SIMBOLOGÍA: El Ancla (áncora): Masa pesada cuyo peso retiene
al navío, el ancla se considera símbolo
de firmeza, solidez, tranquilidad y fidelidad.
En medio de la movilidad del mar y de los
elementos, ella es lo que fija, ata, inmoviliza.
Simboliza la parte estable del ser,
aquello que nos permite guardar una calma y
lucidez ante la oleada de sensaciones y sentimientos.
En este sentido, puede ser también
una barrera, un retardo, y eso es sin duda lo
que significa cuando, ligada al delfín que es
la rapidez misma, aparece como ilustración
de la divisa de Augusto: Festina lente (apresúrate
lentamente).
Última salvaguarda del marino en la tempestad,
se halla la mayoría de veces vinculada
a la esperanza, que queda corno sostén en
las dificultades de la vida: «esta esperanza la
guardaremos corno un ancla sólida y firme
de nuestra alma» dice san Pablo en Heb,6,19.
El áncora simboliza también el conflicto
de lo sólido y lo líquido, de la tierra y el
agua. Detiene el movimiento de la vida,
cuando se toma tempestuosa. Debe resolverse
el conflicto para que la tierra y el agua
conjugadas favorezcan una evolución fecunda.
Desde el punto de vista místico, no estando
esta armonización realizada en este mundo,
conviene, como dice san Pablo, anclar
nuestra alma en el Cristo, único medio de
evitar el naufragio espirituaL Mi áncora y
mi cruz, dirán los místicos, expresando bien
esta voluntad de no abandonarse a los remolinos
de la naturaleza sin la gracia, con el fin
de fijarse al manantial de toda gracia que es
la Cruz.
FUENTE:DICCIONARIO DE LOS SÍMBOLOS
Bajo la dirección de
lEAN CHEVALlER
Doctor en teología. Profesor de filosofía con la colaboración de
ALAIN GHEERBRANT
BARCELONA
EDITORIAL HERDER
1986