El teatro griego: comedia y tragedia
Los griegos desarrollaron dos formas teatrales (de las cuales luego se desprenderían otras variantes). Según Aristóteles, la tragedia se relaciona con la imitación de las acciones de los hombres superiores por sus rasgos heroicos. Los temas se vinculan con lo serio y lo grave.
En cambio, la comedia imita las acciones de los hombres comunes y
combina lo grosero con la crítica de las costumbres. Así, representa lo leve,
lo bajo, lo ridículo, lo exagerado. Además posee un desenlace feliz y su objetivo
es hacer reír al público.
Las unidades aristotélicas: Tiempo, espacio
y acción.
En su libro “Poética”, Aristóteles formuló los postulados básicos para toda tragedia. Una tragedia, según él, para que funcionase según el objetivo buscado debía cumplir con tres unidades: de tiempo, de espacio y de acción.
Unidad
de tiempo:
La acción de toda la pieza trágica debe desarrollarse en no más de 24 horas.
Unidad de espacio: La acción debe suceder
en un único espacio (o escenografía)
Unidad
de acción:
La acción debe suceder en torno a un único conflicto, centrado en un personaje.
La
estructura de las tragedias griegas
La estructura de las tragedias griegas suele constar de las siguientes partes:
Prólogo: Comprende el
discurso previo al ingreso del coro y cumple la función de dar a conocer los
antecedentes de la historia. Sirve para poner en situación al auditorio. Se
sitúa en tiempo y espacio al espectador y se conecta el pasado del héroe con su
presente.
Párodos: Es la
denominación que se le da al canto del coro en su segunda entrada.
Episodios: Son los momentos
en los que los personajes dialogan. Estos diálogos realizados entre los actores
son los que hacen progresar la acción dramática. A través de los episodios los
espectadores conocen los pensamientos y sentimientos de los protagonistas.
Estásimos: Son cada una de
las intervenciones líricas del coro en las que, mediante el canto, los coreutas
van comentando lo que sucede en la obra. En los estásimos se expresaban las
ideas políticas, filosóficas o morales del autor de la obra o dramaturgo.
Éxodo: Constituye el
final de la obra. Generalmente la pieza terminaba en una procesión en la que
salían todos juntos. Es la parte final de la tragedia en la que el héroe
reconoce su error. Esta parte siempre posee una enseñanza moral.
El
héroe trágico y sus cinco condiciones
Albin Lesky, historiador austríaco, definió las cinco condiciones que, según él, estaba presentes en toda tragedia:
Caída trágica: En el centro de lo trágico está la caída del héroe que desciende estrepitosamente desde un sentimiento de aparente felicidad y seguridad hasta los abismos de la miseria y la desgracia.
Relación de lo trágico con nuestro propio mundo: Como
espectadores lo trágico debe interesarnos y afectarnos. Debemos identificarnos
con el héroe para que funcione la catarsis.
Aceptación del destino: El héroe trágico
debe aceptar su destino, sufrirlo con conciencia y no sólo padecerlo porque se
le impone. Por esto, los protagonistas expresan con largos discursos los
motivos de sus acciones, las dificultades de sus decisiones y los poderes que
los acosan.
Oposición irremediable: En lo trágico hay
un conflicto que no tiene solución posible. En ese sentido cualquier elección
que realice el héroe lo devuelve a un callejón sin salida.
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