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15 de junio de 2014

Historia del Arte: arte renacentista

Historia del Arte: arte renacentista
Resumen: marco histórico; pintura; escultura; arquitectura

Características generales de la pintura renacentista:
Pintura italiana del siglo XV- Pintura mural al temple- El hombre es el tema principal
Estudio de la forma humana - El paisaje pierde importancia.
 Hay perspectiva lineal.- Sentido del movimiento.
Temas mitológicos- Aparecen personajes desnudos en temas religiosos

Arte renacentista - Marco histórico cultural
El Renacimiento se inició en Italia en el siglo XIV, y se difundió por el resto de Europa durante los siglos XV y XVI. Durante este periodo la sociedad feudal de la Edad Media se caracterizó por una economía agrícola y una vida cultu­ral e intelectual dominada por la Iglesia. La situación de la sociedad se transformó paso a paso, hasta ser dominada por instituciones políticas, el nacimiento de una economía urbana y mercantil y por el desarrollo en las artes. Este último hecho modificó el contenido de las obras artísticas, que dejaron de ser ya sólo de corte religioso. De ser artesanos, los esculto­res, pintores y arquitectos se convirtieron en individualmente creativos. 
Durante esta época, hubo grandes descubrimien­tos geográficos y adelantos técnicos como la invención de la imprenta, la cual desempeñó un destacado papel para propagar los nuevos conceptos artísticos y permitir el grabado de las principales obras artísticas y, consecuentemente, difundir sus imágenes. Igualmente, favoreció el desarrollo comercial y económico. Todos estos cambios devolvieron al hombre la fe en el ámbito científico, en la razón y la experiencia. En el arte renació el interés por la figura humana, de acuerdo con la tradición clásica de la Antigüedad, en sus modelos de armonía y belleza.

Este gran movimiento cultural, político y artístico inicia­do en el siglo XIV, es llamado Renacimiento, y provocó una gran fuerza de ruptura con la época medieval, su desarrollo en Italia comenzó en la próspera y culta ciudad de Florencia, que llegó a ser el centro artístico más importante en esos tiempos. Durante el siglo XVI, el Renacimiento se extendió por toda Europa y adquirió elementos propios en cada país.
El arte renacentista se caracterizó por el estudio y perfecta semejanza de las formas clásicas grecorro­manas, por la gran importancia que le dio al hombre y  a lo humano, en perjuicio de los ideales religiosos predominantes en las épocas anteriores; además, pre­tendía valorar el aspecto científico.

La evolución del arte renacentista se une al proceso general de racionalización que dominará toda la vida espiritual y material. Se puede concluir que todo lo sucedido en el mundo artístico, reflejó lo ocurrido en otros aspectos de la vida; es decir, la subordinación de todas las leyes del arte y todos los criterios técnicos, a la razón.

Al hablar del Renacimiento se mencionan los términos Quattrocento y Cinquecento: el primero se refiere a las manifestaciones artísticas del siglo xv, es decir, Primer Renacimiento, cuyo centro fue Florencia; el segundo tiene que ver con el Alto Renacimiento, siendo Roma su centro artístico.
En Florencia surgieron tres corrientes: el humanismo, inspirado en el mundo clásico; el materialismo, que viene de la ciencia; y el individualismo, basado en los criterios establecidos por los propios individuos.

Arquitectura y escultura

La arquitectura renacentista adapta al templo o al palacio diferentes elementos romanos, tomados indistintamente, sustituyendo a los elementos góticos, como los pilares y las bóvedas, o creando otros nuevos, acordes a la disposi­ción general del edificio, como cúpulas, frontones o enta­blamentos. Si observamos una construcción, se aprecian los cambios fundamentales que se manejaron en la planta de las iglesias, que ya no eran cruciformes y que ahora, se adaptan a un elemento central basado en un principio huma­no de belleza, antes que las necesidades y tradiciones del culto divino.

Filipo Brunelleschi, arquitecto (Florencia, 1 377-1446), creó un nuevo lenguaje en relación con la arquitectura. A princi­pios del siglo xv, Brunelleschi, en compañía de Donatello, viajó a Roma para estudiar los sistemas y las técnicas para la construcción. Las obras de arte de Brunelleschi fueron de culto religioso, geométricamente claras y con decoraciones pictóricas.

Una de las obras más importantes de Filipo Brunelleschi fue "Santa María de las Flores", que representa ya a un artista renacentista; concibió la arquitectura como un aspecto per­sonal elaborando teorías científicas sobre la perspectiva, es decir, como un elemento geométrico del espacio, que fue apli­cado a la "Iglesia de San Lorenzo" y la "Capilla Pazzi", ambas de la ciudad de Florencia.

Otro arquitecto importante fue León Batista Alberti, que dejó escritas sus teorías sobre arquitectura, pintura y algunas ideas sobre la belleza y la armonía. Tres son sus obras más destacadas: "Templo Malatestiano" en Rímini, "La iglesia de San Andrés" en Mantua, y la "Iglesia de Santa María Novella en Florencia.

Entre las características generales de la arquitectura renacentista se encuentran:


Utilización de arcos de medio punto, de bóvedas de cañón, de arista, y de cúpulas hemisféricas.
Empleo de columnas con capiteles dórico, jónico o corintio. Utilización de entablamentos clásicos y de cornisas. Frontones triangulares o curvos en exteriores. Medallones y guirnaldas.
Iglesias de planta de cruz latina, rectangular al exterior. Iglesias de planta central con cúpula.

Las construcciones renacentistas formaban conjuntos racionales con elementos acordes a las rigurosas normas de proporción.
Con el exilio de la familia Medici de Floren­cia, muchos artistas llegaron a Roma; en un periodo corto allí estuvieron Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Bramante. A principios del siglo xvi comenzó la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma, que para entonces era ya el nuevo centro político, cultural y religioso; en esa obra participaron los más importantes arqui­tectos del Cinquecento, como Bramante, Rafael, Antonio da Sangallo, Miguel Ángel y Carlos Maderno.

Escultura

La escultura renacentista imita los modelos romanos, de la misma manera que la arquitectura; en las obras, se retoman el mármol, el bronce y se recurre al desnudo, representando a las figuras con toga romana; para las sienes, se colocan coronas de laurel, la figura humana adquiere un valor por sí misma. Donatello descubre la relación existente entre la expresión escultórica y la naturaleza. Otros escultores nota­bles de la época, son Andrés Verrochio, Luca del la Robbia, y por supuesto Miguel Ángel.
En este último se sintetiza y concluye toda la expe­riencia de la escultura renacentista; sus obras se distin­guen por una anatomía detallada y de gran monumentalidad y gran capacidad técnica. Sus esculturas están entre las más conocidas de toda la historia del arte.
La escultura renacentista se especializó en represen­tación del carácter humano, mediante la expresión y los movimientos corporales. Miguel Ángel mostró su gran habilidad técnica en el "David", estatua esculpida en un solo bloque de mármol, alto y estrecho; entre otras de sus creaciones, se encuentran las estatuas de Moisés, la Aurora y el Crepúsculo. Sus figuras fueron inspiración de escultura clásica y fueron logradas mediante el estudio de la realidad, y profundas observaciones anatómicas, disecciones de ca­dáveres y análisis de los modelos, para plasmar la realidad de las formas físicas. Las figuras realizadas por Miguel Ángel para las tumbas de la familia Medici, fueron: La Noche y e Día, La Aurora y el Ocaso, entre otras, un segundo conjunto de "La Piedad", y las inconclusas de "Los Esclavos".

Durante el siglo xv, la escultura italiana estuvo basada en el realismo; y en el siglo xvi, fue más idealista y monu­mental.

Donatello (1386-1466), fue un escultor certero y buen observador; pese a su gusto por lo clásico, supo ser origina en lo que produjo. Su escultura ecuestre de Cattamelatta, en el Museo Nacional de Florencia, es significativa en este esti­lo, así como la de San Juan, localizada en la misma ciudad.

 PINTURA

La pintura del Renacimiento es la manifestación artís­tica de muchas formas de la época. Nuevamente, sor pintadas imágenes religiosas con nuevos estilos de presentación, desarrollándose otros temas como mito­lógicos e históricos. Las ideas humanistas apuntaban a un nuevo género pictórico: el retrato, sin dejar de lado la importancia de la naturaleza. Florencia fue el primer centro artístico del Renacimiento y su influen­cia alcanzó a otras escuelas italianas, como Padua, Milán, Venecia, Roma; luego, a otros países europeos. En Florencia durante las dos primeras décadas de siglo xv, se impuso el gusto de la escuela de Siena, lineal y cromático. Posteriormente, Masaccio practicó el volumen y la perspectiva realizada por Chiberti,  Brunelleschi y Donatello. No todos los artistas se vie­ron influenciados por las ideas introducidas por Masaccio.

A mediados del siglo xv una segunda generación de pintores florentinos utiliza técnicas visuales y temáticas, que era lo fundamental que planteaba el Renacimiento. La primera generación conducía al movimiento, a la ana­tomía y la ordenación del cuadro, tomando en cuenta las teorías matemáticas; el segundo desarrolló la temática de la mitología y la historia con ideas religiosas, lo cual provocó críticas. Los pintores que representan esta etapa son: Leonardo da Vínci, Sandro Botticelli, Filippino Lippi, Pietro Dannuci y el Peregrino.

En Roma los artistas continuaron con la línea huma­nista, surgida en Florencia, con el auspicio de los papas Julio II y León X. Todo el arte plasmó a griegos y latinos. Para Miguel Ángel, su obra más importante fue la "Capilla Sixtina". Otro artista de gran importancia fue Rafael Sanzio, responsable de la decoración de varias salas del Vaticano con una gran cantidad de pinturas de asuntos religiosos y mitológicos, sobresaliendo las Madonas.





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