Análisis de LA
GRINGA de Florencio Sánchez
Contexto histórico
La inmigración europea fue el resultado de
una política de colonización iniciada después de Caseros. En 1856 se funda en
Santa Fe la primera colonia, Esperanza, a la que siguen muchas otras. El
campo santafesino se transforma por influencia de los colonos italianos, cuya
incorporación a la sociedad rural, produce choques, conflictos. La gringa pretende
reflejar esa situación.
Análisis
La gringa es una obra de tesis. El problema
social que trata -enfrentamiento de criollos y gringos- tendrá una solución
positiva: una nueva raza surgida del encuentro de los dos grupos,
conformará a la Argentina brillante y progresista del futuro.
Es la solución que Sánchez propone. El juego
dramático de la obra nace, pues, de una situación social en un medio
rural argentino en plena transformación. El ambiente pasa a
primer plano. Los
personajes están configurados por él; les impone modos de valorar, comportamientos;
en general, rasgos psicológicos y sociológicos peculiares.
El medio aparece, por ello, caracterizado con
detalle en las acotaciones escénicas, en las
reacciones de los personajes, en sus ideas, gustos y elecciones. Esta exigencia
del contorno los privará de hondura psicológica.
Don
Nicola, Doña María, y los gringos en general, muestran un patrón uniforme de
valores: sentido práctico, excesivo amor por el trabajo y por el ahorro. Don
Cantalicio y los criollos
se aferran, en cambio, a los esquemas tradicionales de la vida rural: apego
a las costumbres locales, desprecio por la labor agrícola, rechazo de la influencia
extranjera.
Estos
dos mundos provocarán el conflicto en sucesivos choques, cuya intensidad
dramática va en aumento hasta terminar con el desalojo del criollo, que cae
herido por un automóvil, signo de los nuevos tiempos.
Pero un mundo ideal se vislumbra como solución
romántica: es el de Próspero y Victoria, hijos de criollos y de gringos, unidos
por el amor. Horacio,
el hijo universitario, es quizá el personaje menos auténtico, pero el más
representativo de la tesis de Sánchez: progresista, comprensivo, aunque
excesivamente razonador. Horacio será
más aún que la "gringa", Victoria, el símbolo de la nueva
raza, integrado en la comunidad por su inteligencia y su cultura, también al
servicio del país de quien se siente hijo.
Como en todo teatro
de tesis hay un llamado, una apelación al público, un esperanzado mensaje de
conciliación para inmigrantes y criollos. Y esta apelación se cumple
con recursos dramáticos, como la acumulación de escenas en que el conflicto se
agudiza por detalles menudos (el ombú derribado, por ejemplo). También la
obcecación pareja de Don Nicola y Don Cantalicio, las notas negativas que
paralelamente destacan a ambos bandos, pretenden mostrar el desgaste inútil que
tal enfrentamiento provoca en la sociedad rural santafesina. De ahí surge la
apelación mencionada: sólo superando el conflicto
se construirá un mundo de paz y trabajo.
El tiempo
cronológico
en que se desenvuelven los acontecimientos está claramente al servicio de la
tesis. Las etapas temporales marcan el progreso del inmigrante y el derrumbe
del criollo. La acción del tiempo se indica por la transformación del medio:
la chacra primitiva del gringo se transforma en granja más cómoda, hasta
con detalles de buen gusto. Así, pues, Sánchez lleva a su obra la realidad del campo
santafesino de fines del siglo XIX , pero eligiendo y acentuando aquellos rasgos
que muestran el conflicto social.
Este se presenta en el medio
(opone campo criollo a chacra gringa, cultivada, floreciente) ; en las relaciones
familiares (familia gringa, de gran cohesión, basada en
objetivos comunes, opuesta a la desunión y desarraigo de la familia criolla);
en las relaciones
entre los grupos (continuos choques provocados por
diferentes esquemas de valores).
Estructura: La obra está
dividida en cuatro actos: Los cambios de escenario en el 1º, 2º y 49
señalan cambios de "status" social del gringo, significativo en el
desarrollo de la acción dramática. El 39 corta este suceder
temporal; la escena se desplaza hacia la fonda; un ámbito distinto, aunque
también característico de otras situaciones y enfrentamientos semejantes.
La intriga es mínima. La
acción avanza a través de sucesivos cambios de situación. Cada situación
surge de una relación entre personajes, delimitada en cada escena. Por
ejemplo: en el acto 1° se dan las siguientes situaciones:
a. María y su hija Victoria;
b. Victoria
y Próspero;
c. Nicola
y sus hijos;
d. Los
criollos y Próspero;
e. Nicola
y Cantalicio, etc.
Los personajes se
dibujan a través del diálogo y de las acotaciones escénicas que destacan la
ubicación sociológica y algunos rasgos psicológicos muy marcados, que agravarán
los conflictos (María, la madre gringa, es agresiva, carece de ternura, vive
para trabajar y ganar dinero).
Las acotaciones escénicas: caracterizan
el escenario y son expresivas de la forma de vida del campo; destacan además de
la condición social, las acritudes y sentimientos de los personajes. Son
detalladas y en general se vinculan íntimamente con el esquema de la acción, lo
subrayan.
El lenguaje: Con
sus particularidades denota el "status" sociocultural de los
personajes y los cambios o matices de sus relaciones. La lengua del inmigrante
mezcla italianismos y contiene deformaciones de la sintaxis del español. En
la lengua de los criollos aparecen numerosos ruralismos. Próspero y Victoria
manejan la lengua general. La alternancia entre usted y vos refleja
cambios de situación o de actitudes de los personajes.
Valoración final : aunque
la circunstancia en que se plantea el conflicto ha cambiado, la raíz del mismo
-el problema de la integración en una comunidad de grupos nuevos o grupos
marginados- tiene vigencia; resuena aún hasta hoy. La técnica teatral es
simple: la débil intriga no crea expectativas en el oyente; pero queda el saldo
positivo de una eficaz caracterización del medio y su relación con los
personajes; de la fuerza vital con que algunos han sido delineados (Nicola,
María, Cantalicio), del manejo del diálogo con su lenguaje significativo de
situación social y de matices afectivos.
Fuente: Lacau y
Rosetti: Antología 2, Kapelusz, Bs.As., 1971.