Actividades
y guía de lectura
MARIANA PINEDA
Romance popular en tres
estampas
de Federico García Lorca
Mariana
Pineda está basada en un hecho histórico: su protagonista existió realmente y
murió ajusticiada como heroína de la libertad, el 26 de mayo de 1831, en
Granada. El mismo García Lorca relata en esta forma la génesis de su obra dramática:
"Mariana Pineda fue una de las grandes emociones de mi infancia.
"Los niños de mi edad, y yo
mismo, tomados de la mano, en corros que se abrían y cerraban rítmicamente,
cantábamos con un tono melancólico que a mí se me antojaba trágico:
¡Oh,
qué día tan triste en Granada, que a las piedras hacía llorar, al ver que
Mañanita se muere en cadalso, por no declarar!
"Un día llegué —continúa el
autor— de la mano de mi madre a Granada: volvió a levantarse ante mí el romance
popular, cantado también por niños que tenían las voces más graves y solemnes,
más dramáticas aún, que aquellas que llenaran las calles de mi pequeño pueblo,
y con el corazón angustiado inquirí, pregunté, avizoré muchas cosas, y llegué
a la conclusión de que Mariana Pineda era una mujer, una maravilla de mujer, y
la razón de su existencia, el principal motor de ella, el amor y la
libertad."
García Lorca vivía cerca de una
plazuela que lleva el nombre de Mariana Pineda, en cuyo centro se alza un
modesto monumento a la heroína romántica, y, sin duda, contempló más de una
vez, en la antesala del salón de actos del Ayuntamiento de Granada, el cuadro
histórico que representa a Marianita rodeada de monjas, al salir de la
prisión, camino del cadalso. Y probablemente había leído, para documentarse
sobre el drama, las actas de su proceso, que se conservan en la Cancillería de
Granada. Pero el motor de inspiración principal fueron, sin duda, los romances
populares que escuchó de niño en Fuente-vaqueros, en Valderrubio y luego en Granada.
Actividades y guía de lectura
1-Determinar el tema de la obra,
teniendo en cuenta para ello el entrañable amor que Mariana siente por don
Pedro y su identificación final con la
libertad, en aras de la cual sacrifica su vida: observar que este ideal recién
adquiere para la protagonista un peso definitivo cuando advierte que don Pedro
la ama menos que a aquella, optando entonces por convertirse ella misma en
símbolo de ese preciado ideal y obtener así, por fin, el amor que anhela.
2-Analizar la estructura de la obra:
a) Señalar desde dónde hasta
dónde abarca cada uno de los tres tiempos habituales en toda pieza teatral
tradicional: exposición, nudo y desenlace. Indicar las características y funciones
de cada una de estas tres partes.
b) Indicar cómo es la acción que
se desarrolla en la obra: observar la constante acumulación de situaciones de
gran tensión dramática que mantienen continuamente despierto el interés del
público:
·
En el primer acto la sostenida inquietud de
Mariana, la llegada de la carta de don Pedro y el envío de Fernando con el
pasaporte son todos elementos que concitan una gran expectativa a causa del
inminente peligro que corre don Pedro y que se presiente acecha también a
Mariana.
·
En el segundo acto el apasionado diálogo
entre los protagonistas, la reunión de los conspiradores, la súbita llegada de
Pedrosa y el diálogo decisivo que éste sostiene con Mariana constituyen situaciones
con un excelente encadenamiento interno y de gran eficacia dramática.
·
En el tercer acto la inminencia del trágico
desenlace de Mariana y las sucesivas visitas de Alegrito, Pedrosa y Fernando,
que llevan a la protagonista la decepción definitiva con respecto a su amado y
la certeza de la muerte, gradúan la creciente intensidad de la tensión dramática
hasta llegar a la culminación de la solemne escena final.
Analizar el ritmo de la pieza teniendo en cuenta el encadenamiento
interno de las diversas situaciones que integran su trama, la paulatina
intensificación de la tensión dramática, la precipitación, a partir del
segundo acto, de los acontecimientos y la deliberada intercalación de intermedios
líricos en momentos en que se hace necesaria una distensión dramática para no
acentuar en exceso el tono patético de la obra.
Analizar los intermedios líricos que se intercalan en la
pieza, tales como la introducción al romance popular sobre Mariana
Pineda, con la cual se abre y cierra la obra, el romance del Duque de Lucena,
que cantan los niños y Clávela en el segundo acto, el romance del General
Torrijos, la Canción del Contrabandista, que entona Mariana mientras sube
Pedrosa, para disimular su terror. Señalar en cada caso si es oportuna o no la
intercalación de los fragmentos líricos y su función en la economía total de la
obra, teniendo en cuenta que en algunos casos aligeran, con su lenguaje de
imágenes poéticas y de metáforas de gran valor expresivo, la monotonía del
relato de hechos que deben ser comunicados al espectador pero que no ocurren
ante su vista, y en otros distienden momentáneamente la tensión dramática
creada por los sucesos que se desarrollan en escena.
Observar que toda la obra está
escrita en verso, con combinación de diversos tipos de metros.
- Analizar el valor simbólico de los colores
que aparecen usados con frecuencia en la pieza, tales como el rojo de los hilos
con que Mariana borda la bandera de la libertad, asociado con herida, sangre, muerte
y también con la intensidad de la VI.
Análisis de los personajes.
1) Mariana Pineda
Indicar si la Mariana Pineda de la
pieza de García Lorca es esencialmente una heroína política, cuya lucha e
inmolación final están constantemente animadas por el ideal cívico de la
libertad o si, por el contrario, es sobre todo una mujer enamorada.
Señalar cuáles son sus rasgos
psicológicos y el tipo de personalidad que configuran. De acuerdo con esto y
con la actitud que adopta frente a la situación límite a que se ve enfrentada,
determinar su grado de realización y su dimensión como personaje dramático.
Observar que Mariana, traída y
llevada por las intrigas políticas de don Pedro y por la maligna pasión de
Pedrosa, es una figura dominada por la soledad, una soledad angustiante y
definitiva que la destaca del resto de los personajes, convirtiéndola en
símbolo de la lealtad y el sacrificio. Otro de sus rasgos dominantes es la profunda
femineidad que emana de cada uno de sus gestos y acciones. Comparar su
dimensión dramática y humana y el peso de su constante presencia en escena con
el del resto de los personajes que aparecen en la pieza.
Personajes
femeninos que acompañan a Mariana
Isabel la Clávela, doña Angustias,
Amparo y Lucía, Sor Carmen, las novicias y las monjas, son personajes apenas
esbozados, que no cumplen función dramática alguna, pues nada esencial agregan
al drama de la protagonista. Son, más bien, una especie de telón de fondo
destinado a realzar su figura, ya sea a través de intermedios líricos (como
en el caso de Amparo y Lucía), ya a través de diálogos laterales que comentan y
explican la situación de Mariana (Isabel, doña Angustias, las novicias) .
Analizar cada uno de estos
personajes, teniendo en cuenta lo expuesto en el párrafo anterior.
Personajes masculinos
Señalar los caracteres en común que
presentan don Pedro de Sotomayor, los conspiradores y el mismo Pedrosa, como
figuras que precipitan, en una u otra forma, el drama de Mariana.
Analizar sus caracteres y actitudes.
Observar su dimensión humana y dramática en comparación con la de Mariana.
Indicar los rasgos de Fernando como
antagonista y contrapartida del resto de los personajes masculinos y como única
figura de varón que se inscribe en el mismo ámbito espiritual de integridad,
constancia, amor inquebrantable y capacidad de entrega y sacrificio, que es
propio de la protagonista.
Actividades de escritura
Elaborar un retrato de Rosita o de
Mariana Pineda, a elección, tomando como
guía las siguientes pautas:
Observar, a través de los elementos
que proporciona el texto (diálogos, monólogos y acotaciones del autor), las
actitudes, reacciones, gestos, atuendos y rasgos del personaje elegido.
Seleccionar, entre todos los elementos
observados, aquellos que el alumno considere más importantes y definitorios a
los efectos de bosquejar el retrato.
Imaginar los rasgos físicos del personaje,
puesto que no aparecen señalados en el texto.
Componer el retrato empleando las siguientes
pautas formales:
·
Recursos
expresivos: imágenes sensoriales y anímicas, metáforas, comparaciones,
personificación, adjetivación, etcétera.
·
Recordar
que no existe un orden fijo en la presentación de los diversos elementos que
configuran un retrato.
·
Presentar
al personaje en movimiento, a través de alguna acción, gesto o actitud que contribuya
a definirlo de manera más vital y dinámica.