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5 de noviembre de 2011

Breve Análisis de MUERTE DE ANTOÑITO EL CAMBORIO de FEDERICO GARCÍA LORCA


Breve Análisis de MUERTE DE ANTOÑITO EL CAMBORIO de  FEDERICO GARCÍA LORCA
Federico García Lorca, en una emisora radial, a principios de los años '30



Voces de muerte sonaron

cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan
voz de clavel varonil.
Les clavó sobre las botas
mordiscos de jabalí.
En la lucha daba saltos
jabonados de delfín.
Bañó con sangre enemiga
su corbata carmesí,
pero eran cuatro puñales
y tuvo que sucumbir.
Cuando las estrellas clavan
rejones al agua gris,
cuando los erales sueñan
verónicas de alhelí,
voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.

-Antonio Torres Heredia,
Camborio de dura crin,
moreno de verde luna,
voz de clavel varonil:
¿Quién te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir?
-Mis cuatro primos Heredias
hijos de Benamejí.
Lo que en otros no envidiaban,
ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto,
medallones de marfil,
y este cutis amasado
con aceituna y jazmín.
-¡Ay Antoñito el Camborio
digno de una Emperatriz!
Acuérdate de la Virgen
porque te vas a morir.
-¡Ay Federico García,
llama a la Guardia Civil!
Ya mi talle se ha quebrado
como caña de maíz.
Tres golpes de sangre tuvo
y se murió de perfil.
Viva moneda que nunca
se volverá a repetir.
Un ángel marchoso pone
su cabeza en un cojín.
Otros de rubor cansado,
encendieron un candil.
Y cuando los cuatro primos
llegan a Benamejí,
voces de muerte cesaron
cerca del Guadalquivir.
Análisis de la primera parte del poema:
Comprende los primeros dieciocho ver­sos. Los dos primeros y los dos últimos versos de esta primera parte reiteran el estribillo que preludia y resu­me luego toda la situación que se narra en el romance:
Voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir.
En esta primera parte se relata lo central de la historia: el ataque de que es objeto Antoñito el Camborio, su valiente defensa y su derrota final. Se pueden observar  los siguientes elementos:
-El clima misterioso y trágico creado por las extrañas "voces antiguas" que cercan la voz del protagonista y que evocan el redoble sordo de las fuerzas disolventes que rodean a la vida para destruirla.
-La falta de toda referencia concreta que individualice a los atacantes de Antoñi­to, lo cual da una aureola misteriosa y sugerente a lo que de otra manera se­ría un suceso trivial.
-El predominio de la acción y el extra­ordinario dinamismo que envuelve la lucha del protagonista.
-La mención indirecta de la hora del día, por medio de metáforas que acentúan sus connotaciones poéticas.


 Segunda parte : En esta parte del poema predomina lo descriptivo y lo explicativo (y por lo tanto, lo estático)  en contraste con el dinamismo de la anterior parte del poema.
Esta segunda parte comprende el resto del poema. En ella tienen lugar la agonía y la muerte del gitano. Se pueden observar  los si­guientes elementos:
-El cambio de la narración en tercera persona a la forma dialogada, que simultáneamente 
introduce una variación que matiza el poema y logra una comunicación más directa entre 
personaje y lector.
 -El fin del diálogo marca la muerte de Antoñito: al tiem­po que cesa su voz en el romance,
 se apaga su vida y éste retoma la forma impersonal del comienzo.
-Sólo en esta parte el lector conoce a los homicidas y los motivos de su agresión.
El gitano, que antes se ha definido tan sólo a través de su coraje y su ímpetu en la lucha, es presentado ahora con su nombre completo y hasta su sobre -nombre, el Camborio, y en su gallarda configuración física. Junto a la negru­ra del pelo, el tono verde aceitunado de la piel y la palidez que lo acerca a la luna, presencia que lo ennoblece y lo predestina a la muerte. Son esos atri­butos, no mencionados hasta ahora los que le han valido la envidia homicida de los cuatro primos.
El Yo lírico logra concretar plásticamente la vida entera de Anto­ñito en el momento de su muerte, por eso muere "de perfil" y esa forma vale por una estampa que permanece gra­bada para siempre.
El sutil cambio en el estribillo que se reitera en los dos versos finales basta para concluir la acción y para cerrar de­finitivamente la historia y la estruc­tura del poema:
voces de muerte cesaron cerca
del Guadalquivir. 

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