BUSCAR EN ESTE BLOG

Mostrando entradas con la etiqueta Actividades y guía de lectura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Actividades y guía de lectura. Mostrar todas las entradas

14 de abril de 2021

Cuento Bruja de Julio Cortázar

 Cuento Bruja de Julio Cortázar

Actividades y guía de lectura:

 

Luego de leer el cuento (se puede descargar aquí) , responder:

 

¿A qué subgénero narrativo pertenece el cuento?

¿Qué tipo de narrador utiliza?

¿Qué expresión del cuarto  párrafo manifiesta la capacidad de demiurgo de Paula?

¿A qué adjudica el pueblo su ascenso económico?

¿A quién teme Paula? ¿Por qué?

¿En dónde se concentra su poder creador? Subrayen las reiteraciones que lo manifiestan

¿Por qué Paula se siente un demiurgo?

¿Qué referencia bíblica aparece?

¿A qué hora y por qué desaparece el mundo creado por Paula?

Al final del cuento,  Cortázar insiste con imágenes en que aparece la luna. ¿Qué podrá significar con la expresión "luna inevitable?

23 de diciembre de 2016

EL CUENTO POPULAR-Actividades y guía de lectura

EL CUENTO POPULAR

Actividades y guía de lectura

         La costumbre de contar historias es muy antigua. Cuando aún no existía la escritura el hombre ya contaba cuentos que, con el tiempo, se fueron transmitiendo oralmente, de padres a hijos. Así, muchas historias sobrevivieron a través de los años y las generaciones, hasta que fueron escritas y recopiladas. Esto permitió que se conserven y llegaran hasta nosotros.

         Aunque un relato haya tenido originalmente un autor, una vez que el pueblo lo adopta como propio se transforma en popular; es decir, pasa a ser de toda la comunidad: es colectivo, de todos. Forma parte de la tradición de un pueblo. Por esta razón, los cuentos populares son anónimos, es decir, se desconoce su autor. Además, cada persona que transmite un cuento popular le agrega situaciones o detalles y así encontramos diferentes versiones de un mismo cuento.
          Los cuentos populares, también llamados tradicionales o folklóricos, son narraciones simples, porque tienen que ser “fáciles” de seguir cuando se los escucha. De allí que desarrollen una anécdota sencilla, sean espontáneos y redundantes, empleen frases breves y simples, incluyan construcciones propias de la región y expresiones familiares. Esa simplicidad se ve compensada por la presencia del relator. Así como en el cuento literario es determinante la figura del autor, en el cuento tradicional el relator tiene a su cargo lograr una versión atractiva de una historia ya conocida, memorizar episodios y diálogos y emplear tonos de voz, miradas y gestos para representar a los personajes o crear climas. Más que limitarse a contar un  cuento, el relator lo dramatiza para conquistar  a su auditorio.

         Existen, por lo menos, dos tipos de cuentos populares: los realistas (que tratan asuntos de la vida cotidiana) y los maravillosos (que tratan asuntos fabulosos y sobrenaturales, generalmente productos de antiguas leyendas o mitos). En ambos casos, los cuentos populares incluyen una cuota de humor.

         El humor permite, en principio, que los lectores u oyentes encuentren su reafirmación a través de la risa colectiva. Hay muchos clases y motivos de humor en los cuentos populares, es decir ingredientes humorísticos básicos que podemos generalizar en: la  burla a las clases dominantes a través del ingenio de pobres y/ o pícaros (normalmente se trata de pobres que, con su astucia, consiguen una serie de cosas); el comportamiento de tontos, debido a que estos rompen los convencionalismos y las costumbres y la astucia sobre la fuerza.

Diferencia entre cuentos populares de tradición oral y cuentos populares literarios: 

Si se tiene en cuenta su origen (una comunidad o un autor), su forma de difusión (oral o escrita) y el grado de elaboración (menor o mayor), los cuentos pueden ser clasificados en populares (cuyas características ya hemos mencionado) y literarios (o modernos). Este último tipo de cuento es relativamente reciente (siglo XIX), se relaciona con el desarrollo urbano y con el creciente proceso de industrialización. En cambio, los cuentos populares o tradicionales han surgido y se han difundido en comunidades campesinas, en la etapa preindustrial de las sociedades. De allí que muchos de los elementos que los componen remiten al ámbito rural.

Presentamos ejemplos de estos dos tipos de cuentos: un cuento popular de tradición oral (La astucia de una vieja) y un cuento popular literario: Flojazo pa’ el dentista, cuyo autor es Luis Landriscina. 
Luego de leerlos, completar la Guía de lectura y análisis que figura al pie de los mismos.


La astucia de una vieja (anónimo)

         Había una vez un matrimonio anciano y muy pobre que vivía en el campo. Un día, el marido salió de su casa en busca de leña y cuando se internó en el bosque encontró, en medio de unos matorrales, una carga de plata.


 Dejó la leña y muy contento cargó en su burro el hallazgo. Llegó a su casa y contó a su mujer su buena suerte. La vieja, que no era lerda, le dijo:
-Calláte, viejo; no sos el primero que encuentra plata y no andés contándolo.
Bajaron la carga y la escondieron dentro de la casa. Al día siguiente, muy temprano, la mujer le dijo al viejo:
-Levantáte y vení para peinarte, viejo, que tenés que ir a la escuela.
El viejo, asombrado, le contestó:
-Pero mujer, ¿estás loca? Ni cuando era chico fui a la escuela...
-Bueno, lo mando yo y se acabó, no rezongues más.

Acostumbrado a los mandatos de la vieja, obedeció y fue a la escuela. En la ausencia del viejo, ella se puso a trabajar haciendo bollos, merengues y buñuelos. A la noche, se acostaron y más tarde, con un pretexto, la vieja se levantó de la cama y desparramó en el patio todos los dulces.


Al día siguiente, la vieja lo hizo levantar bien temprano al viejo, para que hiciera fuego. Cuando el viejo estuvo en el patio, gritó:
-¡Corré, vieja, que llovieron buñuelos y otros dulces!
-Calláte, viejo, que no es la primera vez que llueven buñuelos, pero no andés contándolo–contestó la vieja astuta.
Los juntaron, comieron algunos y otros los guardaron. 

Como a las dos horas, llegaron a la casa de los viejos dos caballeros en busca de la carga de plata. La vieja, que no era lerda, les dijo:
-Señor, nosotros no hemos encontrado nada.-  El inocente viejo dijo:
-Sí, vieja, la hemos hallado.
-Mentís, viejo embustero, no encontramos nada.
-Sí, vieja, fue cuando fui a la escuela.
-¡Mentís, viejo!
-¡Mentís, vieja...  fue cuando llovieron buñuelos!
-¡Mentís, viejo!
A todo esto los caballeros, que presenciaron esta pelea, se fueron diciendo:
-¡Este viejo está loco! ¡Cuándo habrá estado en la escuela y cuándo habrán llovido buñuelos!
Y así, gracias a la astucia de la vieja, se quedaron con la carga de plata.


(1)  Reelaboración del relato recopilado por Susana Chertudi en el libro Juan Soldao. Cuentos folklóricos de la Argentina. Bs. As., EUdeBA, 1962 y editado en Cuentos populares de Argentina. Antología compilada por Susana Itzcovich. Bs. As., Ed. Troquel (Biblioteca ¡Viva la tinta!), 1998
----------------------------





FLOJAZO PA’  EL DENTISTA (2)  de Luis Landriscina (3)
        
Corrientes es la provincia que define un poco la cultura regional del litoral. Es una provincia a la cual es más fácil nombrarla que  explicarla. Los correntinos tienen identidad propia porque son el resultado de la mezcla entre el guaraní y el español, sin ninguna otra cultura en el medio y son, además, orgullosamente correntinos. Ahora no tanto, pero treinta años atrás, usted le ponía en tela de juicio el honor  a un correntino y  este lo ensartaba como mariposa pa’ colección. El correntino es de manejar muy bien el cuchillo. Este era el caso del Moncho Garmendia, de la zona de Santo Tomé. El Moncho era un símbolo de coraje. Cicatriz que anduviera suelta... la tenía el Moncho. Se  había peleado con todo lo que se le había puesto adelante. Pero no tenía cicatrices de haber peleado solamente, sino que las tenía del trabajo también, porque era un hombre de trabajo, de arriar hacienda y de todos los trabajos del campo.

Pero así como era un símbolo de coraje, tenía un talón de Aquiles: le tenía pánico a los dentistas y a los médicos... con decirle que  ni vacunado estaba el Moncho. Y venía mal por  un dolor de muelas: cuatro días con sus noches sin dormir y con unas ojeras que parecían estribos.  Su patrón, don Soto,  le dijo:

-Moncho, vamos a dejarnos de pavear. Mañana vamos a lo del doctor García, allá en el pueblo, para que te cure esa muela, así dejás de molestar a tu familia y a todos los que te rodean, porque hay que estar aguantando tus gemidos todo el día.
El Moncho, acostumbrado a respetar a su patrón, no le dijo “no” de entrada, pero entró a hacer unos dibujos con la alpargata en la tierra:
-Discúlpeme patrón... yo no voy a ir.
-¡¿Cómo?!
-No... no voy a ir yo
-¿Cómo no vas  a ir? ¿Por qué?
-  Me da vergüenza decirle, pero le tengo miedo al dentista.
-¡Pero que no se diga!  Vas a ser un papelón pa’ Corrientes, chamigo. Mirá, mañana cuando yo pare la camioneta frente a tu rancho y sientas los bocinazos, más vale que te subás, porque si yo me llego a enojar, me va a costar bastante abuenarme... ¿Me oiste?

      
   Al otro día, temprano, llegan al pueblo y juntos esperan en el consultorio del dentista. En un momento dado, se abre la puerta, sale el doctor García, jovial y saluda:
-¿Qué tal don Soto? ¿Qué  tal Moncho? ¿Quién se va a atender?
-El Moncho, que anda con problemas en una muela. Atendelo, a ver qué tiene.
- Pasá Moncho, pasá.

         El olor característico que existe en los consultorios de dentista fue lo primero que al Moncho  lo tiró pa’ atrás. Y al ver el sillón del dentista, mezcla rara de camilla y silla eléctrica, ahí sí... el coraje del Moncho no dio para más: salió corriendo. Lo atajaron en la puerta porque se le había enredado la espuela en la alfombra. El patrón se enojó:
-¡Bueno Moncho!, che... parece mentira, un hombre grande, haciendo semejante papelón...¡pasá pa’ adentro, che!
El Moncho bajó la cabeza, avergonzado de su propio temor y entró. Usando la psicología, el dentista le dice:
-Yo sé lo que te pasa Moncho, te está faltando un trago para agarrar coraje... ¿No es cierto?
-Y ...sí- le dijo Moncho, que no sabía qué decir del julepe.  El dentista le ofrece una botella de caña.
-Tomá Moncho, a ver si agarrás coraje.
Le destapó la botella y el Moncho le pegó una “zambullida”. Mientras tanto, el dentista hacía como que no veía y acomodaba el instrumental haciéndose el distraído.  Cuando vio de reojo que se había bajado tres cuartas partes de la botella, pensó que era el momento ideal. Se da vuelta, fraternalmente, sin apurar la cosa y dice:
-Y... ¿qué tal Moncho? ¿Ya agarraste coraje?
-¡Sí, señor! –El Moncho deja la botella y en un movimiento saca el cuchillo y dice:
- ¡¡¡Vamos a ver quién es el  corajudo que me va a tocar la muela ahora!!!...

(2)  Extraído de: Luis Landriscina,  De todo como en galpón, Bs.As., Grupo Imaginador de Ediciones, 2006.
(3)  Luis Landriscina (n. Colonia BarandaChacoArgentina1935) es un humorista, cuentista, recitador y actor argentino famoso por su estilo narrativo y su humor basado en los usos y costumbres regionales del país.


Guía de lectura y análisis

1)   Mencionar los elementos característicos de los cuentos populares.

2)   ¿Cuáles son los ingredientes de humor básicos que podemos encontrar en este tipo de relatos?

3)   Completar el siguiente cuadro:



Cuento popular 
de tradición oral
Cuento 
popular 
literario
Origen


Forma de difusión


Grado de elaboración


Etapa
 histórica
 en la que surgen




4-Cuento: La astucia de una vieja (anónimo)

a)    Mencionar personajes y características de personalidad de cada uno de ellos.

b)   ¿Qué ingredientes humorísticos básicos aparecen en el cuento?

c)    Indicar tiempo cronológico y el espacio en el que se desenvuelve la acción.


5-Cuento: Flojazo pa’ el dentista de Luis Landriscina

a)    Mencionar cuáles son los personajes y que características de personalidad los definen.

b)   Indicar tiempo cronológico y espacio en el que se desenvuelve la acción.

c)    Transcribir qué expresiones propias de la región del litoral argentino aparecen en el cuento.

d)   Una de las técnicas que se utilizan  para producir humor lingüístico o verbal, es la desviación de lo previsible, es decir, la transgresión de la realidad habitual mediante la irrupción de lo desacostumbrado, lo sorpresivo. Indicar en qué momentos del cuento es utilizada esta técnica.






20 de diciembre de 2016

Actividades y Guía de lectura El coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez


Determinar el tema de la novela te­niendo en cuenta el carácter peculiar del coronel y de la circunstancia que le toca vivir: su ruinosa casa hipotecada; su mu­jer asmática; su inútil espera de una pen­sión del gobierno, que le corresponde pero que nunca llegará; la trágica muerte de su hijo Agustín; su espantosa miseria; su soledad y, elevándose por encima de to­das esas vicisitudes, esa suerte de humor contenido, de sonrisa inacabada, que es­conde siempre una mueca de dolor.
Señalar si en la novela lo que prevalece es el relato de la acción, de una determi­nada anécdota, o el retrato de su prota­gonista.
Determinar si podría hablarse en este caso de .una novela de personaje.
III.      Analizar la estructura de la novela teniendo en cuenta los siguientes elementos:
Su división exterior en siete capítu­los: determinar si cada uno de ellos confi­gura una verdadera unidad narrativa o si, por el contrario, están tan ligados entre sí que es imposible considerarlos en forma independiente.
Analizar la estructura interna de la novela sobre la base de los siguientes puntos:
Indicar si su estructura es abierta o ce­rrada: observar que el autor toma tan sólo un fragmento de la larga vida del coronel, como simple exponente de la suma de to­dos sus años de miseria y sufrimientos, pero que cuando la novela se cierra nada sustancial se ha modificado y se nos da a entender que todo continuará igual por un tiempo indefinido, mientras dure su vida. Teniendo en cuenta esta considera­ción indicar si puede hablarse en este caso de una exposición, un nudo y un des» enlace, a la manera de una novela tradi­cional.
Observar cómo se va encadenando la pequeña serie de ínfimas anécdotas que enhebran la vida monótona y tediosa del coronel. Indicar si esta parquedad de la acción perjudica la calidad literaria del libro o si, por el contrario, es la forma más adecuada de tratar el tema abordado y de definir al protagonista.
Señalar cómo es el ritmo narrativo que se deriva de ese tipo de acción.
Analizar la técnica narrativa emplea­da teniendo en cuenta los siguientes ele­mentos:
Narración en tercera persona: señalar sus características, su función dentro de la novela y si es la forma más adecuada de contar este tema en particular, teniendo en cuenta que todo el relato está dominado por la figura del protagonista.
Diálogos: observar si son o no abun­dantes en la novela y qué función cumplen, teniendo en cuenta que está narrada en tercera persona y que cada personaje a tra­vés de la mayor o menor parquedad de su lenguaje y de sus típicas formas de expre­sión, define en gran parte su carácter.
Descripciones: observar su escasez en el relato. Indicar a qué obedece esta carac­terística y cuál es la función de las pocas que es posible hallar. Determinar cómo influye en el ritmo de la novela esta par­quedad en las descripciones.
Estilo: observar la gran economía verbal que emplea García Márquez en esta novela, la falta absoluta de retórica, la dis­creción en el uso de recursos expresivos, la constante preocupación por decir todo con un mínimo de palabras (es una novela muy corta con una gran densidad de con­tenido): claridad, precisión, concisión, ca­pacidad de sugerir más que de decir direc­tamente las cosas, o sea, síntesis y omisión de lo no imprescindible, son los rasgos del estilo de este relato. Indicar si es el más adecuado para tratar el tema propuesto y cuál es el efecto de este tipo de prosa sobre el lector.
Analizar los siguientes personajes:
 1) El coronel
Tener en cuenta para su análisis los si­guientes elementos:
·         Su indeclinable sentido de la dignidad, eje de toda su personalidad, motor que explica cada uno de sus actos y que jus­tifica su manera paciente, resignada, decorosa, de sobrellevar la miseria. Es el hombre que no lleva sombrero "para no tener que quitármelo delante de nadie".
·         Su carácter estoico, que le permite so­portar todo con cierta impasibilidad interior que no se modifica sustancialmente ya ante nada.
·         Su optimismo y su espíritu de lucha, que lo llevan a aferrarse incansablemente a la esperanza; de ahí que el gallo que ha heredado de su hijo se convierta en un hermoso símbolo de su personalidad: aunque no tenga dónde caerse muerto, aunque deba vender lo poco que le que­da, aunque no pueden comer ni él ni su mujer, no se desprenderá del gallo, porque éste representa la ilusión, la es­peranza de un cambio, su gesto defini­tivo de lucha, de rebeldía, de no claudi­cación. Al coronel nada peor de lo que ya soporta puede sucederle, ya no puede temerle a nada ni a nadie, por eso se convierte por sobre todo en el símbolo del hombre que no se vende, que no se entrega, que sólo se pertenece a sí mis­mo, majestuoso a pesar de su soledad y de su miseria.
·         Inspira en la gente un profundo respe­to —cuando lo sorpren­de la policía jugando a la ruleta en la sala de billar con una nota clandestina en el bolsillo, lo dejan salir sin regis­trarlo.
·         Sus dolencias físicas, que se agudizan en invierno, con las lluvias de octubre, agregan una nota humana más a las muchas que lo configuran.
·         Su humorismo, tenue, como escamoteado, lo ayuda a vencer la lógica inflexible de su mujer y también las penas y amarguras.

La mujer del coronel:es la antagonista de éste, en el sentido de que como ser humano le es opuesta en todo y tal vez de ello surja la posi­bilidad de una complementación que fa­cilita la vida en común. Está sólidamente arraigada en la reali­dad, es sensata, estable, capaz de im­poner un orden en la casa.
Es menos compleja que su marido. Su resorte es la lógica.
Su dolencia física acentúa la miserable sordidez en que vive el matrimonio.
Don Sobas : observar su función en la novela, como figura contrapuesta a la del protago­nista. Observar su condición de "rico del pue­blo", experto en las trampas de la com­praventa. Indicar cuál es el sentido de su dolencia
física, la diabetes, en contraposición con las que padecen el coronel y su esposa.
El médico : Indicar los datos que acerca de él nos proporciona el autor —su carácter revo­lucionario, su generosidad, su juventud, su optimismo. Determinar su función en el relato.
Personajes secundarios
El abogado y los antiguos camaradas de Agustín. Determinar su grado de reali­zación y de caracterización, y su función en la novela. Observar que en gran medida todos los personajes secundarios —la esposa, don Sabas, el médico, los antiguos camaradas del hijo, los habitantes del pueblo en ge­neral, cumplen una función de marco, de punto de referencia, de término de comparación con respecto al coronel, que es la gran figura que domina todo el relato, que le da sentido y lo vivifica con su presencia constante.


Actividades y guía de lectura MARIANA PINEDA Romance popular en tres estampas de Federico García Lorca

Actividades y guía de lectura
MARIANA PINEDA
Romance popular en tres estampas
de Federico García Lorca

       Mariana Pineda está basada en un hecho histórico: su protagonista existió realmente y murió ajusticiada como heroína de la libertad, el 26 de mayo de 1831, en Granada. El mismo García Lorca relata en esta forma la génesis de su obra dramática: "Mariana Pineda fue una de las grandes emociones de mi infancia.
"Los niños de mi edad, y yo mismo, to­mados de la mano, en corros que se abrían y cerraban rítmicamente, cantábamos con un tono melancólico que a mí se me anto­jaba trágico:
¡Oh, qué día tan triste en Granada, que a las piedras hacía llorar, al ver que Mañanita se muere en cadalso, por no declarar!
"Un día llegué —continúa el autor— de la mano de mi madre a Granada: volvió a levantarse ante mí el romance popular, cantado también por niños que tenían las voces más graves y solemnes, más dramáticas aún, que aquellas que llenaran las calles de mi pequeño pueblo, y con el co­razón angustiado inquirí, pregunté, avizo­ré muchas cosas, y llegué a la conclusión de que Mariana Pineda era una mujer, una maravilla de mujer, y la razón de su existencia, el principal motor de ella, el amor y la libertad."
García Lorca vivía cerca de una plazue­la que lleva el nombre de Mariana Pineda, en cuyo centro se alza un modesto monu­mento a la heroína romántica, y, sin du­da, contempló más de una vez, en la an­tesala del salón de actos del Ayuntamiento de Granada, el cuadro histórico que repre­senta a Marianita rodeada de monjas, al salir de la prisión, camino del cadalso. Y probablemente había leído, para documen­tarse sobre el drama, las actas de su pro­ceso, que se conservan en la Cancillería de Granada. Pero el motor de inspiración principal fueron, sin duda, los romances populares que escuchó de niño en Fuente-vaqueros, en Valderrubio y luego en Gra­nada.

Actividades y guía de lectura
1-Determinar el tema de la obra, teniendo en cuenta para ello el entrañable amor que Mariana siente por don Pedro  y su identificación final con la libertad, en aras de la cual sacrifica su vida: observar que este ideal recién adquiere para la prota­gonista un peso definitivo cuando advierte que don Pedro la ama menos que a aquella, optando entonces por convertirse ella mis­ma en símbolo de ese preciado ideal y obtener así, por fin, el amor que anhela.
2-Analizar la estructura de la obra:
a)       Señalar desde dónde hasta dónde abarca cada uno de los tres tiempos habituales en toda pieza teatral tradicional: exposi­ción, nudo y desenlace. Indicar las características y funciones de cada una de estas tres partes.
b)       Indicar cómo es la acción que se desarro­lla en la obra: observar la constante acu­mulación de situaciones de gran tensión dramática que mantienen continuamente despierto el interés del público:
·               En el primer acto la sostenida inquietud de Mariana, la llegada de la carta de don Pedro y el envío de Fernando con el pasaporte son todos elementos que concitan una gran expectativa a causa del inminente peligro que corre don Pedro y que se presiente acecha tam­bién a Mariana.
·               En el segundo acto el apasionado diálo­go entre los protagonistas, la reunión de los conspiradores, la súbita llegada de Pedrosa y el diálogo decisivo que és­te sostiene con Mariana constituyen si­tuaciones con un excelente encadena­miento interno y de gran eficacia dra­mática.
·               En el tercer acto la inminencia del trá­gico desenlace de Mariana y las suce­sivas visitas de Alegrito, Pedrosa y Fernando, que llevan a la protagonista la decepción definitiva con respecto a su amado y la certeza de la muerte, gradúan la creciente intensidad de la tensión dramática hasta llegar a la cul­minación de la solemne escena final.
Analizar el ritmo de la pieza teniendo en cuenta el encadenamiento interno de las diversas situaciones que integran su trama, la paulatina intensificación de la tensión dramática, la precipitación, a par­tir del segundo acto, de los acontecimien­tos y la deliberada intercalación de inter­medios líricos en momentos en que se ha­ce necesaria una distensión dramática para no acentuar en exceso el tono patético de la obra.
 Analizar los intermedios líricos que se intercalan en la pieza, tales como la introducción al romance popular sobre Ma­riana Pineda, con la cual se abre y cierra la obra, el romance del Duque de Lucena, que cantan los niños y Clávela en el se­gundo acto, el romance del General Torrijos, la Canción del Contrabandista, que en­tona Mariana mientras sube Pedrosa, para disimular su terror. Señalar en cada caso si es oportuna o no la intercalación de los fragmentos líricos y su función en la economía total de la obra, teniendo en cuenta que en algunos casos aligeran, con su lenguaje de imágenes poéticas y de metáforas de gran valor expresivo, la mo­notonía del relato de hechos que deben ser comunicados al espectador pero que no ocurren ante su vista, y en otros dis­tienden momentáneamente la tensión dra­mática creada por los sucesos que se de­sarrollan en escena.


Observar que toda la obra está escrita en verso, con combinación de diversos ti­pos de metros.
- Analizar el valor simbólico de los colores que aparecen usados con frecuencia en la pieza, tales como el rojo de los hilos con que Mariana borda la bandera de la libertad, asociado con herida, sangre, muerte y también con la intensidad de la VI. 

Análisis de los personajes.
1) Mariana Pineda
Indicar si la Mariana Pineda de la pieza de García Lorca es esencialmente una he­roína política, cuya lucha e inmolación final están constantemente animadas por el ideal cívico de la libertad o si, por el contrario, es sobre todo una mujer ena­morada.
Señalar cuáles son sus rasgos psicoló­gicos y el tipo de personalidad que confi­guran. De acuerdo con esto y con la actitud que adopta frente a la situación límite a que se ve enfrentada, determinar su grado de realización y su dimensión como per­sonaje dramático.
Observar que Mariana, traída y llevada por las intrigas políticas de don Pedro y por la maligna pasión de Pedrosa, es una figura dominada por la soledad, una sole­dad angustiante y definitiva que la desta­ca del resto de los personajes, convirtién­dola en símbolo de la lealtad y el sacrificio. Otro de sus rasgos dominantes es la pro­funda femineidad que emana de cada uno de sus gestos y acciones. Comparar su dimensión dramática y humana y el peso de su constante presencia en escena con el del resto de los personajes que apare­cen en la pieza.
Personajes femeninos que acompañan a Mariana
Isabel la Clávela, doña Angustias, Am­paro y Lucía, Sor Carmen, las novicias y las monjas, son personajes apenas esboza­dos, que no cumplen función dramática alguna, pues nada esencial agregan al dra­ma de la protagonista. Son, más bien, una especie de telón de fondo destinado a real­zar su figura, ya sea a través de interme­dios líricos (como en el caso de Amparo y Lucía), ya a través de diálogos laterales que comentan y explican la situación de Mariana (Isabel, doña Angustias, las no­vicias) .
Analizar cada uno de estos personajes, teniendo en cuenta lo expuesto en el pá­rrafo anterior.
Personajes masculinos
Señalar los caracteres en común que presentan don Pedro de Sotomayor, los conspiradores y el mismo Pedrosa, como figuras que precipitan, en una u otra for­ma, el drama de Mariana.
Analizar sus caracteres y actitudes. Ob­servar su dimensión humana y dramática en comparación con la de Mariana.
Indicar los rasgos de Fernando como antagonista y contrapartida del resto de los personajes masculinos y como única figura de varón que se inscribe en el mis­mo ámbito espiritual de integridad, cons­tancia, amor inquebrantable y capacidad de entrega y sacrificio, que es propio de la protagonista.
Actividades de escritura

Elaborar un retrato de Ro­sita o de Mariana Pineda, a elección,  tomando como guía las siguientes pautas:
Observar, a través de los elementos que proporciona el texto (diálogos, monó­logos y acotaciones del autor), las actitu­des, reacciones, gestos, atuendos y rasgos del personaje elegido.
Seleccionar, entre todos los elementos observados, aquellos que el alumno considere más importantes y definitorios a los efectos de bosquejar el retrato.
Imaginar los rasgos físicos del per­sonaje, puesto que no aparecen señalados en el texto.
 Componer el retrato empleando las siguientes pautas formales:
·               Recursos expresivos: imágenes sensoria­les y anímicas, metáforas, comparacio­nes, personificación, adjetivación, etcé­tera.
·               Recordar que no existe un orden fi­jo en la presentación de los diversos elementos que configuran un retrato.
·               Presentar al personaje en movimiento, a través de alguna acción, gesto o ac­titud que contribuya a definirlo de ma­nera más vital y dinámica.






Seguidores

+GOOGLE

Add to Google Reader or Homepage

PÁGINA PRINCIPAL