CUENTO POPULAR : El anillo de Giges
Fuente de esta versión: Platón, República, II, 350 d. El filósofo pone la historia de Giges en boca del sofista Glaucón al reflexionar sobre la naturaleza de la justicia.La vieja historia de Giges fue contada, asimismo, por Heródoto, Xantus, Filóstrato y Cicerón, quien la incluye en De Otficis, III, 38. Anillos de la invisibilidad se encuentran también en Las mil y una noches ("Historia We Aladeo"), en Orlando Furioso, III, 74, etc.
Giges era un pastor al servicio del rey de Lidia. Un día, después de una violenta tempestad y de un temblor de tierra, se agrietó el suelo y se abrió un abismo en el sitio donde Giges hacía pacer sus rebaños. Asombrado, cuentan, Giges descendió al abismo y allí vio, entre otras maravillas, un caballo de cobre, hueco, con multitud de aberturas pequeñas, por una de las cuales introdujo Giges la cabeza y alcanzó a ver en su interior un cadáver de talla superior a la humana, que no llevaba sobre sí más que un anillo de oro en un dedo. Giges tomó el anillo y se fue.
Los pastores solían reunirse todos los meses para enviar un informe al rey sobre el estado de los rebaños. Giges concurrió también a esta asamblea, llevando consigo el anillo, y tomó asiento entre los pastores. Por casualidad, volvió hacia adentro el engarce del anillo, y al punto se hizo invisible para los demás pastores, que comenzaron a hablar como si él se hubiese retirado, lo cual lo llenó de asombro. Entonces volvió con suavidad el engarce hacia afuera, y de nuevo se hizo visible. El hecho despertó su curiosidad, y a fin de saber si obedecía a una virtud propia del anillo, repitió la experiencia: cuantas veces volvió el anillo hacia adentro se tornó invisible, y siempre que lo volvía hacia afuera, tornaba a hacerse visible. Seguro ya de la virtud del anillo, se hizo nombrar miembro de la comisión de pastores que debía rendir cuentas al rey. En cuanto llegó al palacio, sedujo a la reina, y entendiéndose con ella, atacó y mató al rey, y se apoderó del trono.
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