Resumen-análisis del cuento Pequeños propietarios de Roberto Arlt
El cuento "Pequeños
propietarios" se publicó en 1933, junto con otros relatos, en el volumen El
jorobadito. Para ver cómo funciona la crítica social que formula Arlt; pero
también, cuál era su posición en ese momento de la literatura argentina, un buen
recurso es remitir el análisis al problema de la identidad. Y este conflicto puede
plantearse en dos niveles complementarios: el de los personajes representados y el de Arlt como autor.
La cuestión lleva, dados los
caracteres
sociales representados, a la hipocresía y al anhelo de los personajes por cambiar de identidad
social. En el relato, se ven sus mezquindades, sus envidias, sus miserias. Los
matrimonios que representa Arlt son gentes pequeñas, que recién acceden a la
propiedad. Llevan una vida de sinsabores y frustraciones, pero también aspiran
todo el tiempo a tener más: a acumular bienes, a mejorar su propiedad. Puede verse
en el relato, por otra parte, la obsesión de los personajes por aparentar
socialmente lo que, de hecho, no son. Esto se divisa, sobre todo, en sus
conductas hipócritas. Fingen ser buenos vecinos, cordiales y solícitos; mantienen conversaciones supuestamente
amigables.
El relato brinda, así, un fuerte componente de crítica social. Desnuda, precisamente, la identidad verdadera
de los pequeños propietarios, armada sobre la noción de hipocresía. Por otra
parte, no trata un tema puramente individual, sino que remite a un conflicto en
relación con la posición social. ¿Por qué? Porque el relato se vertebra todo el tiempo en
una dualidad. Se sabe, por un lado, lo que hablan Joaquín y su mujer en sus horarios de descanso, en su vida
privada. Y esto revela, entonces, cómo resultan mero fingimiento sus acciones,
procederes y dichos cuando están en un contexto no privado
sino social, es decir, frente a sus vecinos. Ellos, irremediablemente iguales
a sus vecinos, quieren ser más, quieren ser desde el orden social diferentes, pero
no pueden. Apelan, entonces, a una conducta hipócrita que delata su deseo de
pertenencia a una situación más privilegiada.
Como el texto de Arlt es
una crítica social, utiliza uno de los procedimientos fundamentales de este tipo de literatura: la
caricatura. ¿Cómo se logra la caricatura? Fundamentalmente exagerando,
desproporcionando, modificando las relaciones de las partes con el todo en el
que se incluyen. Un ejemplo: "de aquel semblante amable durante el día
sólo restaba un perfil de hueso de nariz rampante y terrible mirada lechosa, que, atravesando
su carne, estampaba en su conciencia un dictado terrible". Aquí la nariz
se torna extraña con respecto a la totalidad, el "semblante amable"
al que hace "desaparecer".
EL GROTESCO ARLTIANO
También
ArIt introduce en las descripciones algunos elementos que exceden la caricatura y las
acercan, más bien, al grotesco. El grotesco es modo de representación literaria
que también apunta a la crítica social. Por medio de este recurso, los personajes
adquieren características y matices extraños, un poco ridículos, desproporcionados.
Se procura, así, lograr un efecto tragicómico. Es habitual encontrar, como recurso
del grotesco, la introducción de un elemento
a la vez ridículo, un poco gracioso, pero también inquietante, que genere
rechazo. En esto último, se diferencia de la mera caricatura. En "Pequeños
propietarios", el ejemplo más evidente del grotesco lo constituye el ojo
de vidrio de Joaquín.
¿En qué se
relacionan la caricatura y el grotesco con la identidad? Precisamente, por
medio de estos mecanismos se representa una identidad, a la que se cuestiona y
critica de un modo que la rebaje, la degrade, la ridiculice y exhiba sus rasgos
más monstruosos e inhumanos.
La identidad en el lenguaje
En la
enunciación del relato, en su composición lingüística, también aparece el
problema de la identidad. Si se observa con atención el tipo de lengua empleado
por el narrador, podrá entenderse la posición de Arlt en ese momento de la
literatura argentina, su propia identidad en el contexto literario. Puede observarse
cómo el relato está casi completamente articulado por la oralidad. Consta de largos
segmentos que se plantean como secuencias dialogadas: los
personajes se conocen por medio de las conversaciones que entablan: las
privadas, que se diferencian de aquellas otras, hipócritas, que mantienen con
sus vecinos. En este sentido, la escritura de Arlt exhibe, con total libertad, un
lenguaje marcadamente coloquial. Utiliza el voseo, aparecen términos del
lunfardo (como "estrilar" o "palurdos"), entre
otras expresiones familiares como "m 'hija " o "aflojar"
(por "contemporizar").
En este
momento de la literatura argentina, la mayor parte de los académicos y escritores
debatían el problema
de la lengua literaria nacional. En los textos de Arlt, se ve cuál es
la posición que él tomaba. Buscaba que el lenguaje en sus narraciones fuera, también,
socialmente representativo. Por supuesto que el texto, si bien procura ser "realista",
no es una copia de cómo hablaban estos sujetos sociales en la época. Pero sí constituye
una muestra de qué tipo de lenguaje proponía Arlt para la literatura argentina.
Él mismo lo declaró, en un momento de polémica sobre cómo tenía que ser la
lengua rioplatense :"¿A dónde iremos
a parar? Pues a la formación de un idioma sonoro, flexible, flamante, comprensible
para todos, vivo, nervioso, coloreado por matices extraños y que sustituirá a
un rígido idioma que no corresponde a nuestra psicología".
Pero estos
"matices extraños" a los que aludía Arlt eran, tal vez, ciertos términos
castizos y otros cultos que aparecen en su obra, yuxtapuestos a los
coloquiales. Por ejemplo: so pretexto de , caletre o callejuela
. Los inmigrantes introdujeron
cambios en el lenguaje del Río de la Plata y Arlt refleja estas modificaciones
en sus obras.
Fuente: Literatura argentina y latinoamericana III- Ed. Puerto de Palos, Bs.As.,2001
2 comentarios:
Genero de la obra?
Que interesante!! Muchas gracias.
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