Sor Juana Inés de la Cruz: Luego de la lectura
del Soneto II, Soneto VII y Redondillas, realizar las actividades.
Soneto II
Quéjase de la suerte: insinúa su aversión
a los vicios y justifica su divertimento a
las musas
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.
Yo no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.
Yo no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
Soneto VII
Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?
Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
REDONDILLAS
Hombres
necios que acusáis
a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis.
Si
con ansia sin igual
solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?
Combatís
su resistencia
y luego con gravedad decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia.
Parecer
quiere el denuedo
de vuestro parecer loco al niño que pone el coco y luego le tiene miedo.
Queréis
con presunción necia
hallar a la que buscáis, para pretendida, Tais, y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué
humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro?
Con
el favor y el desdén
tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien.
Opinión
ninguna gana,
pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite, es liviana.
Siempre
tan necios andáis
que con desigual nivel a una culpáis por cruel y a otra por fácil culpáis.
¿Pues
cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata ofende y la que es fácil enfada?
Mas
entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere y queja enhorabuena.
Dan
vuestras amantes penas
a sus libertades alas y después de hacerlas malas las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál
mayor culpa ha tenido
en una pasión errada: la que cae de rogada o el que ruega de caído?
¿O
cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o el que paga por pecar?
¿Pues
para qué os espantáis
de la culpa que tenéis? Queredlas cual las hacéis o hacedlas cual las buscáis.
Dejad
de solicitar
y después con más razón acusaréis la afición de la que os fuere a rogar.
Bien
con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia juntáis diablo, carne y mundo. |
Actividades
1-Lean el Soneto II y respondan:
a)
¿Cuál es el tema?
b)
¿Qué recurso típicamente barroco se usa tres veces? Transcriban esos
versos. ¿Para qué se emplea el recurso?
c)
¿Qué elementos desprecia el yo lírico? ¿Por qué? ¿Qué recurso de estilo
se usa para remarcar ese desprecio?
d)
¿Qué relación encuentran entre las interrogaciones retóricas de la
primera estrofa y el material leído sobre Sor Juana?
e)
Lean el Soneto VII y extraigan los sustantivos con los que el yo lírico
describe a su amor en la primera estrofa. Luego respondan: ¿Qué significado
común los une? ¿De qué manera contribuye la adjetivación a su refuerzo?
f)
¿Qué plantea la interrogación retórica de la segunda estrofa?
g)
¿Qué consuelo le queda al yo lírico después que su amor lo burla?
h)
¿Se puede asociar el último verso con la "creación poética"?
¿Por qué? Argumenten.
2-Lean las
redondillas y observen que la primera estrofa funciona como un apostrofe a los
hombres.
a)
¿Cuál es la crítica que plantea?
b)
Transcriban las antítesis que aparezcan. ¿Para qué se las usa?
c)
Averigüen quiénes fueron Tais y Lucrecia. ¿Qué modelo de mujer conlleva
cada uno de estos personajes? ¿A qué se alude con los versos: "la que peca
por la paga o el que paga por pecar"?
d)
Se considera que "diablo, carne y mundo" son los tres enemigos
del alma humana. ¿Por qué se cierra así el poema?
e)
La frase: "En el amor no se puede hablar de culpas" ¿confirma o
contradice un planteo de Sor Juana? Transcriban los versos que se relacionen
con la frase y escriban una breve argumentación a favor o en contra
3-Caractericen la visión
de Sor Juana acerca del hombre, su visión de la mujer y la importancia que
otorga a la belleza y al saber.
4- Respondan si las siguientes afirmaciones
son verdaderas o falsas. Corrijan las que sean falsas y justifiquen con
ejemplos las verdaderas.
a)
Sor
Juana encuentra en su relación con el mundo el material necesario para la
creación poética.
b)
El tema del
amor correspondido aparece con frecuencia en su obra.
c)
La obra de
Sor Juana hace evidente un conflicto de la época entre la fe religiosa y la
avidez de conocimiento científico.
5-Escriban la carta que un
obispo le dirige a Sor Juana criticando sus actividades no religiosas y dándole
consejos acerca de cómo debe actuar. Consultar Análisis- resumen de la obra de Sor Juana Inés de la Cruz
6- Comparen las
"Redondillas" y el siguiente fragmento del poema "Tú me quieres
blanca", de Alfonsina Storni teniendo en cuenta el tema tratado.
Alfonsina Storni
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada
Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada
Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.
Fuente: A.A.V.V.: Literatura Argentina e Hispanoamericana, Ed. Santillana, Bs.As., 1994.