Resumen y análisis de Pedro Páramo de Juan Rulfo
Esta novela de Rulfo no es de fácil lectura. El
lector se sorprende ante su composición fragmentaria, en cortos segmentos
separados por espacios en blanco, sin indicación de partes ni capítulos.
Además, la existencia de diferentes narradores que irrumpen abruptamente en el
relato, desorienta y confunde al lector. Sin embargo, Pedro Páramo presenta
una estructura precisa, conformada por setenta secuencias o segmentos
narrativos que constituyen dos partes bastante bien determinadas:
La primera parte, formada por treinta y siete
secuencias, narra el viaje de Juan Preciado a Comala, en busca de su padre
-"un tal Pedro Páramo"-, según la promesa hecha a su madre, Dolores
Preciado, en su lecho de muerte. Su guía es Abundio, el arriero, otro hijo
ilegítimo de Pedro Páramo.
Al llegar, Juan Preciado descubre que Comala es un
pueblo sin vida, habitado sólo por fantasmas. Sin embargo se aloja allí,
conversa con quienes el lector no alcanza a distinguir si son seres vivos o
ánimas en pena, y reconstruye parte de la existencia del que fuera su padre,
Pedro Páramo, de cuya muerte se entera al arribar al pueblo. Por último,
"acalambrado como los muertos de miedo", muere Juan Preciado. Lo
entierran junto a Dorotea, su principal interlocutora a lo largo de esta
primera parte.
Sobre esta línea argumental de base se intercalan:
Los recuerdos de Dolores Preciado sobre Comala, que
motivaran el viaje de Juan. Se distinguen del resto porque van en negrita y
entre comillas.
"Llanuras
verdes. Ver subir y bajar: el horizonte con el viento que mueve las espigas, el
rizar de la tarde con una lluvia de triples rizos. El color de la tierra, el
olor de la alfalfa y del pan. Un pueblo que huele a miel derramada... "
Las remembranzas fragmentarias de Pedro Páramo
respecto de Susana San Juan, del amor nacido en la infancia compartida y de su
inasible corazón enajenado por la locura:
"Miraba caer las gotas iluminadas
por los relámpagos, y cada vez que respiraba suspiraba, y cada vez que pensaba,
pensaba en ti, Susana.''
La
intervención, mínima, del narrador omnisciente, que:
·
presenta a Abundio y a Juan Preciado;
·
narra la infancia de Pedro Páramo;
·
relata parcialmente la muerte de Miguel Páramo;
·
introduce al padre Rentería, párroco de Comala, y a
Fulgor Sedano, administrador de la hacienda de Pedro Páramo.
La segunda parte abarca las restantes treinta y tres secuencias. En
ella la línea argumental de base se organiza alrededor del amor de Pedro Páramo
por Susana San Juan, quien, demente, sólo piensa y clama por su primer marido,
Florencia, muerto por orden del cacique de Comala. Se intercalan asimismo:
·
Las secuencias que narran la muerte de Miguel, hijo
de Páramo.
·
Los remordimientos del padre Rentería por no
oponerse a la tiranía de Páramo.
·
Los pasajes relativos a la revolución y al manejo
que Páramo hace de ella, en su favor.
·
Los hechos más importantes en la vida de Susana San
Juan, previos a su casamiento con Pedro Páramo y causa de su locura.
·
La vida solitaria y falta de amor de Pedro Páramo y
su muerte a manos de Abundio, su hijo.
Todo este material narrativo es presentado desde
múltiples perspectivas, a través de los monólogos de los personajes
involucrados, así como también de diálogos entre muertos.
LA APARENTE INCOHERENCIA ESTRUCTURAL DE LA NOVELA
Con las aportaciones fragmentarias de los distintos
personajes en monólogos o diálogos, se va dando el asunto de la obra, sin que
los sucesos aludidos o comentados sean presentados en su secuencia normal. De
ahí la dislocación narrativa que sorprende al lector, quien, como dijimos, debe
ordenar ese material cronológicamente o según una relación de causalidad.
Sin embargo, en un nivel estructural más profundo,
se advierten elementos temáticos recurrentes que ensamblan ambas partes.
Ejemplo de ello es el tema de la muerte de Pedro Páramo, narrada en las dos
secciones, pero desde diferentes perspectivas; o la simetría en la aparición de
Abundio, el arriero, quien abre la primera parte y cierra la segunda. Es
característico el modo de contar los sucesos no en su devenir, sino al revés.
Asimismo se da otra simetría interna en la
distribución, en cada parte, de igual número de secuencias correspondientes a
determinado personaje o tema. Ejemplo de ello son las veintitrés dedicadas a
Pedro Páramo en la primera parte, cantidad que se repite en la segunda.
La posición del narrador
La diversidad en la perspectiva narrativa también
contribuye a este fingido disloque, pues, si bien existe un narrador
omnisciente que proporciona datos escuetos referentes al tiempo y al lugar, lo
que prevalece es la voz de otros narradores, cuyos monólogos interiores
reconstruyen la vida de Pedro Páramo y lo sucedido en Comala . En primera persona
hablan Juan Preciado y Eduviges. En este fragmento quien lo hace es Juan Preciado.
Ejemplo:
El calor me hizo despertar al filo de la medianoche. Y el
sudor. El cuerpo de aquella mujer hecho de tierra, envuelto en costras de
tierra, se desbarataba como si estuviera derritiéndose en un charco de lodo. Y
o me sentía nadar entre el sudor que chorreaba de ella y
me faltó el aire que se necesita para respirar. Entonces me levanté. [ ... ]
Salí a la calle para buscar el aire; pero el calor que me
perseguía no se despegaba de mí.
EL TIEMPO NARRATIVO
El autor sitúa la acción fuera del tiempo, y así
destruye el signo más notable de la vida humana. De esa forma no existe
frontera entre la vida y la muerte. En el principio de la obra asistimos a la
llegada a Comala de Juan Preciado, vivo, y, aparentemente, después de la muerte
de su madre, Dolores. Pero, a poco, el uso de diferentes expresiones temporales
nos va señalando continuos saltos en el tiempo, hasta lograr la inexistencia
del antes y del después.
Dentro de esa diversa perspectiva temporal se pueden
distinguir:
- El tiempo histórico o real, que corresponde a la historia de Méjico, desde 1858 hasta 1929, fecha en que finaliza la Revolución Cristera.
- El tiempo de la trama de la novela, desde 1858 -nacimiento de Pedro Páramo hasta 1934 -muerte de Juan Preciado.
- El mítico o ucronia , es decir, el no tiempo de las
evocaciones de los muertos de Comala, nacidas en el interior de sus conciencias
atormentadas.
- El circular del relato en sí, ya que, como dijimos, se inicia en un futuro -el viaje de Juan Preciado a Comala-, respecto del pasado que será tema de la novela -vida, tiranía y muerte de Pedro Páramo-, para terminar integrando ese pasado con el futuro inicial a través de Abundio, el arriero matador de Páramo, pero, a la vez, guía de Juan Preciado.
TÉCNICAS NARRATIVAS
De todos los recursos propios de la nueva narrativa
usados por Rulfo -"flash-back", "racconto", monólogo
interior, contrapunto, narración preactiva (narración que
comienza por el resultado de los sucesos que iniciaron la acción) , seleccionamos
los dos últimos, por ser los que subrayan la estructura circular de la
novela.
El contrapunto se da en la base misma de la obra,
ya que, en sí, ésta desarrolla dos historias, la de Pedro Páramo y la de Juan
Preciado. Algo semejante ocurre con la de Susana San Juan y la de Dolores
Preciado.
Con esta técnica se enlaza otra: la de la
evocación, que apunta a lograr una atmósfera poética mediante los distintos
tonos que alcanzan las intervenciones de los personajes, las cuales traducen
estados psíquicos diferentes.
Del otro recurso -la narración preactiva- hemos
venido hablando desde el principio. Al comenzar por los resultados del accionar
de Pedro Páramo, es decir, por presentar el deseo de venganza de Dolores
Preciado, encarnado en el viaje a Comala de su hijo Juan, y remontarse, a
través de las evocaciones, a otros tiempos no ordenados cronológicamente, Rulfo
logra crear un clima de ambigüedad en cuanto a si sus personajes viven o están
muertos .
La lengua usada por Rulfo coadyuva para alcanzar
esos tonos que caracterizan a los distintos personajes. Sin embargo, pueden
señalarse dos registros lingüísticos diferentes:
El utilizado por el narrador omnisciente, abundante
en imágenes y semejante al empleado por Dolores Preciado en sus evocaciones de
Comala. Ejemplo:
"Allá
hallarás mi querencia. El lugar que yo quise. Donde los sueños me
enflaquecieron. Mi pueblo, levantado sobre la llanura. Lleno de árboles y de
hojas, como una alcancía donde hemos guardado nuestros recuerdos...
'' El teñido de color local por el empleo de mejicanismos y vulgarismos
morfosintácticos, de los que se sirven los
demás personajes. Ejemplo:
-Deme
el otro cuartillo, madre Villa. Y si me lo quiere dar sobradito, pos ahí es
cosa de usté.
SIMBOLISMO DE LA OBRA
Las dificultades que entraña la lectura de Pedro
Páramo inciden en la problemática de su interpretación. En general, los
críticos han visto en Comala características semejantes a las del infierno
dantesco. En efecto, se insiste constantemente en el calor que impera en el
pueblo y en el descenso necesario para llegar a él. Desde el principio se advierte al lector sobre su
atmósfera irrespirable: Era
ese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado
por el olor a podrido de las saponarias .
Además, su mismo nombre lo indica, ya que
"camal" designa en Méjico un recipiente de barro usado para calentar
tortas sobre las brasas. "Comala" es, pues, el sitio infernal, sobre
las brasas.
Hacia allí viaja Juan Preciado en busca de un
paraíso ilusorio -tal es Comala en las descripciones plenas de nostalgia de
Dolores Preciado-. Su hijo Juan reedita, pues, el mito del regreso en busca de
los propios orígenes; es decir, que más allá de la historia del cacique
pueblerino, más allá de la historia de sus violencias y tiranías, subyace la expresión
de un mito tan antiguo como el hombre: el que se refiere a la búsqueda de la propia
identidad mediante el reencuentro con el padre.
TEMA DE LA OBRA
Lo indica el mismo autor por boca de Abundio. Al
preguntarle Juan Preciado cómo era Pedro Páramo, el arriero le contesta:
"un rencor vivo". He aquí el germen de la novela. De él nacerán otros
subtemas:
a) la culpa, a través de la sensación de la caída
del hombre en la soledad y la desesperanza;
b) el amor como sentimiento fallido, incapaz de transmitirse. Ni Pedro Páramo en su ilusoria pasión por Susana San Juan, ni Dolores Preciado en su frenesí amoroso por Pedro, logran comunicar su sentimiento;
e) la violencia que engendra el caciquismo en la figura del protagonista
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