Qu´es la LITERATURA FANTÁSTICA? Definición-
CARACTERÍSTICAS
Tzvetán Todorov- Rosemary Jackson
El término
"fantástico" ha sido usado para englobar producciones literarias bien
diversas, como las leyendas folclóricas, los relatos de terror, de fantasmas y
de ciencia ficción, entre otros. Pero, ¿cómo definir con precisión lo
fantástico?
Uno de los críticos que
más ha reflexionado sobre este tema ha sido Tzvetán
Todorov en su libro Introducción a la literatura fantástica, en
el que clasifica los sucesos narrados en cualquier relato en dos grandes
grupos: por un lado, los textos pueden dar cuenta de sucesos normales, es
decir, regidos por las leyes físicas que gobiernan nuestro mundo cotidiano; y,
por el otro, en cambio, pueden presentar sucesos anormales, que no se ajustan a
dichas leyes. Por ejemplo, si un personaje tira una piedra y esta cae al suelo
configuraría un suceso normal; pero si la piedra se pierde volando en la
inmensidad del cielo, el hecho sería, claramente, anormal.
Si un relato presenta,
exclusivamente, acontecimientos normales nos hallamos en presencia de una narración
realista, como las que ya estudiaste en los capítulos anteriores; pero si
combina ambos tipos de hechos, sostiene Todorov, deberíamos prestar atención a
la forma en que estos son presentados. Así, se definen tres clases de relatos.
Maravillosos: Cuando el hecho anormal no se puede explicar según
las leyes del mundo real conocido por
nosotros, sino que obedecen a otras reglas que son las de un sistema diferente
del nuestro, nos encontramos dentro del mundo de lo maravilloso, al que
pertenecen los cuentos de hadas, muchos relatos folclóricos en los que
intervienen criaturas como duendes, gnomos, magos, brujas y hechiceros Este
universo no cuestiona nuestra realidad, pertenece a otra esfera y tanto los
lectores como los personajes aceptan que, allí, las cosas funcionan de forma
muy diferente.
Ejemplo: en la saga de Harry Potter, la
coexistencia del mundo de los magos (con sus espacios, instituciones,
costumbres y poderes) con el mundo de los "muggíes", o seres humanos
no magos, sorprende al protagonista al principio, pero luego la acepta y vive
con naturalidad.
Extraños: Cuando el fenómeno
anormal recibe, al final del relato, una explicación lógica y racional que lo
normaliza, es decir que transforma eso anormal en un suceso científicamente
comprobable y que solo nos ha parecido raro en virtud de un truco, ilusión o
mentira, nos encontramos en el territorio de lo extraño.
Ejemplo: En el cuento de Conan Doyie "El espanto de la cueva de Juan Azul",
la aparición de un enorme monstruo de espuma se explica finalmente como la
evolución natural de una bacteria en el medioambiente salitroso de una cueva.
Dentro de esta categoría entraría también el cuento El almohadón de plumas de Horacio Quiroga, dado que hacia el
final del relato, sabemos que la muerte de Alicia se produce por el accionar de
un ácaro.
Fantásticos: Cuando el hecho anormal no resulta explicable ni se
lo puede ubicar en otro mundo regido por otras leyes, estarnos en presencia de
lo fantástico. El lector y los propios personajes dudan y así se constituye la vacilación,
propia del relato fantástico. El acontecimiento se presenta en este mundo -en
ningún otro-, pero no puede ser explicado racionalmente; es lo suficientemente
ambiguo como para no permitir ni una cosa ni otra y cuestionar así los
conceptos de lo real e imaginario, de lógico e irracional que podamos poseer. De esta manera, lo fantástico vendría a ser
esa franja de falta de certeza-la incertidumbre-
que nos cuestiona como seres racionales y problematiza la realidad que nos
rodea.
Ejemplo: En "Chac Mool", un cuento de
Carlos Fuentes, irrumpe en el mundo cotidiano del protagonista, Filiberto, un
elemento, la estatua de una antigua divinidad maya, que altera la lógica
conocida. Se superponen tiempos y espacios, surge un objeto con poderes sobrenaturales, se produce una metamorfosis...
Tanto los lectores como el narrador (un amigo .del protagonista) no podremos
comprender, por medio de la razón, esos sucesos.
Hasta aquí, hemos trabajado con la tipología acerca de lo fantástico
enunciada por Tzvetán Todorov para entender la presencia del elemento sobrenatural como disparador de lo
"anormal" en muchas leyendas. Para el caso de los relatos de los
siglos XIX Y XX a los que denominamos "fantásticos" deberíamos
ajustar la terminología guiándonos esta vez con el libro Fantasy: The Literature
of Subversión, de la crítica inglesa Rosemary Jackson.
La autora explica que la literatura fantástica implica apertura,
movilidad y ruptura, ya que disloca,
desestabiliza y rechaza lo establecido. Y sostiene que esta
cosmovisión fantástica no
se sitúa ahora en una realidad sobrenatural sino en la entraña del propio
hombre, en el interior de su mundo.
En este resumen se pueden leer las principales características del
relato fantástico moderno, según Jackson:
Temas: pueden distinguirse
dos clases de temáticas:
a) Los relatos con fuente de alteridad (lo diferente, lo que
desestabiliza) radica en el propio individuo. Un ejemplo de este tipo de relatos
es el texto El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde, de Robert Stevenson.
b) Los relatos en los que la alteridad viene propiciada por agentes
externos al sujeto, como Drácula de Bram Stoker.
Diferencia con lo maravilloso: En lo fantástico se
recombina e invierte lo real, no se escapa de
lo real, como sí ocurre en el caso de la literatura maravillosa. Esto
ocurre porque lo central de lo fantástico es poner en duda todas las pautas
culturales.
La otredad como conflicto: al cuestionar y problematizar
la forma de percibir lo real, la literatura fantástica instaura la “otredad”:
desborda, altera, rompe los límites entre las diferentes áreas de la
experiencia. Como consecuencia, surge otra realidad que no es la del sentido
común, pero tampoco la sobrenatural. Se hace presente lo ausente, se habla lo
indecible, se quiebran los marcos con los que ordenamos nuestra experiencia en
el mundo para comprenderlo.
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