LA OPINIÓN PÚBLICA- LOS TEXTOS DE OPINIÓN
Suele llamarse opinión pública a la opinión generalizada de una sociedad con res¬pecto a hechos de interés público; ha sido también llamada "la opinión de la gen¬te". Lógicamente, en una sociedad no todos opinarán igual con respecto a un determinado tema, por lo tanto, al hablar de opinión pública no se está hablando de una opinión única sino del conjunto de las diversas opiniones que tiene la gen¬te. Pero en realidad se trata de un fenómeno más complejo que la simple opinión, ya que está íntimamente ligada a las decisiones políticas: el poder político suele tener muy en cuenta a la opinión pública para tratar de complacer a sus posibles votantes. Del mismo modo, cuando la opinión pública disiente con actitudes de los políticos, estos tratan de revertirlas para no tener a la opinión pública "en contra".
En la actualidad, los medios de comunicación juegan un rol fundamental en la opinión pública, ya que son los que transmiten la información y en cierto modo la construyen: determinan qué hechos serán noticia y cuáles no, eligen el modo en que los presentan y a su vez, funcionan como una caja de resonancia de lo que las personas opinan. De este modo, tienen la capacidad de alimentar cualquier punto de vista mediante el empleo de estrategias discursivas de argumentación y cuen¬tan con la posibilidad de llegar a una enorme cantidad de personas que sin cono¬cerse entre sí, serán receptores de la misma versión de los hechos. Los medios tienen una capacidad incomparable para influir en las opiniones, gustos y hábitos de la gente.
Desde que las cuestiones de estado dejaron de ser competencia exclusiva de los reyes, la gente empezó a discutir estos asuntos en público. Así empezaron a ha¬cerse públicas las opiniones privadas y comenzó el debate en la sociedad acerca de los asuntos políticos, y la opinión pública comenzó a limitar al poder político me¬diante la crítica.
Con la instauración del sufragio universal, se hace evidente la relación que existe entre el poder y la opinión pública. La propaganda que los partidos políticos han realizado siempre en los medios, en los períodos preelectorales, es una de las principales herramientas para difundir sus plataformas y la imagen de sus candi¬datos. Además, el surgimiento de la prensa política ofrece al público un nuevo es¬pacio para expresarse y debatir sobre asuntos de interés común; posteriormente esa función también la cumplirán la radio y la televisión. La relación de los políti¬cos con los medios y el periodismo fue siempre muy importante, ya que, en todo el mundo, lo consideraban y lo consideran vital para la difusión de sus ideas.
Así, con el desarrollo de las comunicaciones, las sociedades modernas se cons¬tituyen en opinión pública, es decir, en un verdadero poder en el momento de to¬mar muchas decisiones políticas.
La verdadera opinión pública solo es posible en la democracia, ya que involucra derechos tales como la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho a la información. A su vez, su existencia es una condición necesaria para la democra¬cia ya que es el resultado del ejercicio de los derechos ciudadanos.
La opinión pública hoy
Los gobiernos y empresas utilizan los sondeos para conocer la opinión pública sobre cuestiones de interés como los índices de desempleo, mercado y de criminalidad entre otros indicadores sociales y económicos.
El sociólogo francés Pierre Bourdieu ha afirmado, de manera célebre, que "la opinión pública no existe", tomando en cuenta que la estadística no es garantía de imparcialidad, pues al ser un análisis social no hay neutralidad valorativa en la formulación de los protocolos y cuestionarios. Los medios de comunicación, además de tomar postura, difunden las opiniones que desean. Otras críticas residen en temas técnicos tal como el grado de error muestral, tamaño de la muestra, representatividad de la población, etc. Sin embargo, existe en la opinión pública contemporánea un grado alto de confianza a los sondeos debido en gran parte a la influencia de los medios de comunicación.
Noëlle-Neuman desarrolla con notable repercusión su teoría sobre la espiral del silencio (1995). Según esta autora, el individuo, para no encontrarse aislado, puede renunciar a su propio juicio o evitar exponerlo públicamente si considera que no responde a la opinión dominante o a los criterios que socialmente están considerados como “normales”. Ese temor al aislamiento formaría parte de todos los procesos de conformación de la opinión pública.
Hemos dicho que los medios tienen una capacidad incomparable para influir en las opiniones de la gente. En este sentido, los textos de opinión que suelen publicarse en los periódicos contribuyen a formarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario