¿Qué es un
folletín? -DEFINICIÓN DE FOLLETÍN
Folletín: obra crítica o narrativa publicada de
manera periódica en un órgano de prensa, revista o periódico. Destinada al gran
público, alcanzó su apogeo en el siglo XIX, influyendo en el propio proceso de
la escritura y en el comportamiento de los lectores.
Suele distinguirse
entre la publicación por entregas y el folletín de prensa. El folletín
constituía una sección concreta de las publicaciones periódicas francesas del
siglo XIX, en las que aparecían trabajos como ensayos, críticas de libros,
relatos de viajes o memorias que, debido a sus dimensiones, se publicaban por
partes. Poco después de su difusión en Francia, el resto de los periódicos
europeos y americanos contenían ensayos y, sobre todo, novelas publicadas
fragmentariamente.
La novela por entregas, por su parte, surgió cuando los
directores de las publicaciones periódicas se dieron cuenta del potencial
publicitario que podía representar la novela de un escritor conocido que se
publicaba de modo periódico, o cómo podían quedar atrapados los lectores ante
un relato de misterio bien escrito. Uno de los mayores éxitos, y casi el
primero, de la novela por entregas fue la publicación de Los misterios de
París, de Eugène Sue (140 episodios en 1842-1843). Éxito que tuvo
continuidad en El judío errante, del mismo autor, aparecido en
1844-1845.
A partir de
entonces, en Francia los grandes autores del momento no dudaron en publicar por
entregas sus obras, como ocurrió con Alfred de Musset, Chateaubriand o el
maestro absoluto del género, Alexandre Dumas. Lo mismo ocurrió con figuras
indiscutibles, como Honoré de Balzac y Émile Zola; y en Inglaterra, sobre todos
los demás, con Charles Dickens. Destacó Arthur Conan Doyle, autor de las
famosas aventuras del detective Sherlock Holmes, un personaje al que su autor
mató en una de las entregas, pero debido a las exigencias del público, tuvo que
resucitar mediante recursos poco creíbles, pero de tremendo impacto.
En España, donde
utilizó técnicas folletinescas hasta el propio Benito Pérez Galdós, también a
mediados del siglo XIX, se inició la publicación de obras en fragmentos de
extensión variable y con periodicidad que podía ser mensual, bimensual o
semanal. No se incluían en la prensa escrita, sino que se editaban sueltas y el
público recibía en sus casas cada entrega o la retiraba de puntos previstos,
acompañadas en ocasiones de regalos, lo que en cierto modo prefigura ciertas
técnicas de mercadotecnia actuales.
Por regla general,
en las novelas por entregas, que gozaron de gran popularidad hasta fines del
siglo XIX, el editor fijaba el argumento de la primera entrega, así como el
título, con objeto de enganchar a suscriptores. Contaban con un público
variado, esencialmente popular, aunque también las leían miembros de las clases
medias y altas. Los temas de estas obras eran variados y sus autores, unos eran
especialistas en la novela popular y otros gozaban de renombre, pero
encontraron en estas manifestaciones literarias un modo de ganarse la vida. Sin
embargo, aunque no todos cedieron a las presiones económicas, la independencia
de los creadores muchas veces quedaba en peligro debido al propio sistema de
publicación. Habitualmente les dejaban poco tiempo para realizar
investigaciones, y el ritmo de trabajo que imponían era sostenido y regular.
El folletín imponía, por otra parte, argumentos y
esquemas narrativos simples, como los idilios amorosos o la multiplicación de
las complicaciones de la acción. Exigía la aparición de un elemento misterioso
al final de cada episodio, una visión maniquea del mundo con una simplificación
entre el bien y el mal resuelta de modo tosco, y de comportamientos
estereotipados.
Hoy en día, aunque
algunas obras, sobre todo las de carácter policiaco, aparecen en la prensa
popular, el género ha sido superado por las series televisivas, sus herederas.
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