Surrealismo
La mayoría de los tratadistas sitúan la obra de Dalí dentro del movimiento surrealista. Sin embargo, André Bretón —considerado unánimemente como padre del surrealismo— dijo a este respecto:
"A despecho de una innegable ingeniosidad en la realización de su propio escenario, la obra de Dalí, desfavorecida por una técnica ultrarretrógrada (vuelta a Meissonier) y desacreditada por una indiferencia cínica respecto a los medios de imponerla, ha dado desde hace mucho tiempo signos de pánico y no se ha salvado más que organizando su propia vulgarización. Hoy cae en el academicismo —un academicismo que por su sola autoridad se declara clasicismo— y desde 1936, por otra parte, ha dejado de tener la menor relación con el surrealismo.