PANORAMA HISTÓRICO EN AMÉRICA: DE LA COLONIA A LA INDEPENDENCIA
Mapa conceptual
A partir de la mitad del siglo XVIII, el orden colonial en América Hispánica inició Su proceso de disolución. Los acontecimientos se precipitaron en los comienzos del siglo XIX. Después de 1825, la mayoría de los países lograron su independencia. Sólo Cuba y Puerto Rico continuaron hasta fines del siglo bajo la tutela de la metrópoli. Liberadas en el marco de la guerra hispano-estadounidense pronto cayeron bajo la tutela de los Estados Unidos.
CAUSAS DE LA DISOLUCIÓN DEL ORDEN COLONIAL
Las causas de la disolución del orden colonial fueron:
Ideológicas. Los patrones ideológicos que provocaron fuerte impacto en los grupos intelectuales americanos fueron la Neo·escolástica ( 1) y la Ilustración (2). Las ideas de la Neo-escolástica eran analizadas en las universidades y colegio americanos. Sus ideólogos consideraban que el origen del poder era divino, pero el pueblo -como depositario- lo delegaba en el rey. Si éste no era legítimo o no perseguía el bien común, el pueblo reasumía la soberanía. En el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, Juan José Paso decía: "Porque es el pueblo el que delega la autoridad o mando"
La otra vertiente corresponde al pensamiento de la Ilustración , especialmente a través de las obras de Rousseau y del ideario de la Revolución Francesa. Los conceptos de libertad, igualdad, separación de poderes, soberanía popular, penetraron en algunos círculos de americanos que habían estudiado en Europa.
Político-administrativas: El advenimiento de la monarquía borbónica en el siglo XVIII señaló una etapa de creciente centralización del poder en la metrópoli. Los funcionarios españoles monopolizaron las tareas de gobierno en detrimento del creciente poder de las instituciones locales. Lejos había quedado el derecho de los vecinos de elegir a su propio gobernador o decidir el cumplimiento de una ley. La oposición se centró en la figura de los responsables de la administración. El lema de los primeros alzamientos fue: "¡ Viva el Rey, muera el mal gobierno!".
Económicas: España mantuvo un fuerte monopolio comercial. El control estricto del tráfico legal, el aumento indiscriminado de los impuestos, la prohibición del intercambio entre las diferentes regiones, la limitada posibilidad de comprar productos en otros países, provocó la rivalidad entre los comerciantes españoles y la burguesía americana naciente. El contrabando, en manos de los ingleses, contó con la complicidad de esta nueva clase social. España perdió el control del Atlántico y la posibilidad de competir con países en vías de industrialización.
Las primeras sublevaciones
Las primeras sublevaciones contra la metrópoli comenzaron a partir de la segunda mitad del siglo XVIII y estallaron desde México y Nueva Granada, hasta Perú y el Río de la Plata. Sus consignas fueron heterogéneas: rechazo al aumento de impuestos, oposición a los funcionarios españoles, reivindicación de los derechos de indios y mestizos. Todas fueron sofocadas. La más prolongada fue la que encabezó Túpac Amaru y se extendió por todo el territorio de Perú. Su amplia repercusión y la violencia de su final pusieron de manifiesto las debilidades estructurales de un régimen en disolución.
A comienzos de 1808, Napoleón dominaba el mapa europeo e invadió la península hispánica. El rey Fernando VII fue tomado prisionero y el gobierno quedó en manos de José Bonaparte.
El pueblo español reasumió su soberanía, formó Juntas de Gobierno y declaró la guerra al invasor. La Junta Central de Sevilla concentraba la legitimidad del poder. Sin embargo, a principios de 1810 toda la península quedó bajo el poder de los franceses, la Junta fue disuelta y se instaló un Consejo de Regencia en la Villa de la Isla de León. Este Consejo no fue considerado legítimo por los americanos y, ante el temor de sufrir igual suerte que la metrópoli, formaron gobiernos autónomos, aunque fieles al rey Fernando VII.
La contra-revolución comenzó en Perú y estuvo a cargo del virrey Abascal. Desde allí, logró deponer todos los gobiernos autónomos, con excepción de los instalados en el Río de la Plata y algunas zonas de Venezuela. Hacia 1814, el panorama se presentaba sombrío para los americanos. A los fracasos locales, se sumaba la actitud del rey Fernando VII, quien recuperó el trono español y se mostró decidido a imponer su dominio en las colonias.
El camino hacia la independencia era una necesidad impostergable. Así lo comprendieron San Martín y Bolívar. El primero, desde el Río de la Plata, y el segundo, desde el norte de América del Sur, trazaron un plan para liberar a todo el continente. En 1824, la batalla de Ayacucho selló la independencia de América del Sur. En el mismo año, México, ya independiente, se transformó en una república federal.
La mayoría de los países sufrieron conflictos internos y externos. La unión era aún un objetivo por cumplir.
LOS ÚLTIMOS VESTIGIOS DEL IMPERIO ESPAÑOL
En los territorios centroamericanos, que formaban parte del Virreinato de México, no hubo intentos independentistas en la década de 1810. Recién entre 1838 y 1848, fueron adquiriendo independencia y se convirtieron en repúblicas los territorios de Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua. En Cuba, los intentos independentistas se iniciaron en 1820, aunque sin éxito. España mantuvo su dominio hasta 1898, cuando, como consecuencia de la derrota de la guerra hispano-estadounidense, debió renunciar a él. Puerto Rico fue cedido directamente a los Estados Unidos.
(1) Neoescolástica: movimiento filosófico centrado en España durante el siglo XVII. Sus representantes más importantes, Mariana y Suárez, cuestionaban el absolutismo real, defendían la naturaleza social del hombre y la soberanía popular. Recibe ese nombre, pues es una renovación de las ideas de la Escolástica (movimiento filosófico de la Edad Media), cuyo principal representante fue Santo Tomás.
(2) Ilustración: movimiento filosófico centrado en Francia durante el siglo XVIII. Sus principales representantes fueron Rousseau, Voltaire y Montesquieu. Sus ideas se basaban sobre la soberanía popular, la división de poderes, la igualdad y la libertad.
LOS TEÓRICOS DE LA LIBERTAD
Antonio Nariño (nacido en Colombia) y Francisco Miranda (nacido en Venezuela) difundieron, a fines del siglo XVIII, las ideas de la Revolución francesa (1789) y de la Revolución Norteamericana (1776) e impulsaron a seguir su derrotero. Consideraban posible una alianza con Inglaterra, con la finalidad de liberarse de la dominación española.
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