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6 de mayo de 2014

Análisis de Himno de Manko Qhapaj o Manco Capác

Análisis de Himno de Manko Qhapaj o Manco Capác
(Anónimo)


El poema no sigue una línea argumental. Es un himno ferviente colocado en boca del inca Manko Qhápaj y dirigido a Viracocha, dios supremo de los incas.
El poema fue recogido de la tradición inca: su autor es, por lo tanto, anónimo ya que, en realidad, su creador es la comunidad toda. Pertenecía al grupo de oraciones recitadas en conjunto, que tenían las siguientes características: eran de carácter popular, invariables —es decir, que se respetaba su texto cada vez que se pronunciaban— y contenían un mayor sentido poético que las otras manifestaciones de la lírica. El Himno es el primero que aparece transcripto en el libro Relación de antigüedades deste Reyno del Perú por el indio Juan de Santacruz Pa-chakuti Yanki Salkamayawa.

La fuente principal del poema es el conjunto de creencias religiosas incas, fuer­temente arraigadas en la comunidad.
Este Himno influye en toda la poesía quechua del período colonial —en el que se observa ya una marcada mezcla con el catolicismo— y en la poesía quechua contem­poránea.
Organización del contenido

El poema posee 42 versos que, de acuerdo con su contenido, pueden organizarse internamente así:

1.    Invocación a Viracocha: 1o al 8o verso.
2.    Deseo de entrar en comunión con el dios: 9o al 25° verso. 
3. Correspondencia entre la sabiduría humana y la posibilidad de llegar al reconocimiento divino: 26° al 39° verso. 
4.    Invocación final: 40° al 42° verso.

Título
El himno  es, principalmente, una composición de carácter religioso. En este poema es el inca Manko Qhápaj quien invoca a Viracocha lo que da origen al título de la composición Himno de Manko Qhápaj.

Género
Lírica. El himno sagrado constituyó el punto de partida de la lírica quechua precolombina, tal como sucedió en todos los pueblos primitivos. Se los incluye dentro de las composiciones líricas conocidas bajo el nombre de jailli, las que, como se ha dicho, desarrollan fundamentalmente temas religiosos y, también, heroicos y agríco­las.
Temas
Principal. Fervor religioso. Este sentimiento aparece reflejado en el Inca.
Secundarios
1.    Creación: "Tú dispones: I 'Sea éste varón, I Sea ésta mujer' ".
2.    Omnipotencia y omnipresencia del dios: "Tú que permaneces I En el océano del cielo I y que también vives I En los mares de la tierra".
3.    Tiempo: "El sol y la luna, I El día y la noche, I El tiempo de la abundancia".
4.    Voluntad divina: "Tú, que me mandaste I El cetro real,".

5.    Presentar, con respeto y unción, la profundidad del sentimiento religioso sustentado por el hombre más importante del Imperio: el Inca.
6.    Necesidad del hombre de comunicarse con el dios supremo antes de la muerte.

7.    Existencia de un dios ordenador del caos y, por lo tanto, creador del universo.

8.    Origen divino de la casta inca.
Personajes

Principales
El inca Manko Qhápaj: es en boca de este gobernante que el poeta coloca la invocación a Viracocha.
Viracocha: este dios es, para la comunidad indígena, el sustentador de otras deidades y el creador de los hombres. Es un dios manso y generoso que no conoce la ira ni sabe castigar. Algunos de sus atributos son: el Pacha kámaj (gobierno o aliento del mundo), el Runa kámaj (gobierno o aliento del hom­bre), el Pacha wallpaj (creador del mundo), etc. Es el equivalente sobrenatural del emperador de los incas.
Marcos
Geográfico. No hay alusiones a ninguna zona geográfica en el Himno.
Histórico. La única mención concreta aparece en el título. El inca Manko Qhápaj fue el fundador del imperio del Perú y el primero de los incas (siglo X).
Social. El único grupo presente en el poema es el correspondiente a la clase aristocrática, representada por el inca, personaje ubicado en el escalón más alto de la misma. Según la creencia popular, esta clase tenía origen semi-divino, de allí la alusión en el poema de la imposición del cetro real por Viracocha.
Esta clase inca estaba destinada a gobernar y a ejercer el apostolado de la religión. Los Incas que no se dedicaban al culto, a las ciencias o a las artes, debían educar a los jóvenes, realizar tareas militares o ayudar al soberano en el gobierno. Todos ellos, además, obligatoriamente, cultivaban las tierras del Sol, aparte de edificar su propia vivienda.
Espiritual. Rodea al Himno un clima de exaltado fervor religioso y de seguridad en el logro de la comunión mística entre el Inca y el dios.

Aspectos formales
Versificación. Este poema ha sido traducido al castellano de una lengua muy diferente de ésta: el quechua; por lo tanto, no resulta significativo indicar el tipo de versificación que presenta. Cabe recordar, no obstante, que los aravicos —antiguos poetas incaicos— nunca empleaban combinaciones métricas complejas. La medida del verso se adaptaba al canto y el número de sílabas era variable. El ritmo constituía el rasgo más importante, ya que aparece en forma natural en el mismo idioma quechua. La rima tampoco importaba, dado que se formaba casi espontáneamente pues la lengua poseía gran cantidad de vocablos con igual terminación.
Lengua
Por tratarse de una traducción no es posible precisar las características de la lengua, aunque puede decirse que predomina la metafórica. De allí las diversas versiones que se conocen de este himno. Por ejemplo, la traducción de José María Arguedas (escritor peruano contemporáneo) dice:
"Señor, tus siervos, a ti
con sus ojos manchados desean verte".
En la versión que tomamos en cuenta para este modelo de análisis, y que aparece en el libro La poesía quechua de Jesús Lara, se dice:
"Los señores y los príncipes con sus torpes ojos quieren verte".

Estilo

El Himno está cantado en primera persona (el "yo lírico"), en las invocaciones se emplea la segunda persona del coloquio y en las descripciones la tercera persona. Por ejemplo:
Parte lírica: "Mas cuando yo pueda ver".
Parte invocativa: "Oyeme
Tú que permaneces".
Parte descriptiva: "El tiempo de la abundancia
Y del frió, están regidos".

Recursos estilísticos
Paralelismos: "Sea éste varón I Sea ésta mujer".
Aposición: "Viracocha I Poderoso cimiento del mundo".
Enumeraciones: "Y conocer, y alejarme I Y comprender".
Preguntas retóricas: "¿Dónde estás I ... I Arriba I Abajo I En el intermedio IO en tu asiento de Supremo Juez?"
Metáfora: "El tiempo de la abundancia" (= el verano).

Fuente: Literatura Hispanoamericana y Argentina
Martha Fernández de Yácubsohn
Ed. Kapelusz, Bs.As.,1980
















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