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24 de mayo de 2008

SE RENUEVA LA NOVELA

En el lustro comprendido entre 1945 y 1950 ve la luz una serie de novelas destinadas a establecer un antes y un después en el devenir de la narrativa hispanoamericana. Las condiciones que determinaron su producción pueden ser resumidas en los siguientes términos:

* Sus autores pertenecen todos a la llamada ‘Generación del ‘24, es decir, que nacieron entre 1894 y 1924.

* Su experiencia literaria inicial corresponde al auge de las vanguardias en la década de 1920.

* Las influencias principales que sobre ellos pesan son James Joyce, Marcel Proust; Franz Kafka, Sigmund Freud y André Bretón, entre otros.

* Las novelas resultantes tuvieron un larguísimo período de gestación y elaboración.

* El rasgo que las distingue es lanzarse a recrear referentes históricos o sociales más o menos inmediatos, pero de manera conscientemente distorsionada o ‘desrealizada’ mediante recursos tales como la parodia, el grotesco, la elipsis, la alusión indirecta, la recurrencia al valor puramente significante de la lengua y un afán representativo de corte globalizador.

Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974) publica El Señor Presidente en 1946, aunque venía trabajando en ella desde la década de 1920. La novela presenta sus dos puntos fuertes en los juegos con la pura sonoridad de las palabras y el recurso de la elipsis en lo que atañe a la representación del personaje que le da título. Esta obra, además, inicia en Hispanoamérica una serie literaria de mucha importancia, la denominada ‘novela de los dictadores’. Asturias vuelve a trabajar sobre la base del extrañamiento lingüístico (mediante invenciones de palabras y como técnica para representar la enigmática cultura maya) en Hombres de maíz (1949).
Al filo del agua data de 1947 y sitúa temporalmente su acción en los momentos previos al estallido de la revolución mexicana. Agustín Yáñez (México, 1904-1980), su autor, apuesta a ‘recrear’ en sus páginas los pormenores de un pueblito mexicano: sus costumbres, rituales y creencias. El efecto que el libro consigue es el de un mundo cerrado y autónomo en el que el lector vive, de alguna manera no mediada, los sucesos y sus causas. El objetivo perseguido por Yañez está claramente orientado al logro de un texto que se cuente como por sí mismo. Esta novela, coronación del ciclo narrativo de la revolución, preanuncia la compleja literatura de Juan Rulfo, con la que aquél se clausura.
En Adán Buenosayres (1948) Leopoldo Marechal recrea el mundo de la vanguardia porteña de la década de 1920. Personajes destacados del ámbito de las letras y la cultura aparecen en la novela distorsionados mediante procedimientos de sesgo paródico. Con posterioridad, Marechal volverá a revisar la historia contemporánea argentina en clave simbólica en El banquete de Severo Arcángelo (1965) y Megafón o la guerra (1970, póstuma).
Por último, Alejo Carpentier (Cuba, 1900-1980)
acomete a través de El reino de este mundo (1949) un audaz intento de mitificación histórica basado en sus postulados relativos a lo real maravilloso: la acción se sitúa en Haití y se prolonga por décadas; los hechos narrados son en verdad históricos, al igual que los personajes, pero la forma de representar a unos y a otros es lo que cuenta. La impronta maravillosa de raíz africana obra de factor desrealizador por antonomasia. Sin embargo, la gravitación de Carpentier en la literatura hispanoamericana supera ampliamente la influencia de esta novela en particular. Asociada de manera indisoluble al concepto de lo real maravilloso, su dilatada producción narrativa se extenderá por treinta años más.


“Y es que, por la virginidad del paisaje, por la formación, por la ontología, por la presencia fáustica del indio y del negro, por la Revelación que constituyó su reciente descubrimiento, por los fecundos mestizajes que propició, América está muy lejos de haber agotado su caudal de mitologías (...) ¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real maravilloso?” Alejo Carpentier


Las novelas y relatos de Alejo Carpentier suelen presentar algunas características más o menos estables: los personajes se mueven en un espacio dual, articulado según la dicotomía que contrapone el acá americano al allá europeo o, en otros términos, el ámbito signado por la ilogicidad propia de lo mágico, lo onírico o lo primordial, frente al mundo determinado por criterios racionales y modernos. Éste es el caso de novelas como Los pasos perdidos (1953) y El siglo de las luces (1962). El tratamiento que se hace del tiempo en el relato a su vez dista bastante de los criterios cronológicos propios de los códigos del realismo. Experimentaciones orientadas a narrar según los dictados de la acronología, la anacronología, las series temporales paralelas e, incluso, la temporalidad invertida, no son extrañas a su obra. Los cuentos agrupados en Guerra del tiempo (1958) y novelas como Concierto barroco (1974) y El arpa y la sombra (1979) constituyen evidencias al respecto. En cuanto a los aspectos discursivos, es claro que la narrativa de Carpentier gusta contraponer la versatilidad y el barroquismo propio de la crónica -territorio privilegiado de lo real maravilloso- a la pobreza significativa y el seco autoritarismo típico del decir de la Historia. También escribió El recurso del método (1974), novela adscripta a la serie de los dictadores y La consagración de la primavera (1978)

Guillermo García

13 de mayo de 2008

La novelística hispanoamericana contemporánea

EL CONCEPTO DE NOVELÍSTICA .
"[ ... ] esas novelas aisladas, sin antecedentes ni consecuentes conocidos [ ... ] resultan casos singulares que no acaban de crear arquetipos verdaderos ni nutren un movimiento. Son novelas sin novelística. [ ... ] Y no habremos de insistir en la cuestión señalando tan sólo un hecho que viene a hacer resaltar una característica singular de la novela como género literario: [ ... ] para que un país tenga novela hay que asistir a la labor de varios novelistas, en distinto escalafón de edades, empeñados en una labor paralela, semejante o antagónica, con un esfuerzo continuado y un constante experimentación de la técnica [ ... ]. [ ... ] [la] función cabal de [una] novelística [ ... ] consiste en violar constantemente el principio ingenuo de ser relato destinado a causar placer estético a los lectores, para hacerse un instrumento de indagación, un modo de conocimiento de hombres y de épocas [ ... ]." Alejo Carpentier : Tientos y diferencias

Nueva narrativa hispanoamericana
Alrededor de los años '40, aparece un conjunto de escritores y de obras que logran la consagración de la narrativa hispanoamericana dentro del panorama literario universal.
Surge así una novelística de acento puramente latinoamericano que desemboca, en los años '60, en el llamado "boom de las letras hispanoamericanas", que representa un importante reconocimiento de nuestra literatura en el extranjero. Algunos de los autores que se destacan en este período son Juan Rulfo, Alejo Carpentier, Gabriel Gar¬cía Márquez, Ernesto Sábato, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Juan Carlos Onetti y Augusto Roa Bastos.
La narrativa contemporánea se preocupa por la experimentación estructural y busca un nuevo lenguaje narrativo para recuperar la temporalidad y la dimensión propias del mito: su universalidad.
El mito, en la literatura contemporánea, no está tomado en un sentido estricto, es decir, desde la recuperación textual de las leyendas sagradas de otras civilizaciones, sino planteado desde una perspectiva desacralizada. Por lo tanto, el mito se constituye como el espacio posible que concilia el tiempo pasado, el presente y el futuro para otorgarles simultaneidad.
De esta manera, como el mito no implica una sucesión ordenada de acontecimientos, y como, además, estos acontecimientos provienen de diversos orígenes -por ejemplo, la memoria, el sueño, el deseo, las pasiones-, permite dar a conocer la cara oculta de la vida: la que en apariencia no se percibe.
El narrador contemporáneo crea un universo propio, una realidad independiente y paralela, que también revela el lado oculto del mundo, e incluye elementos maravillosos.
A partir del trabajo específico del escritor con la estructura y con el lenguaje, se expresa su concepción acerca de lacompleja existencia humana.
El narrador latinoamericano se propone desentrañar las realidades propias de su pueblo, en las que conviven elementos que contrastan y polemizan continuamente: lo contemporáneo - lo anacrónico; lo rural - lo urbano; lo justo - lo injusto; el desarrollo - el subdesarrollo; lo normal - lo anormal. Con este fin, el escritor se nutre del habla cotidiana, de lo que escucha o recuerda, del comentario diario y del pasado histórico, y lo convierte en el tema de sus obras.
El hombre contemporáneo, solo y alienado en su ciudad, es el verdadero protagonista de esta literatura.
La narrativa de los autores hispanoamericanos del siglo xx posee características que la ubican dentro del Neobarroco. Este movimiento toma su nombre del Barroco del siglo XVII, ya que sus procedimientos son equivalentes. Su estilo se distingue por:
La desmesura
La literatura neobarroca repara hasta en los detalles más insignificantes, tanto, que dejan de ser detalles para convertirse en elementos fundamentales, centrales, de la obra de arte. La desmesura abarca tanto el lenguaje que se usa como el contenido elegido. Su resultado es la artificiosidad.
La artificiosidad
La artificiosidad se produce cuando la expresión es despojada de naturalidad y la labor artística se hace evidente. Se logra por medio de tres mecanismos:
Sustitución. Este procedimiento permite reemplazar el nombre real de un objeto o una situación por otro que, alejado semánticamente, se puede deducir del contexto. La metáfora resultante es exagerada.
Proliferación. Consiste en la enumeración disparatada, la acumulación de diversos núcleos de significación y la superposición de unidades heterogéneas. Es una lista dispar, a la manera de un collage.
Condensación. Es la fusión de dos términos para formar un tercero que resume los dos primeros.

La parodia
Los textos neo barrocos se basan sobre textos ya existentes y los recrean: éste es un mecanismo paródico. Los textos usados y el resultante dialogan entre sí, lo que produce el verdadero carácter polifónico de la literatura barroca.
Para descubrir cuáles son los elementos pertenecientes a otras obras, se debe hacer una lectura "detallada" del texto.
Esta combinación de elementos, que implica confusión, enfrentamiento y fusión de opuestos (características barrocas), se relaciona con la "camavalización", que permite la mezcla de diversos géneros y la inclusión de un tipo de discurso en otro.
La parodia se refleja en dos niveles:
• Nivel intertextual. Cuando un texto se refiere a otro anterior del mismo autor o de otro.
• Nivel intratextual. Cuando un texto contiene diferentes juegos de palabras en el nivel de la escritura, a partir del otro texto evocado.

PROCEDIMIENTOS PARÓDICOS
La intertextualidad se manifiesta de dos maneras fundamentales:
La cita. Por medio de ella, se superpone el nuevo texto, marcando sus limites a la manera de un collage; por lo tanto, su significado permanece claro.
La reminiscencia. El texto se incluye de una manera indistinguible, cuyos límites son difusos; por lo tanto, se adapta al texto creado.
La intratextualidad se manifies¬ta por medio del juego con:
• Las perífrasis.
• La ausencia de ciertos vocablos que pueden ser restituidos por el contexto.
• Los sonidos, como en el caso del anagrama (uso de las mis¬mas letras en diferentes pala¬bras: Cara, roca, caro, arca, arco).

La novelística neobarroca y su relación con la realidad .
• Los autores latinoamericanos del siglo xx eligen como centro de su obra el tema de "lo americano". Entre ellos, es Alejo Carpentier quien plantea la existencia de "lo real maravilloso".
En su prólogo a la novela El reino de este mundo, Carpentier afirma que América -por su origen, por su paisaje, por la convivencia del blanco, el indio y el negro, por su mestizaje, y por la revelación que significó su cercano descubrimiento- es una "crónica de lo real maravilloso", ya que existen en ella múltiples rnitologías a la espera de alguien que las narre.

Lo real maravilloso
La categoría de lo real maravilloso supone que los hechos narrados se presenten como insólitos, ya que en ella aparecen sucesos inesperados, planteados como reales y naturales.
La condición de real-maravillosos de los hechos americanos reside en su novedad y en la admiración que provocan. Como dice Carpentier: "Pero es que muchos se olvidan, con disfrazarse de magos a poco costo, que lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de estado límite. Para empezar, la sensación de lo maravilloso presupone una fe".

El realismo mágico
Los novelistas contemporáneos conocen las propuestas vanguardistas de principios del siglo xx: la facultad "creadora" por excelencia del escritor, según la plantea el creacionismo; el ámbito de los sueños como espacio fundamental para la literatura, sostenido por los superrealistas.
Sin embargo, en su escritura, plantean una descripción de lo cotidiano donde se encuentran elementos que pueden producir deslumbramiento por su novedad, sin necesidad de buscarlos en otros ámbitos.
Esta narración, que parte de elementos realistas, se interna en una descripción pormenorizada de los hechos, los personajes y la naturaleza de América, en la que "lo real" convive con "lo mágico". De esta conjunción nace el realismo mágico.
El realismo mágico surge en uno de los extremos de lo real, y es allí donde se establece y edifica su narración. Ciertos hechos sorprendentes son tomados como naturales. En Cien años de soledad, por ejemplo, el diálogo entre vivos y muertos es permanente, y no está presentado, sin embargo, como un elemento perturbador o inquietante.

Los autores del realismo mágico eligen los procedimientos neobarrocos para su expresión literaria, ya que consideran que la desmesura de la realidad y los acontecimientos de Latinoamérica encajan con precisión en los moldes de la artificiosidad y la parodia barrocos.
Esta relación es tan estrecha que no existe manera de separar esa temática americana de los procedimientos literarios mencionados.

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