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26 de diciembre de 2011

Análisis de la novela Gertrudis y Claudio de Jhon Updike


Jhon Updike
Análisis de la novela Gertrudis y Claudio de Jhon Updike

El escritor norteamericano John Updike publicó su novela Gertrudis y Claudio en el año 2000. Para hacerla, tomó como base la tragedia más famosa del dramaturgo inglés William Shakespeare (1564-1615): Hamlet,  príncipe de Di­namarca (estrenada en 1600).

En la obra shakespeareana, Claudio asesina a su hermano Hamlet, el rey de Dinamarca, y se casa con la viuda de este, Gertrudis. Nadie sospecha que ha habido un asesinato, pero el espectro del rey se le aparece a su hijo, quien lleva su mismo nombre, le revela la verdad sobre su muerte y le pide venganza. La tarea del príncipe Hamlet resulta muy difícil de llevar a cabo: tiene que fingir que no sabe nada, probar la culpabilidad de Claudio y arrebatarle el trono del que injustamente se apoderó.

En Gertrudis y Claudio, Updike deja al príncipe  Hamlet en un segundo plano. Los hechos que se narran en la novela de Updike son aquellos que no aparecen en la tragedia de Shakespeare. Se remontan a una época anterior a la desaparición del rey y terminan con la muerte de este y con el ascenso de su hermano al trono. Así, Gertrudis y Claudio propone nuevas posibles explicaciones para esta historia enigmática.

John Updike, el autor de Gertrudis y Claudio, comenzó a publicar sus no­velas a fines de la década de 1950. En su narrativa, se pueden ver reflejados los distintos momentos, las capas que han ido constituyendo la Postmodernidad en los Estados Unidos. Allí quedan registrados:

• la conmoción que provocó el paso de los opulentos años cincuenta a los revolucionarios sesenta
·          los cuestionamientos sociales, morales y psicológicos de los setenta;
·          el vacío espiritual y el materialismo de los ochenta, y
·     la fragmentación y la indeterminación espacio-temporal de los noventa.

En su novela anterior, Hacia el final  del tiempo, Updike situaba la acción en el año 2020. En Gertrudis y Claudio, la traslada al siglo XII. Esta movili­dad temporal es característica de la llamada "era de la ansiedad", en la que se busca hacer presente el pasado y el futuro. El escritor "pone en pantalla", en las hojas de su novela, un simulacro: las accio­nes de ciertos hombres y mujeres en el 2020 o en la Edad Media. En ambos casos, el texto ha sido producido por un autor que ha nacido en el siglo xx y será decodificado, in­terpretado, por lectores nacidos en el siglo xx. El artificio de la obra de arte resulta evidente.

Gertrudis y Claudio es una novela emblemática de la Postmodernidad. El autor ha decidido reciclar uno de los grandes mitos de la Modernidad: la historia problemática del príncipe Hamlet. 
Sigmund Freud (1856 -1939), médico aus­tríaco creador del psicoanálisis, destacó la figura de Hamlet como prototipo del héroe moderno que desconoce sus deseos. Ese héroe inquisitivo, que reflexiona en voz alta y pretende comprender racionalmente hechos misteriosos y ocultos no le interesa a Updike. El foco de atención se desplaza ha­cia el tío asesino y hacia la madre. La propuesta de su novela es dar otros posibles sentidos a la tragedia de Shakespeare a través de la fabulación de los hechos que la preceden. Los héroes postmodernos son, entonces, Gertrudis y Claudio, y no el príncipe reflexivo. 

Para llevarlo a cabo, Updike propone un juego :  
• "recicla" (una actitud muy post moderna) las leyendas escandinavas del siglo XII que dan alguna noticia de la prehistoria de Hamlet;
• reconoce su deuda con la película homónima del director inglés Kenneth Branagh (1996) , que le dio "una imagen refrescada de la obra";
• utiliza la obra de Salvador de Madariaga sobre Hamlet para establecer nuevas relaciones entre los personajes;
• cita el comentario del crítico G. Wilson Knight en La rueda de fuego: interpretación de la tragedia shakesperiana ((1930) como disparador para la escritura: "Dejando de lado la ocultación del crimen, Claudio parece un rey capacitado, Gertrudis una reina noble, Ofelia un tesoro de dulzura, Polonia un consejero tedioso pero no maligno, Laertes un joven representativo. Hamlet los lleva a todos ellos a la muerte “y deja de lado el texto de Shakespeare para desarrollar su novela.

Gertrudis y Claudio, una novela pastiche

Updike reconoce que su novela es un "pastiche". El término comen­zó a utilizarse en el ámbito musical para referirse a la experimentación realizada por algunos compositores a principios del siglo xx. Significa montones de fragmentos, la creación a partir de lo fragmentario, co­mo una colcha de retazos. Ese es el procedimiento de Updike:

• toma un texto, el de la tragedia de William Shakespeare, que funciona como hipotexto. Gertrudis y Claudio (hipertexto) sólo puede existir con referencia a este texto anterior (hipotexto). Updike lo imita (sobre todo, al final) y lo transforma. Es una especie de home­naje irreverente del autor al mayor dramaturgo del mundo y a un mito de la modernidad;

• incluye oraciones o pasajes, imágenes de varios autores que constituyen una verdadera presencia de textos ausentes (Wilson Knight, Madariaga, Branagh). Esta parodia, o imitación intencional de lo conocido, es un rasgo propio de la Postmodernidad.

Los héroes elegidos por el autor para su relato postmoderno son Gertrudis y Claudio. Sin embargo, en el transcurso de la novela, cambian de nombre varias veces. Esto se debe a que Updike ha decidido respetar los nombres con que aparecen en las distintas fuentes utilizadas para la construcción de la novela. La identidad de los protagonistas no es estable sino móvil, provisional. Gerutha es una joven que debe obedecer a su padre, Geruthe es "la esposa de un marido aturdido y la madre de un hi­jo distante" (o sea otra mujer), Gertrudis es la mujer de Claudio (otra vez, una mujer diferente de las anteriores).

Lo mismo sucede con Corambus-Corambis-Claudio. Pero también con los otros personajes. Cada uno de los nombres corresponde a una fuente y a una parte de la identidad de los personajes. El tratamiento no es lineal:

Gertrudis contiene a Gerutha y a Geruthe. Gerutha y Geruthe son sentidos subyacentes, como estratos presentes en Gertrudis.

Claudio es un héroe con una meta: una mujer, un trono. Sin embargo, más allá de los ob­jetivos concretos de su afán, está la verdadera meta: el éxito. Para crear a Claudio, Updike rescata del comentario antes citado del crítico Wilson Knigth su capacidad ("un rey capacitado"), quizás más apto que Hamlet para gobernar. Se destaca en él la famosa eficiencia que todo lo justifica, la carencia absoluta de una ética, el crimen, la corrupción.

Al terminar la novela, Claudio parece haberse "salido con la suya". Updi­ke deja un irónico final abierto. El lector puede cerrar la historia leyendo la tragedia de William Shakespeare. En ese caso, presenciará la caída de Clau­dio, su muerte a manos de su sobrino. O inventar otro final, basándose en los presagios anunciados por el propio personaje (diez años de reinado eficaz, Hamlet, heredero provisto de herederos por Ofelia. etcétera). O darle el final que considere, ya que a historia queda abierta.

John Hoyer Updike (1932-2009) , autor norteamericano, ha escrito poesía, ensayos y narraciones breves. Gertrudis y Claudio Ha sido su última novela. La preceden otras dieciocho que le han hecho ganar los más codiciados premios norteamericanos, como el Pulitzer  y  el Nacional Book Award.
Las fuentes utilizadas para la construcción de la novela Gertrudis y Claudio son:
Para la primera parte: Saxo Grammaticus, autor escandinavo  del siglo XII.
Para la segunda parte: Francois de Belleforest, autor francés del siglo XVI.
Los nombres que aparecen en la tercera parte provienen de una falsificación muy abreviada del drama de Shakespeare o del manuscrito perdido del llamado Ur Hamlet que fue adquirido para su adaptación por los Hombres de Chambelán.

Fuente: AAVV-Literatura europea y norteamericana
Editorial Puerto de Palos
Buenos Aires,2001

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