-1821), más íntimo y sosegado, menos rebelde que los poetas anteriores, es el gran poeta del amor y de la melancolía, que goza evocando horizontes de belleza. Murió, tuberculoso, en Roma, a los veintiséis años de edad.
Un grupo de jóvenes poetas y dramaturgos, como Goethe y Schiller (que estudiaremos al hablar del teatro), crean una escuela literaria bajo el título de "Sturm und Drang" (tempestad y empuje), que preconiza la victoria del Romanticismo en la poesía alemana.
Enrique Heine, nacido en Düsseldorf (1797) alcanzó con su famoso Libro de los cánticos la cumbre del romanticismo poético alemán, que en sus baladas supo evocar las leyendas misteriosas del Rhin, como la de la maga Lorelei, que hacía perderse a los míos; siendo en otros poemas satírico y cruel.
FRANCIA. — Aun cuando Francia era la sede del clasicismo estético, durante la segunda mitad del siglo xviii va evolucionando en su concepto de la literatura y el arte —lo que le conduce al Romanticismo—. En los primeros años del siglo xix la nueva escuela ofrece ya poetas insignes.
El más brillante de los líricos franceses del siglo xix es Víctor Hugo, que ya ha sido aludido al referirnos a la epopeya romántica.
Víctor Hugo es, a la vez, un poeta íntimo, afectivo, que canta el amor y el hogar, la patria y el paisaje, y un poeta colectivo que canta apasionadamente las luchas políticas y sociales en las cuales él intervenía. Dotado de una imaginación brillantísima y de un verso enérgico y musical, su popularidad fue extraordinaria. Obras líricas principales: Odas y Baladas, Orientales, Las hojas de otoño, Los cantos del crepúsculo, etc.
ESPAÑA. — La poesía romántica tuvo en España extraordinaria aceptación, ya que, olvidando la artificiosa influencia francesa del neoclasicismo, se crea una lírica nacional, vibrante y honda, de acuerdo con el carácter de la literatura patria. Citaremos sólo tres nombres característicos: Espronceda, Zorrilla y Bécquer.
José de Espronceda (1808-1842), cuya vida agitada y ardiente está muy de acuerdo con la época y el espíritu del Romanticismo, fue conspirador, emigrante, soldado, aventurero y político. Sus temas son siempre sugestivos y pintorescos y se describen con una gran musicalidad. Recuérdense sus famosas Canción del pirata, Al sol, El reo de muerte, A Jarifa en una orgía, La vuelta del Cruzado.
Es muy famoso su poema El Diablo Mundo, de carácter simbólico, en el que se incluye el célebre Canto a Teresa y muy conocida la leyenda de El estudiante de Salamanca, en la que un joven libertino, D. Félix de Montemar, va siguiendo a una dama cubierta con un velo que, al descubrirse, muestra ser una espantosa calavera.
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