La civilización Maya
Los mayas desarrollaron
su civilización a lo largo de los tres períodos (preclásico, clásico y
posclásico) desde el 3.000 a.C. hasta el 1456 d.C. Tras la conquista española
de México no todos los territorios mayas fueron dominados, aunque su esplendor
del período clásico había decaído. Actualmente existen más de un millón de
descendientes mayas en Guatemala, sur de México (del Océano Pacífico al Mar
Caribe, incluida la Península de Yucatán) y Honduras. Con el paso de los siglos
el idioma maya derivó en otras lenguas, siendo la más numerosa la maya-quiché,
pero también se destacan la chol, tojolabal, tzeltal, tzotzil, mam y lacandón.
Se habla generalmente
de "Antiguo Imperio" y "Nuevo Imperio Maya" para designar a
los períodos clásico y posclásico respectivamente. Esto da lugar a confusión,
ya que la difusión de la cultura maya fue básicamente lingüística y cultural,
no militar, y jamás existió entre los mayas el concepto de imperio. Su organización
sociopolítica interna fue siempre a base de pequeños estados encabezados por
una ciudad importante. Debido al avance de la selva sobre las ruinas, todavía
no se sabe con precisión cuántas ciudades-estado hubo en el dominio cultural
maya.
Economía
El fundamento de su economía era la agricultura en base a la roza, como los olmecas. La técnica de roza consiste en preparar el terreno mediante la tala e incendio de un sector del bosque, para despejar las malezas y arbustos previamente a la siembra. Se cultiva ese predio varios años hasta que disminuye la producción por el agotamiento del suelo; luego se prepara otro sector del bosque del mismo modo, y no se vuelve a sembrar el primero hasta que esa tierra no haya recuperado la vegetación. Por eso, este sistema agrícola requería de un amplio territorio. Como consecuencia, las ciudades-estado se hallaban dispersas, con terrenos libres a su alrededor.
El mayor problema con que se enfrentaban era la provisión constante de agua, porque eran insuficientes los ríos o arroyos de la región para enfrentar temporadas prolongadas de sequía. Por eso buscaban ubicarse cerca de cenotes, como en Chichén Itzá. Los cenotes son depósitos geológicos naturales de aguas (numerosos en la península de Yucatán) que se hallan a veces en la superficie, pero en general son subterráneas, por lo cual los pobladores debían cavar para utilizarlos. Si no había cenotes cerca, recogían el agua de lluvia en cisternas (receptáculos construidos por el hombre). Sólo en la época moderna perforaron pozos.
Cultivaron maíz, pimientos, calabazas, tubérculos, cacao, algodón; cosechaban tabaco, copal y caucho. De éste obtenían la materia prima para sus sandalias, capas y pelotas para los juegos.
La unidad de producción era la familia, que cultivaba y cosechaba una parcela durante 200 días al año. El resto del tiempo los hombres trabajaban en obras públicas.
Como era un sistema de producción extensivo, cuando la población aumentó considerablemente, lo sembrado no alcanzó para alimentarla. Los gobernantes intentaron mejorar el rendimiento combinando el sistema de roza con el riego y con la preparación del terreno para un cultivo más intensivo, pero quizás esto no fue suficiente debido a que ya se había agotado la tierra y esos mecanismos no servían a corto plazo. Por ello, gran parte de la población emigró a otras regiones en el 900 d.C., y la cultura maya, que antes estaba ubicada fundamentalmente en el noreste de Guatemala, renació en la península de Yucatán, con muchas características antiguas pero también con nuevos rasgos, tomados de las culturas militaristas del altiplano central mexicano.
Sociedad
Existía una diferenciación social marcada entre el clan familiar del jefe y los restantes grupos. La sociedad maya se podría clasificar en cuatro clases: la nobleza, los sacerdotes, el pueblo y los esclavos.Los nobles tenían privilegios que se transmitían por herencia, por lo que se preocupaban mucho por su origen familiar, y para recordarlo hacían árboles genealógicos. Fueron llamados "caciques" por los españoles; entre ellos se elegían los jefes locales.
Los sacerdotes gozaban de gran prestigio: cumplían un importante papel en el gobierno y en el desarrollo de toda la cultura maya, desde la configuración y distribución urbana de los centros ceremoniales, hasta en la investigación científica. No sólo eran astrólogos, sino que dominaban el sistema calendárico con sus conocimientos astronómicos y matemáticos, y con ello, también conocían los ciclos de la agricultura. Eran asimismo quienes redactaban la historia de su pueblo mediante la escritura jeroglífica y, por supuesto, se ocupaban de las ceremonias religiosas y de los sacrificios que se hacían en ofrenda a los dioses. Entre los sacerdotes existía división de tareas para su mejor desempeño.
El pueblo trabajaba en la agricultura y en la edificación, así como también en todo otro oficio manual que fuera necesario para la vida; era, en líneas generales, muy laboriosas y creativas. Los prisioneros de guerra o los infractores a las leyes eran reducidos a la esclavitud. Los considerados culpables eran privados de su libertad hasta que pagaran por el delito cometido. Un esclavo se compraba como una mercancía. Según el investigador Henri Lehmann, Malinche (bautizada por los españoles con el nombre de Marina), la famosa amante del conquistador Hernán Cortés (que le sirvió de intérprete ante los caudillos mexicanos y facilitó su victoria), era una esclava de lengua maya.
Religión
Se conoce a través de los
manuscritos o Códices, por las representaciones artísticas, por los relatos de
los españoles, y por la religión actual de los pueblos mayas que, si bien
adoptaron oficialmente el catolicismo, conservaron muchas de las prácticas
anteriores. Además de que las tradiciones orales continuaron durante siglos, el
Popol Vuh (libro sagrado de los mayas) había sido escrito en lengua
maya-quiché, y fue traducido en el siglo XVIII por un sacerdote católico, con
la ayuda de los sabios del lugar.
La religión maya concebía al hombre en total dependencia de los dioses que regían su mundo, rigurosamente ordenado por los sacerdotes. Éstos establecían los ayunos, las oraciones y los sacrificios. Durante el período clásico, se ofrecían en sacrificio alimentos, animales u objetos preciados. En el período posclásico aparecieron los sacrificios humanos.
Los dioses principales tenían que ver con el tiempo, con la agricultura y con el cosmos, y estaban agrupados en cuatro (o uno con cuatro características distintas) tal como se conciben los puntos cardinales. El dios más importante de los primeros tiempos, Itzmaná, dio probablemente origen al culto a Ku-kulkán, dios maya posclásico, y también está relacionado con Quetzacoatl, dios de los aztecas de la altiplanicie mexicana. Se lo asocia con el poder, con el agua y el fuego, y con la serpiente Sus ayudantes eran, entre otros, los dioses de la lluvia, del maíz, de los muertos, de la luna y de la maternidad.
Historia II : América indígena y la expansión europea / Teresa Eggers-Brass y Marisa Gallego. - 2a ed. - Ituzaingó : Maipue, 2009. |
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