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2 de septiembre de 2022

¿Existe una temática específicamente fantástica?

 

¿Existe una temática específicamente fantástica?

 Podemos afirmar que no existen temas fantásticos en sí, que lo fantástico sólo puede darse “en situación”, es decir, dentro de un contexto determinado, y que, además, cualquier tema puede ser fantástico si se desarrolla de una manera adecuada. Es muy difícil, en la práctica, separar el tema de su tratamiento; pero se puede ver que, en los autores estudiados, un mismo tema o un mismo motivo puede tener características que lo hacen fantástico, o ser desarrollado de forma diferente. Veamos algunos ejemplos, a título de ilustración.

El motivo del laberinto es central en la obra de Borges, donde aparece una y otra vez, con valores diferentes: los laberintos borgianos pueden ser fantásticos, pero también pueden ser simbólicos (o las dos cosas a la vez).  La estructura narrativa de “Tlón, Uqbar, Orbis Tertius” (cuento fantástico) es laberíntica, pero también lo son las de “La muerte y la brújula” y “El jardín de senderos que se bifurcan” (cuentos en que el elemento policiaco es el predominante). Los espejos, puertas que llevan a otra realidad, si bien en ocasiones están unidos a lo fantástico, otras veces tienen un valor primordialmente simbólico. El tema del infinito puede tener dimensiones fantásticas o filosóficas, etcétera. El motivo del espacio cerrado se repite con una frecuencia impresionante en la narrativa de Cortázar, pero su aparición no coincide exclusivamente con lo fantástico.

Hasta ahora sólo he mencionado motivos característicos de un autor, que no son comunes a los tres. Encuentro, además, una característica común, que me parece importante mencionar, porque aparece en todos los cuentos fantásticos que he visto: es la marginalidad, que es un rasgo que puede ir unido o a los personajes o al fenómeno fantástico. Por lo general, los protagonistas de los cuentos fantásticos son seres solitarios, aislados, o si no lo son siempre en su vida, se encuentran solos en el momento en que se enfrentan al hecho fantástico.

La soledad es un buen terreno de cultivo para lo fantástico; es significativo el hecho de que, en el único cuento en que el fenómeno fantástico está relacionado con una acción colectiva (“Las ménades”), el observador de este fenómeno, el único que parece darse cuenta de su extrañeza, es un solitario. En las ocasiones en que el personaje no es un marginado, se aísla al entrar en contacto con el fenómeno insólito: es el caso de Alina Reyes o del narrador- protagonista de “Carta a una señorita en París”. A veces es el fenómeno mismo el que exige la soledad para ser percibido (es lo que ocurre con el Aleph); la tarea fantástica debe ser realizada a solas (“Las ruinas circulares”).

 El ángel de García Márquez está solo, separado por un abismo infranqueable del resto del pueblo, y el protagonista de “El último viaje del buque fantasma” es también un ser marginado. Son solitarios los protagonistas de “Axolotl” y “La noche boca arriba”, y los personajes de “Casa tomada” viven en un retraimiento total, separados por completo del mundo exterior.

Me parece que esa coincidencia en la soledad no es casual. Se podría entonces concluir que la soledad, la marginación o el aislamiento son característicos de la literatura fantástica, condiciones necesarias para la aparición de lo fantástico. Creo que lo que he dicho es admisible, pero, por otra parte, la soledad no es un rasgo privativo de lo fantástico: “El tema de la ‘marginalidad’ atraviesa toda la literatura narrativa, es su carta de presentación, su marca; ese tema en el que el rebelde en guerra contra la realidad disfrazó su propio drama, representa su propia condición, el destino marginal que le ha deparado su disidencia frente al mundo. Su manifestación más corriente es, desde luego, la anecdótica: no es fortuito que el tema del ‘excluido’, del ‘apestado’, del ‘ser distinto’, reaparezca maniáticamente en las ficciones”.

¿Por qué, entonces, mencionar la marginalidad como tema fantástico, si aparece en toda la narrativa? Los temas de la literatura fantástica, dice Todorov, son los de la literatura en general. Si existe algo específico de lo fantástico, se encuentra en la intensidad: la norma de lo fantástico es lo superlativo. Es decir que la intensidad, la exageración, procedimiento característico para llegar a la sensación de lo fantástico, es lo que da a los temas su nota distintiva.  La insistencia con que se menciona la marginalidad en losese aislamiento, sean específicamente fantásticos.

Aun admitiendo que no se puede hablar de temas exclusivamente fantásticos, Todorov propone una clasificación temática para la literatura fantástica, en dos grandes grupos, a los que llama “temas del yo” y “temas del tú”. Los explica de la manera siguiente: el yo significa el aislamiento relativo del hombre en su relación con el mundo que construye, la insistencia en ese enfrentamiento, sin que haya necesidad de nombrar un intermediario. El remite precisamente a ese intermediario, y la base de este grupo es la relación por medio de un tercero. El yo está presente en el tú, pero no se da el caso contrario.

En el primer grupo —el de los temas del yo— se ha vuelto posible el paso del espíritu a la materia. Es decir que los límites entre los dos se desdibujan, se desintegran, dando lugar a una especie de continuum materia-espíritu. Sería el caso de relatos como “Las ruinas circulares”, “Tlón, Uqbar, Orbis Tertius”, “Lejana”, “Axolod”, “La noche boca arriba”, “El último viaje del buque fantasma”, entre otros.

El punto de partida del segundo grupo sería el deseo sexual. Mientras que los temas del yo significan la puesta en acción de la relación entre el hombre y el mundo, del sistema percepción-conciencia, los del son más bien los que tienen que ver con la relación entre el hombre y sus deseos, entre el hombre y su inconsciente. Los temas del yo implican esencialmente —todavía según Todorov— una posición pasiva; en los temas del se observa, en cambio, una acción sobre el mundo. De todos los cuentos analizados, me parece que sólo “Las ménades” y “El ahogado más hermoso del mundo” podrían caber en este grupo.

 

Fuente: FLORA BOTTON BURLA; LOS JUEGOS FANTÁSTICOS; FACULTAD DE FILOSOFÍA y LETRAS; UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO; 2003.

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