ALESSIO BALDOVINETTI: LA
VIRGEN ADORANDO AL NIÑO
(tabla), 1460 (?), Museo del Louvre.—
Pintor florentino nacido en 1425 y muerto en 1499,
Alessio Baldovinetti, que a partir de 1448
aparece inscrito en la corporación de los pintores, sufrió múltiples
influencias, entre ellas las más importantes las
de Domenico Veneziano, Piero della Francesca
y Andrea del Castagno,
cuyos frescos de la
iglesia de S. Egidio,
hoy perdidos, prosiguió. Suele hacerse mención sobre todo
de Piero en lo que se refiere a los paisajes que
constituyen los fondos de sus obras, los cuales, en efecto, presentan la misma
amplitud que los del maestro de Borgo San Sepolcro, aunque
sin su aire fantástico, sino mostrándose más apegado a un naturalismo que hace
revivir la campiña toscana.
En cuanto a las figuras, no renuncia a definirlas —y aquí deja de ser efectiva
su relación con Piero—
con un contorno preciso, que a Vasari
le pareció pertenecía a «una manera seca y algo cruda», pero que acaso podría
revelar sólo un pudor bajo el cual hierve una gran sensibilidad, como en el
fondo parece descubrirse en esta fina y luminosa Virgen. Idéntica línea se
encuentra en otras obras de Alessio, que ha dejado
un precioso libro de Recuerdos, la
Anunciación de los Uffizi, la natividad de la Annunziata
y la decoración de la
capilla del cardenal de
Portugal en S. Miniato.
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