Análisis de La danza de Henri Matisse
Datos y documentación
Estamos ante una pintura del pintor francés
H. Matisse (1869-1954). La obra se titula La
danza y es de 1909. La técnica empleada es óleo sobre tela, de 259,7 x
390,1 cm. Pertenece a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Esta pintura es la primera versión hecha a
partir del encargo del coleccionista ruso Sergej Schtschukin de una pareja de
pinturas murales de gran porte: La danza
y La música. El boceto pertenece al MAM de Nueva York y la versión
definitiva al Ermitage de Leningrado, junto con su pareja, La música (1909-1910).
La primera versión se distingue de la
segunda por sus colores menos intensos. La obra de Matisse se inscribe dentro
del fauvismo, que se caracteriza por la utilización del color de manera
violenta y contrastante, con tintes saturados y opuestos que chocan entre sí.
Siempre atado a la figuración pero sin pretensiones naturalistas, por el
contrario, violenta, tanto la forma como el color o produce deformaciones con
finalidad expresiva.
La descripción de lo que se nos presenta
debe plantear someramente el asunto de la obra. En este caso advertimos cinco
figuras femeninas desnudas de color rosa anaranjado tomadas de las manos y
dispuestas en ronda sobre un fondo azul y un suelo verde.
b. Análisis formal
Debemos
hacer hincapié aquí en la estructura general de la expresión plástica, teniendo
en cuenta el marco de encierro y la disposición de los elementos en el campo
visual. En este caso, los elementos compositivos se disponen en un marco de
encierro rectangular-horizontal. El campo visual genera una relación particular
entre los elementos, estructurando la composición. El fondo del campo visual
está dividido por una línea ondulada en dos planos de color. El superior y más
amplio, de color azul celeste y el inferior, de color verde. Así se diferencia
el fondo del suelo.
Las cinco
figuras están dispuestas equilibradamente —y abarcan la totalidad
del campo en una proporción que produce monumentalidad—: dos atrás, de frente
(sobre el fondo azul); una a cada lado del campo de composición y otra de
espaldas, en el primer plano, con una inclinación que crea una dirección
diagonal (sobre el fondo verde). La disposición de las figuras con los brazos
extendidos en ronda genera una pronunciada forma oval, reforzada por el ritmo
creado por las formas negras de las cabezas (puntos negros equidistantes a lo
largo del recorrido oval). Esta estructura oval, se inclina hacia la derecha.
Esta inclinación se produce por la direccionalidad diagonal del cuerpo de la
figura del primer plano, creando una composición dinámica (se puede comparar
con una estructura oval horizontal que produce estatismo). Este dinamismo se
enriquece por los diferentes ritmos generados por la repetición de curvas y contracurvas
de los cuerpos que producen una direccionalidad centrífuga.
Las direcciones y tensiones son fáciles de
observar por medio de un diagrama que marque con vectores cada una de ellas.
Por ejemplo, es muy significativa la tensión que se produce entre los dos
únicos brazos que no están tomados de las manos. El cuerpo (de la figura del
primer plano) inclinado hacia la izquierda crea una diagonal que se dirige a la
mano de la figura del lateral izquierdo sin tocarla. Esto genera una tensión
entre ambos brazos que se apacigua por el cruce de la pierna de la figura que
está por detrás a la izquierda; cruce produce un equilibrio de fuerzas.
Otros puntos para considerar son es el
color y la luz. Nos encontramos ante una iluminación homogénea y colores relativamente
planos. Los tintes utilizados son un azul celeste, un verde desaturado y un
rosa anaranjado. Es necesario ver la relación que se produce entre los colores.
El azul y el verde son cercanos en el circulo cromático y tienen un mismo grado
de luminosidad; por lo tanto, no se percibe contraste brusco entre ambos, sí
una variación de tinte. En cambio, las figuras, por su tinte rosa anaranjado y
su alta luminosidad, producen un alto contraste con respecto al fondo. Hay que
tener en cuenta cómo están formados los colores; entonces notaremos que el
rosa-anaranjado (rojo, amarillo y blanco) tiene el opuesto del azul (amarillo)
y el opuesto del verde (rojo).
c. Con respecto al nivel interpretativo,
debemos comenzar por lo denotado —que en este caso es la danza y que, además,
surge directamente del título— y luego pasar a los múltiples niveles de
connotación proporcionados por los procedimientos o las maneras de expresar ese
asunto. Por ejemplo, vemos cómo las figuras se distorsionan en función de la
expresión de movimiento, transmitiendo un ritmo alegre, festivo.
Tenemos que tener en cuenta la perspectiva
histórica que separa a un receptor actual de uno contemporáneo a la producción
de la obra. Tampoco debemos soslayar las circunstancias y las causas de su
producción. En este caso, fue un encargo para una decoración y para contratar
con otra obra: La música. Estas
circunstancias y la función decorativa de la obra completan su significación.
En todo este pormenorizado análisis no debe
perderse de vista la ubicación histórica y cultural de la obra para poder
comparar o hacer referencias a obras anteriores y posteriores. Un tema
importante es la representación y la
mayor o menor relación de lo representado con la naturaleza, es decir, el
alejamiento o la fidelidad a ella. En este caso (la obra de Matisse), al no
haber pretensiones de representar de manera fiel lo que observamos, las
convenciones representativas no son tan rigurosas como las de la perspectiva
matemática renacentista, que no tiene en cuenta. El adelante y atrás del
espacio tridimensional se representa con abajo y arriba en el plano (influencia
de la estética oriental); por eso Matisse no hizo más pequeñas las figuras que
están atrás en la ronda sino que las puso arriba. Otras convenciones indicadoras
de espacio que utiliza son el traslapo y el escorzo (en la figura de la
izquierda). Del mismo modo, la figuras humanas no están trabajadas de manera
naturalista (con fidelidad representativa) sino que se encuentran estilizadas y
simplificadas en función de la expresividad plástica.
Fuente: A.A.V.V : Culturas
y estéticas contemporáneas , Colección Días de clase; Ed. Aique, Bs.As;