La
narración literaria:
Historia
y discurso; los núcleos; la secuencia narrativa; la estructura narrativa; las
catálisis; indicios e informantes.
Una
narración es el relato de una historia construida a partir de acciones que
realizan algunos personajes o que les sucede a ellos, en determinado lugar y
tiempo. Las historias son contadas por una voz ficcional o narrador y van
dirigidas a un oyente o lector también ficcional. El narrador puede ser tanto
un personaje o varios, incluidos en el relato, como puede estar fuera de los
hechos que se narran.
Las
narraciones literarias son textos ficcionales. Es decir, en estas narraciones
se construye una realidad o mundo, que es el resultado de la imaginación de un
autor. Existen diversos géneros dentro de la narración literaria, los más
difundidos son el cuento y la novela; otros son
el mito, la leyenda, la fábula y otros.
Cuando
se lee una novela o un cuento no es pertinente que el lector se cuestione
acerca de si los hechos que allí se narran son verdaderos o no, o si ocurrieron
en el mundo real. Lo que efectivamente importa es que ese mundo representado
sea verosímil. El verosímil es la lógica interna que debe tener todo texto
literario para que el mundo representado resulte convincente y creíble para el
lector.
Tanto
el cuento como la novela tienen trama narrativa e intención estética, es decir
que no se proponen informar ni explicar un hecho, sino generar en el lector una
emoción estética que, en cierto modo, provoque una transformación en él.
Historia
y discurso
(Para
ejemplificar lo que se expone a continuación, se utilizará el cuento La noche
boca arriba de Julio de Cortázar).
En toda
narración literaria hay que diferenciar los hechos que se cuentan, la historia,
del modo como se la cuenta, el discurso-.
En un
relato la historia se relaciona con el contenido. Son las acciones realizadas
o padecidas por ciertos personajes y que están relacionadas entre sí de forma
causal y cronológica a partir de un conflicto. Se corresponde con la síntesis
argumental de un texto. Por ejemplo, en el cuento de Cortázar la historia se
relaciona con la persecución del moteca de parte de los aztecas, el sueño de
otro mundo y el sacrificio del final.
El discurso se refiere a cómo esos
acontecimientos son contados, es decir, es la narración misma de esos hechos
junto con los elementos que intervienen en el acto comunicativo de narrar. La
serie de acontecimientos narrados en un relato puede variar a partir de quien
los narre según las distintas perspectivas, la personalidad, los intereses y la
participación en los hechos, o no. Esto llevará a que el relato de cada narrador
presente variaciones. Los recursos retóricos y el manejo del tiempo también
forman parte del discurso.
Los
núcleos
Los
núcleos narrativos se relacionan con el plano de la historia. Son las acciones
principales que organizan toda narración y sin las cuales no existiría el
relato. Entre ellas se establece una relación lógica de causa y consecuencia y
cronológica. Es decir, la acción que ocurre primero determina la acción
siguiente ya que los hechos están encadenados con un criterio lógico y
temporal: una acción es la causa de la que sigue. De esta manera, por ejemplo,
en el cuento de Cortázar el accidente
del motociclista es la causa de que lo trasladen al hospital, y estos
acontecimientos se vinculan con el clima de muerte que se presentará hacia el
final del relato.
Estos
núcleos o verdaderos nudos del relato son los que determinan que la historia
avance. En general se los identifica con sustantivos abstractos y suelen encadenarse
de manera lineal siguiendo la estructura narrativa: situación inicial, conflicto,
resolución y situación final.
Para
realizar la síntesis argumental de un relato se seleccionan las acciones más
importantes o núcleos, ya que ellos dan cuenta del contenido básico de la historia
y no pueden suprimirse.
La
secuencia narrativa
Las
acciones principales o núcleos narrativos encadenados en esta relación lógica
de causa y consecuencia forman una secuencia narrativa.
La
secuencia narrativa está conformada por los núcleos narrativos que, a su vez,
incluyen acciones menores, como por ejemplo, en el cuento de Cortázar , el
núcleo narrativo “Accidente del motociclista “engloba y sintetiza acciones
menores, como "su involuntario
relajamiento le impidió prevenir el accidente, vio que la mujer parada en la
esquina se lanzaba a la calzada a pesar de las luces verdes, frenó con el pie y
con la mano, desviándose a la izquierda, oyó el grito de la mujer y junto con
el choque perdió la visión, fue como dormirse de golpe, volvió bruscamente del
desmayo, cuatro o cinco hombres jóvenes lo estaban sacando de debajo de la
moto, sentía gusto a sal y sangre, le dolía una rodilla y cuando lo alzaron
gritó, porque no podía soportar la presión en el brazo derecho", entre
varias acciones más.
Además,
el cuento "La noche boca arriba" presenta una situación particular
respecto a cómo es planteada la historia ya que los hechos que le suceden al
principio al protagonista luego son interpretados de manera diferente. En un
comienzo el protagonista es el motociclista que tiene un accidente y sueña con
la selva y el moteca, sin embargo hacia el final del cuento, el protagonista ya
no es el motociclista sino el moteca, quien obliga al lector a reordenar los
hechos ocurridos de una manera drásticamente diferente a como se habían
presentado en un comienzo. El lector, junto al protagonista, descubre cuál es
la "verdadera realidad" y cuál es el sueño. Este reordenamiento de
las acciones hay que tenerlo muy en cuenta en el momento de realizar la
secuencia narrativa.
La
estructura narrativa
Todas las narraciones
literarias presentan una estructura común, la estructura narrativa y se
construyen alrededor de un conflicto. La secuencia de acciones más general o
abarcadura se corresponde con tres momentos: situación inicial, conflicto y resolución,
desenlace o situación final.
La
situación inicial suele estar ubicada al principio de una narración. Consiste
en la presentación de ciertos personajes ubicados en un tiempo y lugar determinados.
Estos elementos suelen presentarse en una situación de equilibrio. A medida
que avanza la narración ese estado de equilibrio se rompe por algo que afecta y
altera el orden establecido: el conflicto narrativo. A partir de esta aparición
se desarrolla la acción hasta que el conflicto o problema tenga una resolución,
ya sea positiva o negativa. Una vez resuelto el conflicto se vuelve a un nuevo
estado de equilibrio o situación final.
Los
conflictos narrativos se generan porque el protagonista desea algo, material o
simbólico, que es importante o valioso para él. En su búsqueda por lograr ese
objetivo se va a encontrar con personajes que colaboran con él y son sus ayudantes.
Sin embargo, también se va a encontrar con otros personajes que no quieren que
logre su meta porque tienen sus propios intereses y le ponen todo tipo de
obstáculos, son los oponentes. Esa lucha de intereses provoca el surgimiento
del conflicto narrativo, que se resolverá cuando el protagonista alcance o no
lo que deseaba.
En
muchos cuentos sucede que cuando se resuelve un conflicto se presenta uno
nuevo, de modo que entre la situación inicial y la situación final, los protagonistas
deberán superar varios conflictos. Cada aparición y resolución de conflicto se
denomina episodio.
Las
catálisis
Son las
acciones de relleno o menores, son descripciones, reflexiones, comentarios
intercalados, que complementan las acciones principales. Constituyen los momentos
de descanso de la acción principal y cumplen una función importante en relación
con el efecto estético del mensaje. Si una narración estuviera formada solo
por núcleos narrativos, sería excesivamente esquemática y pobre. Se podría decir
que las catálisis dan vida a las narraciones. Aparecen en un relato para
describir o separar dos momentos clave de una historia.
Entre
las catálisis no existe una relación de causa y efecto sino cronológica. Si en
un relato se cambia el orden de las catálisis o si se reemplazan por otras, la
lógica de la historia se mantiene intacta.
En el
cuento "La noche boca arriba", la parte en que el compañero de cuarto
del motociclista dice "Es la fiebre -dijo el de la cama de al lado-A mí me
pasaba igual cuando me operé del duodeno. Tome agua y va a ver que duerme bien.
Al lado de la noche de donde volvía, la penumbra tibia de la sala le pareció
deliciosa...", junto con toda la descripción de la sala del hospital que
sigue tiene valor de catálisis porque su exclusión no modificaría la resolución
del conflicto ni la situación final. Sin embargo, es importante como elemento
retardador del desarrollo de la secuencia central (persecución y caída del
moteca). Al mismo tiempo funciona como un claro contraste entre la paz y el
refugio que siente el protagonista en el hospital y el peligro angustiante que
siente en la selva. Esta catálisis plantea la tajante oposición que existe
entre esos dos estados y anticipa el clima opresivo de lo que sucederá en el
desenlace.
Las
catálisis se relacionan con el plano de la historia y pueden suprimirse. En una
síntesis argumental no se incluyen.
Indicios
e informantes
Además
de las relaciones de causa y efecto que se establecen entre los núcleos que
conforman una narración, existen otros elementos que complementan esas
acciones, otorgándole dimensión estética al relato porque sirven para
desarrollar otros aspectos muy importantes del texto: ritmo narrativo, intriga
y suspenso, entre otros.
Los indicios
son palabras, construcciones o frases que pueden ser leídas como
"pistas" a lo largo del relato. Permiten construir, por acumulación,
hipótesis sobre el espacio y tiempo, el tipo de verosímil del mundo ficcional,
el contexto cultural e ideológico de la acción y la caracterización de los
personajes y del narrador.
Los informantes
son datos "puros" que sirven para ubicar el relato en el espacio y el
tiempo. Su significado es literal y explícito. Por ejemplo: "Durante la
primavera de 1905, en Buenos Aires...".
En el cuento
de Cortázar se plantea un interesante
juego de indicios e informantes. Al principio del relato los datos que
aparecen de la ciudad del accidente, lugar que le resulta cercano y familiar al
lector, son indicios con cierta apariencia de informantes. En cambio, la
historia del moteca está plagada de datos precisos o informantes. Esta
acumulación de indicios relacionados con un lugar y un tiempo afín al lector,
una ciudad contemporánea, por un lado y la serie de informantes acerca del
mundo del moteca, un universo más alejado de la realidad inmediata del lector,
por otro, ofrecen una pequeña trampa al lector. Es decir, el lector en una
primera lectura reconoce esa ciudad como posible dentro de su realidad, sin
embargo, hacia el final del cuento se produce cierto efecto de extrañamiento
cuando, al releer esa presentación del comienzo, la ciudad parece desdibujarse
ya que solo hay datos ambiguos sobre ninguna ciudad en particular.
Fuente: Gracia Centrón y María Virginia de Haro: Las estéticas literarias: tradición e innovación; Ed Longseller, Bs.As., 2010.