LA ORACIÓN
Cuando un técnico
decide analizar el funcionamiento de una máquina para poder explicarlo, primero
debe dividirla en piezas menores que hagan más fácil la tarea. Lo mismo sucede
con la lengua: para poder estudiarla es necesario segmentarla en unidades. Una
de las unidades de la lengua es la oración.
La
oración es una palabra o secuencia de palabras
con autonomía sintáctica, sentido completo y figura tonal (entonación) propia.
Para
ponerlo de otra forma:
a. La oración es una
palabra o secuencia de palabras, es decir, la oración
puede estar formada por una única palabra o por una construcción. Por ejemplo:
¡Hola!
Juan saludó a Matías a
la salida de la clase.
En
el primer caso, la oración está formada por una palabra; en el segundo ejemplo,
se trata de una construcción en la que diferentes palabras establecen
relaciones entre sí.
b. La oración tiene
autonomía sintáctica. Esto significa que la
oración no depende de una estructura mayor sino que puede aparecer sola,
aunque, por lo general, forma parte de un texto. Esta autonomía se marca en la
escritura a través del uso de la mayúscula al comienzo y del punto al final.
Por ejemplo:
¡Qué consuelo fue recibir la carta suya de contestación! La verdad es
que no me la esperaba, creía que usted no me iba a perdonar nunca. Su hija
Celina en cambio veo que me sigue despreciando, y como usted me lo pide le
escribiré a la Casilla de Correo, así no tiene discusiones con ella. ¿Sabe
hasta lo que pensé cuando vi su sobre? Pensé que adentro estaría mi carta sin
abrir.-
Los restos de Juan Carlos Etchepare fueron inhumados en la necrópolis
local, lugar hasta donde fueron acompañados por numeroso y acongojado cortejo.( Puig Manuel, Boquitas pintadas, Buenos Aires, Planeta, 2000)
c.
La oración
posee sentido completo, es decir, transmite en
sí misma una idea completa. El sentido, además, le es otorgado por la actitud
del hablante (entonces, la oración puede ser interrogativa, exclamativa,
desiderativa, etcétera). Por ejemplo:
Haciendo un alto en el trajín del día, a las 12:48 Nélida Enriqueta
Fernández se secó los labios con la servilleta, la dobló y dejó la mesa con el
propósito de dormir una hora de siesta.
¿Te parece que hice bien? Ojalá sea un buen muchacho, porque entonces
Celina se casará con uno de los mejores partidos del pueblo. ¡Cuánto
tiempo que me está dejando sin noticias! Ya hace más de diez días
que le escribí y no he recibido respuesta."
La oración es una unidad con entonación propia.
La diferencia entre los distintos tipos de oraciones se refleja en la figura
tonal: por ejemplo, si la oración es interrogativa la figura tonal será ascendente;
si se trata de una oración enunciativa, la entonación descenderá al final. En
la escritura, estas diferencias se señalan mediante el empleo de distintos
signos de puntuación. La entonación, en el caso de los textos orales,
determina, en gran medida, el sentido del enunciado. Esta se representa en los
textos escritos mediante diversos recursos. Por ejemplo:
Estoy sola en el mundo, sola.
Ya van casi cuatro semanas que no recibo carta suya, no habrá sucedido
algo malo, espero. No, yo creo que ahora tiene que cambiarnos la suerte,
¿verdad? Si me pasa algo malo no sé cómo voy aguantar. ¿Por qué es que no me
escribe?
¡Qué alegría recibir tu cartita tan cariñosa! Me alegro de saber que
has perdonado mi demora en escribirte y te agradezco que me tengas tanta
confianza para contarme tus problemas.
LA ORACIÓN COMO UNIDAD
SINTÁCTICO-SEMÁNTICA
De la definición de oración presentada
anteriormente pueden extraerse algunas conclusiones:
a.
la oración es una unidad de la lengua que se incluye dentro de la sintaxis.
b.
la oración es, también, una unidad semántica.
La oración es una unidad sintáctica. La sintaxis es la parte de la
gramática que estudia las relaciones que se establecen entre las
palabras y/o construcciones para formar oraciones.
En otras palabras, la sintaxis se ocupa de las relaciones que las distintas
partes de una oración establecen entre sí. Así, mediante
el análisis que propone la sintaxis se establece, por ejemplo, si una oración es simple o
compuesta -si tiene más
un sujeto y de un predicado-. También determina, por ejemplo, si una oración
simple es, a su vez, bimembre o unimembre. Y
si es bimembre cómo se estructuran su sujeto y su predicado, etcétera. Además,
la sintaxis determina qué construcciones están bien formadas. Por ejemplo:
Cierra el sobre, enciende
la radio y empieza a cambiarse la ropa gastada de entrecasa por un vestido de
calle.
Sintácticamente, se trata de una oración simple
(tiene solo un sujeto y un predicado) en la que el sujeto no está expresado (se
trata, entonces, de un sujeto tácito). A su vez, el predicado tiene más de un
núcleo (hay tres verbos que actúan como tal: "cierra",
"enciende" y "empieza a cambiarse") por lo que se trata de
un predicado verbal compuesto. Además, los verbos están acompañados por
estructuras que funcionan como atributos ("el sobre", "la
radio", etcétera).
La
oración es una unidad semántica, es decir, conlleva un sentido en sí misma. Ese
sentido está dado no sólo por el significado de sus componentes y por el tipo
de relaciones que establecen entre sí, sino, también, por su figura tonal (entonación). Por eso, una misma
secuencia de palabras cambia de sentido según tenga una figura tonal ascendente
(pregunta) o descendente (aseveración o mandato).
La gramaticalidad
La gramaticalidad caracteriza las construcciones
bien formadas de una lengua y las distingue de aquellas secuencias anómalas o
agramaticales. La gramaticalidad es una propiedad de las oraciones que están
bien formadas, es decir, aquellas que cumplen con las reglas de la gramática de
una lengua particular .
En español, existen reglas gramaticales que deben
seguirse para producir estructuras gramaticales correctas. Por ejemplo, en un
sintagma nominal (donde hay un núcleo sustantivo) si el sustantivo está acompañado
por un artículo o un adjetivo, entre ambos debe haber concordancia en género y
en número.
Por ejemplo, es gramaticalmente correcto el
siguiente sintagma nominal:
“la fila derecha de alumnos”
pero no los
siguientes : las fila de alumnos //un fila de alumnos
ya que los determinantes del sustantivo
("las", "un") no concuerdan en género y en número con el
sustantivo que determinan ("fila").
Asimismo, en una oración de sujeto y predicado
verbal, el verbo conjugado debe
concordar en persona y número con el núcleo del sujeto.
Por ejemplo:
* Mabel
se colocó frente a la fila de alumnos de quinto grado división B.
Mabel (3ra. persona del singular), se colocó (3ra.
persona del singular).
• Mabel
y Sofía se colocaron frente a la fila de alumnos de quinto gradó división B.
Mabel y Sofía-(ellas: 3ra. persona del plural), se
colocaron (3ra. persona del plural).
Y resulta agramatical una oración como la siguiente
en la que el núcleo del sujeto y el verbo no concuerdan:
María enfrentaron a sus oponentes con gran soltura.
María (3ra. persona del singular); enfrentaron (3ra.
persona del plural).
En resumen, al producir oraciones deben
tenerse en cuenta las reglas de la gramática a fin de evitar construcciones
incorrectas desde el punto de vista gramatical.
El enunciado
Una oración, en tanto unidad
sintáctico-semántica de la lengua, puede emplearse en distintas oportunidades
para producir diferentes enunciados en distintas instancias de comunicación.
Así, el enunciado
es la expresión y el
uso que se hace de una oración o expresión en un momento determinado.
En otras palabras, un enunciado es cada realización, cada aparición y
cada uso particular (en
un momento y en un lugarprecisos) de una oración o expresión. Entonces, una
misma oración puede servir de base a diferentes enunciados ya que cada uno de
ellos se relaciona estrechamente y se determina por la situación precisa de
enunciación.
La situación de enunciación requiere un enunciador (yo) que transmite
un enunciado (lo expresado) a un destinatario (tú) en un momento y en un lugar
determinado y preciso.
En la medida en que el sentido de un
enunciado se define a partir de su uso, no puede decirse que un enunciado sea
correcto o incorrecto, sino adecuado o inapropiado. Es decir, el enunciador debe
adecuar su enunciado a los distintos componentes de la situación de
enunciación: así debe tener en cuenta a su destinatario y al contexto en el que
el enunciado es producido.