SIMBOLOGÍA: Anaranjado: A medio camino entre el amarillo
y el rojo, el naranja es el color más
luminoso. Este color simboliza en primer lugar el
punto de equilibrio del espíritu y de la libido.
Pero tal equilibrio tiende a romperse en
un sentido o en otro, y se convierte entonces
en la revelación del amor divino, o en el emblema
de la lujuria.
En el primer caso están, sin duda, el vestido
azafranado de los monjes budistas y la
cruz de terciopelo anaranjado de los Caballeros
del Espíritu Santo.
El velo de las novias, el flammeum, es
el emblema de la perpetuidad
del matrimonio. El
velo que Virgilio da a Helena es azafranado.
Las Musas, que aparecen según ciertas versiones
como hijas del cielo y de la tierra, y
de las que se conoce su importancia en los
cultos apolonios, van también vestidas de
azafrán. El circón, o jacinto, de color anaranjado,
se considera símbolo de fidelidad
(BUDA, 129). Constituye el emblema de una
de las doce tribus de Israel sobre el pectoral
del gran sacerdote de Jerusalén; también lo
vemos en la corona de los reyes de Inglaterra,
donde simboliza la templanza y la sobriedad
del rey (MARA, 277). Puesta al fuego,
esta piedra se decolora, lo que explica, según
Portal, que se vea en ella la expresión de la
fe constante, que triunfa sobre el ardor de las
pasiones y las extingue. Las flores de azahar
con que se ciñen la frente las recién casadas
combaten también el exceso de las pasiones
terrenas.
Pero el equilibrio del espíritu y la libido es
cosa tan difícil que el anaranjado se convierte
también en el color simbólico de la infidelidad
y la lujuria. Este equilibrio, según tradiciones
que se remontan al culto de la
Tierra Madre, se busca en la orgía ritual,
que induce a la revelación y la sublimación
iniciáticas. Se dice que Dionisos viste de color
naranja..
FUENTE. DICCIONARIO DE LOS SÍMBOLOS
Bajo la dirección de
lEAN CHEVALlER
Doctor en teología. Profesor de filosofía con la colaboración de
ALAIN GHEERBRANT
BARCELONA
EDITORIAL HERDER
1986