Leer la siguiente
fábula:
LA LIEBRE Y
LA TORTUGA (Esopo )
Cierto día, una liebre se
burlaba de las cortas patas y la lentitud al caminar de una
tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó: «Puede que seas veloz como el viento, pero en una competición yo
te ganaría». La liebre,
totalmente segura de que aquello era imposible, aceptó el reto, y
propusieron a la zorra que señalara el camino y la meta.
Llegado el día de la carrera, emprendieron ambas la marcha al
mismo tiempo. La tortuga en ningún momento dejó de caminar y, a
su paso lento pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En
cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se
quedó dormida. Cuando despertó, moviéndose lo más veloz que pudo, vio como la
tortuga había llegado tranquilamente al final y obtenido la victoria.
MORALEJA: Con constancia y
paciencia, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos
siempre el éxito.
El texto que
acabamos de leer es una fábula, uno
de los sub-géneros narrativos de origen oral más antiguos (4.500 años
hasta el presente, tanto en la cultura judeo-cristiana como en la musulmana y
oriental). En la fábula, de extensión breve, se relata un único acontecimiento con un
rápido desenlace. En ocasiones aparece, al final, una
sentencia llamada moraleja, en la que se sintetiza la
enseñanza del texto. Por otra parte, pueden estar escritas en verso o en prosa.
El lugar y el tiempo en que transcurre la acción suele ser indeterminado.
Los temas habituales de las fábulas suelen ser el enfrentamiento entre el débil y el poderoso, el
abuso del poder, la vanidad, el egoísmo, la pereza, la gula, la avaricia, la
envidia, la lujuria, la soberbia y los excesos de todo tipo. Sus protagonistas pueden ser animales u objetos personificados (es decir, humanizados) que reflejan a
la sociedad humana en cuanto encarnan virtudes y vicios de los hombres. El conflicto generalmente se presenta entre personajes con rasgos positivos
(inteligencia, astucia, fidelidad, modestia) y otros de carácter negativo (el
despotismo, la vanidad, la soberbia, la estupidez). Así, el perro simbolizará la lealtad; el león, el valor y la fuerza; la zorra, la
astucia o la habilidad; el cordero, la mansedumbre y la debilidad; la paloma,
la candidez y la pureza; el lobo, la hiena o el tigre, la ferocidad; la
violeta, la discreción y la modestia; el ciprés, la tristeza; el roble, la
fuerza; la abeja y la hormiga, la laboriosidad; la serpiente la crueldad; el
asno, la jactancia y el ridículo, y el mono, la vanidad.
Son famosas las fábulas de Esopo, escritor
griego del siglo VI a.C. y de Fedro, fabulista latino del siglo I a.C. Ambos
autores tuvieron gran difusión en la Edad Media. De los siglos posteriores, se
destaca la obra de Jean de La Fontaine (francés), cuyas fábulas se publicaron a
finales del siglo XVII y, en España, Félix María Samaniego, en el siglo XVIII.
En el siglo XX se
manifestaron algunos cambios en el género que desembocaron en el
concepto de nueva fábula. Estas presentan una nueva técnica: en lugar de predicar una moral o educar al lector a través de
una moraleja explícita (es decir, expresada directamente), exige que sea el
propio receptor quien extraiga la conclusión. Por otra parte, las críticas
pueden ir hacia el comportamiento de los seres humanos como así también
hacia el mundo contemporáneo tanto desde una perspectiva
socio-política como desde planteamientos ético-morales .
Uno de los grandes exponentes de este tipo de género es Augusto
Monterroso (1921-2003), narrador y
ensayista guatemalteco. Considerado
como uno de los maestros de la mini-ficción, aborda temáticas complejas y
fascinantes con una provocadora visión del mundo, embarcado en lo que él
mismo denominó
“La cruzada
contra la Gran Estupidez Humana”. El
autor intenta eludir en sus textos la moralización demasiado explícita. En este
mismo sentido, se expresaba así en una entrevista: «Moralizar es inútil. Nadie ha
cambiado su forma de ser por haber leído los consejos de Esopo o La Fontaine. A
la gente le encanta dar consejos, e incluso recibirlos, pero les gusta más no
hacerles caso».
Entre sus libros
destaca La oveja negra y
demás fábulas (1969), libro que consta de unas cuarenta
fábulas en prosa y del cual extrajimos la siguiente:
El Mono que quiso
ser satírico Por Augusto Monterroso
En la Selva vivía una vez un Mono que quiso ser escritor satírico (1). Estudió mucho, pero pronto se dio cuenta de que para ser escritor satírico le faltaba conocer a la gente, y se aplicó a visitar a todos y a ir a los cócteles y a observarlos con el rabo del ojo mientras estaban distraídos con la copa en la mano
Como era de veras
gracioso y sus ágiles piruetas entretenían a los otros animales, en cualquier
parte era bien recibido y él perfeccionó el arte de ser mejor recibido aún.
No había quien no
se encantara con su conversación, y cuando llegaba era agasajado con júbilo
tanto por las Monas como por los esposos de las Monas y por los demás
habitantes de la Selva, ante los cuales, por contrarios que fueran a él en
política internacional, nacional o doméstica, se mostraba invariablemente
comprensivo; siempre, claro, con el ánimo de investigar a fondo la naturaleza
humana y poder retratarla en sus sátiras.
Así llegó el
momento en que entre los animales era el más experto conocedor de la naturaleza
humana, sin que se le escapara nada. Entonces, un día dijo:” Voy a escribir en
contra de los charlatanes”, y se fijó en la Urraca, y principió a hacerlo con entusiasmo,
y gozaba y se reía y se encaramaba de placer a los árboles por las cosas que se
le ocurrían acerca de la Urraca; pero de repente reflexionó que entre los
animales de sociedad que lo agasajaban había muchas Urracas y especialmente
una, y que se iban a ver retratadas en su sátira, por suave que la escribiera,
y desistió de hacerlo.
Después quiso
escribir sobre los oportunistas, y puso el ojo en la Serpiente, quien por
diferentes medios lograba siempre conservar, o sustituir, mejorándolos, sus
cargos; pero varias Serpientes amigas suyas, y especialmente una, se sentirían
aludidas, y desistió de hacerlo.
Después deseó
satirizar a los laboriosos compulsivos y se detuvo en la Abeja, que trabajaba
estúpidamente sin saber para qué ni para quién; pero por miedo de que sus
amigos de este género, y especialmente uno, se ofendieran, terminó comparándola
favorablemente con la Cigarra que, egoísta, no hacía más que cantar, cantar y
cantar dándoselas de poeta, y desistió de hacerlo.
Después se le
ocurrió escribir contra la promiscuidad sexual y enfiló su sátira contra las
Gallinas adúlteras que andaban todo el día inquietas en busca de Gallitos; pero
tantas de éstas lo habían recibido que temió lastimarlas, y desistió de hacerlo.
Finalmente elaboró
una lista completa de las debilidades y defectos humanos y no encontró contra
quién enfilar sus baterías, pues todos estaban en los amigos que compartían su
mesa y en él mismo.
En ese
momento renunció a ser escritor satírico, y le empezó a dar por la Mística y el
Amor y esas cosas; pero a raíz de eso, ya se sabe cómo es la gente, todos
dijeron que se había vuelto loco, y ya no lo recibieron tan bien ni con tanto
gusto.
(1) La sátira es
un sub-género literario que expresa indignación hacia alguien o algo, con
propósito moralizador, lúdico (de juego) o meramente burlesco. En la sátira los
vicios individuales o colectivos, las locuras, los abusos o las deficiencias se
ponen de manifiesto por medio de la ridiculización, la farsa, la ironía y otros
métodos; ideados todos ellos para lograr una mejora de la sociedad. Aunque
en principio la sátira está pensada para la diversión, su propósito principal
no es el humor en sí mismo, sino un ataque a una realidad que desaprueba el
autor, usando para este cometido el arma de la inteligencia.
GUÍA DE LECTURA
Nota: Sugerimos
escribir las respuestas en la carpeta
1-Completar:
a) Las fábulas son de
extensión………………………; en ellas se relata un ………………………….acontecimiento. Puede
aparecer una ………………………………. llamada……………………..
b) Pueden estar
escritas en ……………...........o………………………………..; el lugar y el tiempo
son……………………………………
c) Temas habituales:
los……………………………................humanos de todo tipo.
d)Sus protagonistas
pueden ser
....................................................................................................................
e) Fabulistas
famosos (son cuatro) ..............................................................................................................
f) Nuevas fábulas:
Surgen en el siglo…......
g)La nueva técnica consiste en
………………………………………………………………………………………………
h) El Autor exponente
del género es ……………………………………………………………………………………………
i) Obra
destacada de este autor:………………………………………………………………………………………….
Análisis de El Mono que quiso
ser satírico de Augusto
Monterroso
1- Título: Si el título de la fábula expresa
que “El Mono quiso ser satírico” explicar, teniendo en cuenta a qué se llama sátira, qué es lo que quería
realizar el Mono .
2- Tiempo
y espacio: La Selva, lugar en que transcurre la acción, es un
lugar indeterminado pero que posee características conocidas por todos. ¿A qué podemos compararla en el
ámbito humano?
3- El mono se
presenta con habilidades propias de los hombres: ¿cuáles son esas habilidades? ¿Conserva características animales?
¿Cuáles?
4- ¿Por qué el
Mono decide cambiar de objetivo?
5- Unir con una flecha las debilidades y defectos humanos con el animal que los
representa, según la fábula leída:
6- Recordemos que en el
género literario llamado Nueva Fábula la moraleja no está explicitada (dicha)
de manera directa y es lector quien debe extraer la conclusión: ¿cuál cree que puede ser la
moraleja de esta fábula?